10 October 2024
Durante décadas, el modelo de producción dominante en la agricultura ha sido el modelo intensivo, cuyo objetivo principal se centra en maximizar la producción y la rentabilidad de las explotaciones.
Gracias a la agricultura intensiva ha sido posible alimentar a una población cada vez más numerosa y longeva, por lo que, los sistemas agrícolas intensivos siguen presentándose como una solución válida para afrontar el futuro del sistema agroalimentario en el mundo y los retos que presenta.
No obstante, este aumento de la producción no puede darse a cualquier precio, sino que debe abordarse desde la sostenibilidad, es decir, para que el modelo sobreviva es necesario una transformación hacia formas de producir mucho más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, donde se garantice la máxima productividad y rentabilidad, pero como parte de un sistema de producción justo y sostenible.
Es en este punto donde surgen otros modelos de producción, como es el caso de la agricultura regenerativa, que añaden a la ecuación de la productividad y la rentabilidad la variable de la sostenibilidad económica, social y medioambiental.
La agricultura regenerativa es un enfoque agrícola que busca restaurar la salud de los suelos y los ecosistemas a través de prácticas que imitan los procesos naturales
La agricultura regenerativa se enfoca en regenerar la fertilidad del suelo, mejorar la biodiversidad y aumentar la capacidad del suelo para secuestrar carbono, contribuyendo así a mitigar el cambio climático.
Además, la rotación de cultivos y el policultivo son esenciales, ya que ayudan a evitar el agotamiento de los nutrientes del suelo y reducen las plagas de manera natural, al romper sus ciclos de vida.
Un aspecto técnico importante es el aumento de la materia orgánica en el suelo, lo que mejora su capacidad para retener agua y nutrientes, haciendo los sistemas agrícolas más resilientes frente a sequías o cambios climáticos.
Al promover la vida microbiana y la diversidad biológica, se favorecen procesos naturales que mejoran la productividad, sin depender de insumos externos como fertilizantes o pesticidas sintéticos.
En resumen, la agricultura regenerativa se basa en prácticas agrícolas que no solo mantienen la producción, sino que mejoran la salud del suelo y del ecosistema, ayudando a reducir el impacto ambiental y mejorando la sostenibilidad a largo plazo.
En base a esto, en el Centro de Experiencias de Cajamar en Paiporta se ha puesto en marcha una parcela de agricultura regenerativa con cultivo de alcachofa de semilla, donde se pretende comparar el funcionamiento de este nuevo modelo productivo frente al cultivo convencional.
Para eso se han diseñado 2 parcelas idénticas, pero con 2 manejos diferenciados. Uno bajo criterio de agricultura regenerativa y la otra bajo criterio de agricultura convencional.
En ambos casos, el cultivar de alcachofa de semilla utilizado para la realización del ensayo ha sido el cv. Green Queen (Nunhems), cuyo trasplante se realizó el día 6 de agosto de 2024.
Entre las prácticas y estrategias diseñadas en la parcela regenerativa se encuentran la aplicación, previo a la implantación del cultivo, de compost, a razón de 2 kg/m2 y la utilización de un acolchado biodegradable sobre la línea de cultivo para reducir la evaporación de agua del suelo y de esta manera ayudar a reducir el consumo de agua y ser mucho más eficientes en su uso.
Asimismo, para intentar controlar el pulgón que afecta al cultivo, especialmente durante los meses de septiembre y octubre, se ha diseñado una estrategia basada en la plantación de una serie de plantas banker de trigo en la parcela de ensayo, las cuales se han inoculado previamente con pulgón Rhopalosiphum padi, que es un pulgón específico de las gramíneas y que no causa daños en el cultivo de alcachofa.
Una vez establecidas las colonias de pulgón en las plantas banker se ha procedido a la suelta de parasitoides (Aphidius colemani) y depredadores (Aphidoletes aphidimyza), que van a desarrollarse sobre las colonias de pulgón y que, llegado el caso de que aparezca el pulgón en el cultivo de alcachofa, van a ser capaces de parasitar y depredar de igual forma que lo hicieron sobre las colonias de pulgón de las plantas banker.
Con esta estrategia se pretende realizar un control efectivo del pulgón sobre el cultivo de alcachofa, sin la realización de tratamientos fitosanitarios.
En el caso de la parcela bajo agricultura convencional, los aportes de nutrientes se realizarán mediante abonos químicos de síntesis, sin la utilización de materia orgánica, mientras que el control de pulgón se abordará mediante la realización de los tratamientos fitosanitarios necesarios, con los productos autorizados para este fin.
También se han realizado unas analíticas de suelo antes de empezar la experiencia y se realizarán otras de manera anual, para comprobar la evolución de los principales parámetros de calidad del suelo, tanto físicos, como químicos y biológicos.
Los resultados de esta experiencia serán difundidos en futuras publicaciones a través de Plataforma Tierra y de nuestros medios habituales de comunicación.
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