19 March 2021
Situación actual del mercado y de la producción agraria
El mercado actual se segmenta cada vez más, debido a que los gustos y hábitos del consumidor cambian a gran velocidad.
De ahí que las cadenas de distribución necesiten estar siempre informadas del trabajo en innovación y desarrollo que realizan las empresas dedicadas a la mejora del material vegetal, quedando espacio para implementar atributos del producto y diversificar la oferta de acuerdo con las preferencias de los consumidores.
Cada vez es mayor la demanda de “novedades” que muchas veces son variedades antiguas que vuelven a ponerse en valor, mientras que otras son cultivares nuevos mejorados en ciertos atributos de calidad, más productivas, con mejor conservación o más resistentes a enfermedades.
Uno de los grandes desafíos de la agricultura actual reside en producir más alimentos y, además, hacerlo de forma sostenible y competitiva.
Esto requiere de una agricultura innovadora y responsable, que sea capaz de ofrecer más cantidad de alimentos, de alta calidad, producidos a precios asequibles, ahorrando insumos y respetando al mismo tiempo el medio ambiente. Con este modelo de producción el agricultor necesita obtener unos rendimientos altos por unidad de superficie para superar los costes de producción. Te contamos un ejemplo, la pitaya, en este artículo
¿Qué pueden aportar las especialidades al modelo actual de producción?
Las especialidades en cultivos hortícolas representan una alternativa complementaria frente al método tradicional de hacer muchos kilos para sobrevivir. En este caso, el agricultor apuesta por variedades y productos exclusivos, diferenciados, que otorgan una ventaja competitiva por la exclusividad que ofrece la novedad del producto frente a las generalidades. Así pues, las especialidades son una clara apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación.
Este tipo de productos premium o de especialidades, que vienen a cubrir unas necesidades específicas del mercado y que deben ajustarse a las demandas de los consumidores, ofrecen al productor y también al supermercado la oportunidad de diferenciarse, pudiendo contribuir a mejorar la rentabilidad de las explotaciones.
¿Qué debe ocurrir para que una especialidad se consolide?
En todo proceso de introducción comenzamos hablando de singularidades, es decir, productos de nueva introducción en un mercado y que pueden ser de nueva creación o simplemente introducidos desde otros mercados.
Cuando una singularidad tiene aceptación y se crea un nicho de mercado es cuando podemos hablar de especialidad. Para que esto ocurra las especialidades deben de interesar a todos los eslabones de la cadena, desde el productor, el comercializador, el consumidor y también el obtentor, comenzando entonces el desarrollo de multitud de novedades dentro de una misma especialidad.
Además, será necesario asegurar un buen comportamiento agronómico que garantice una buena cosecha y un suministro durante el mayor tiempo posible.
Con el paso del tiempo algunas especialidades pueden convertirse en productos generalistas, si aumenta su consumo y su presencia en el mercado se normaliza.
Con la introducción de las especialidades en cultivos hortícolas se pretende conseguir un mercado mucho más amplio, con muchas más posibilidades, además de rentable y competitivo
¿Qué tipos de especialidades hortícolas podemos encontrar?
Toda innovación en horticultura y, por tanto, todo tipo de especialidades, están encaminadas a ofrecer alguna característica diferenciadora que no tienen los productos generalistas cultivados en masa. Así pues, podemos encontrar multitud de características diferenciadoras, siendo el calibre una de las más importantes, especialmente calibres más pequeños encaminados a satisfacer las necesidades de las familias actuales, por lo general con menor número de miembros.
Otra característica diferenciadora puede hacer referencia al color externo o también al color de la pulpa en frutos como la sandía, que pueden hacer un producto mucho más apetecible o aportar mucho más contraste en nuestros platos generando una explosión de color.
También las diferentes formas, algunas de ellas adaptadas a determinados modos de preparación, incluso adaptadas al procesado en la industria, pueden constituir características únicas y distintivas, abriendo el mercado con nuevas posibilidades.
Otra innovación muy importante que podemos encontrar es la referente al aspecto externo de algunos frutos, que pueden transmitir mucha más frescura, incluso tener mucha mejor conservación postcosecha.
Como ejemplo puede citarse el melón del tipo tendral, cuya piel es oscura, rugosa y dura, proporcionándole gran conservación, de manera que si se almacenan en lugares frescos y secos pueden llegar a ser consumidos en Navidad.
La textura es también otro factor para considerar, ya que puede hacer mucho más apetecible el consumo de diferentes productos por ser crujientes, o de carne turgente y firme, adaptándose algunas de ellas a la industria del procesado.
Como consecuencia, en la actualidad podemos encontrar en el mercado gran cantidad de tarrinas combinadas con diferentes frutas como uvas, piña, melón, sandía, mango, etc.
Todo ello sin olvidar las cualidades organolépticas, que sin duda constituyen una de las principales características diferenciadoras de muchas de las especialidades que hoy en día podemos encontrar en el mercado.
La ausencia de semillas en algunos cultivos también puede constituir una especialidad, ya que el consumidor otorga gran importancia a este tipo de innovación, por lo que esta característica se ha desarrollado en multitud de cultivos como por ejemplo la sandía o la uva, entre otros.
En cultivos como la sandía se han desarrollado también lo que se conoce como microsemillas, es decir, sandías que presentan semillas de pequeño tamaño y comestibles, ya que son casi imperceptibles al morderlas, permitiendo además que este tipo de especialidades puedan aprovecharse en el campo como polinizador frente a las sandías sin semillas o triploides.
Otra especialidad de reciente introducción en este tipo de sandías lo constituyen las variedades que, además de las microsemillas, presentan una baja concentración de estas, pudiendo tener un nicho de mercado muy interesante.
Desde el punto de vista de la nutrición y la salud podemos encontrar multitud de especialidades interesantes como alimentos funcionales o que aportan gran cantidad de vitaminas, oligoelementos, minerales, compuestos con acción quimiopreventiva en algunos casos, con altos niveles de antioxidantes o como fuente de proteínas vegetales, constituyendo también nichos de mercado cada vez de mayor importancia. Algunos ejemplos son el kale, BIMI, kalettes, frisetta, fioretto y moringa, entre otros.
Por último, no hay que olvidar que en muchos casos la innovación no solamente viene dada por la introducción de nuevos productos, sino que en ocasiones se da con productos existentes, pero bajo formatos o presentaciones atractivas e innovadoras, como por ejemplo el concepto de “lechuga viva salatrio”, que reúne en una misma planta hasta tres tipologías de lechugas con diferentes texturas, colores y sabores, que van a hacer mucho más atractivo la presentación en nuestra cocina y también su consumo, ofreciendo diferentes posibilidades culinarias.
Conclusión
En las próximas décadas va a producirse una demanda creciente en la producción de alimentos, a la vez que van a variar las preferencias y hábitos de consumo.
Esto sin duda va a ofrecer al sector grandes posibilidades, para lo cual va a ser necesario una gran inversión en I+D+i y una correlación de todos los eslabones de la cadena de producción para dar respuesta a estas nuevas necesidades con el objetivo de diferenciarse y de generar más valor.
Es aquí donde las especialidades pueden jugar un papel importante, cubriendo algunas necesidades especiales de los nuevos mercados.