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Agricultura regenerativa: una forma sostenible de producir alimentos

26 January 2023
Manejo de Cultivos
Sostenibilidad
Producir más con menos insumos, pero no a cualquier precio, es el objetivo de la agricultura mundial, que tiene en este sistema un aliado para mejorar la salud del suelo e incrementar la biodiversidad
Cosecha de zanahorias

26 January 2023

La producción de alimentos ha causado fuertes impactos medioambientales negativos sobre los espacios naturales. En este contexto, la agricultura regenerativa se postula como un método de producción respetuoso con la naturaleza, que permite reconstruir los agrosistemas a partir de su manejo sostenible.

La sostenibilidad se ha convertido en un criterio esencial para el desarrollo de las actividades que integran las economías de los Estados, incluida para la producción de alimentos. Esto se debe a la expansión del consumo de recursos naturales y la generación de impactos medioambientales negativos que han generado las actividades antropogénicas

El ecosistema como actor principal

Durante buena parte del siglo XX, se generaron diversas corrientes de pensamiento que permitieron definir el concepto de ecosistema. Gran parte de ellas tienen su origen en la Teoría General de Sistemas, cuyo desarrollo se reanudó a finales del siglo XIX en Alemania, con el movimiento ‘Gestalt’

Con esta teoría se permitió englobar bajo la premisa de un “todo organizado” los pensamientos que procedían de campos de conocimiento de naturaleza heterogénea, como son los programas urbano-sociales o las ciencias del medioambiente, lo que permitió definir finalmente el concepto de ecosistema y sus servicios ecosistémicos asociados, catalogándose a la producción de alimentos como servicios de aprovisionamiento. 

El término ecosistema hace referencia a un sistema abierto, dinámico, arbitrario e interdependiente donde se produce una interacción entre las diversas comunidades biológicas, produciéndose una permuta de materia, energía y organismos en el medio físico donde se hallan; con el que se relacionan y forman un sistema, donde el ser humano se encuentra como un componente integral del mismo

La confección de los productos alimentarios se realiza en sistemas de producción agrícolas, que se diferencian con respecto a los ecosistemas en cuanto a su organización y funcionalidad. 

Las definiciones que se han dado al concepto de agrosistema son numerosas, pero, en general, son ecosistemas manejados por el ser humano con el objetivo final de elaborar bienes y servicios que les sean útiles. Todo ello gracias a la síntesis de las producciones agropecuarias y los elementos de producción como son la tierra, capital y trabajo, incluyendo, además, las dimensiones sociales y económicas del sistema. 

La expansión en la demanda de insumos y medios de producción que comenzaron a reclamar los agrosistemas tras la Revolución Verde han provocado fuertes impactos medioambientales negativos sobre los ecosistemas. 

La nueva dinámica demográfica, que proyecta que la población mundial alcance los 9.700 millones de habitantes de 2050; y los acuerdos medioambientales alcanzados por los Estados miembros de la ONU para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible conducen a producir una mayor cantidad de alimentos con una demanda de insumos menor. 

El ODS 2 pretende, a parte de reducir el hambre en el mundo, lograr la seguridad alimentaria, la mejora de la nutrición y expandir la agricultura sostenible

La Agenda 2030 agrícola en España

El Instituto Nacional de Estadística recoge la evolución de una batería de indicadores que permiten identificar el grado de cumplimiento del segundo ODS. Así, los índices de mayor relevancia se presentan en los siguientes gráficos. 

En este contexto, la producción media por unidad de trabajo en las pequeñas explotaciones ha aumentado un 10,85 % en el periodo 2015-2019, los ingresos brutos por explotación en explotaciones a pequeña escala crecieron un 14,49 %. En cambio, el gasto público en agricultura ha disminuido un 12,5 % hasta alcanzar el 0,84 % del PIB de España. 

En el plano medioambiental, se observa como la agricultura ecológica ha expandido su importancia en las explotaciones agropecuarias españolas, hasta suponer el 10,79 % de la superficie de cultivo, lo que lleva a demandar un gasto de insumos menor y, especialmente, de agroquímicos ante las severas restricciones de medios de producción que requiere esta certificación. 

En este sentido, el indicador de armonizado de riesgo por pesticidas ha descendido un 17,76 %, hasta alcanzar un valor del 88 % en el periodo 2015-2020. 

Sin embargo, las emisiones totales de amoniaco del sector primario han aumentado un 7,54 % desde 2015, hasta alcanzar un valor global del sector de 467,54 kilotoneladas en 2020. Además, la proporción de razas y variedades locales en riesgo de extinción ha aumentado un 58,82 % en el periodo 2015-2021, hasta alcanzar el 2,7 %.

 

 

 

 

 

 

 

Regeneración de los sistemas agrícolas 

En este sentido, la agroecología se encarga de establecer métodos de producción de alimentos que respetan y tienen en cuenta los procesos de la ecología, con el objetivo de no perturbar el equilibrio natural de los ecosistemas y, con ello, se puede cumplir los ODS de la Agenda 2030, como es la agricultura regenerativa.  

La agricultura regenerativa va más allá de los principios de la agricultura ecológica

El acuñamiento del término de agricultura regenerativa no es reciente, pues surgió durante la década de los ochenta del siglo XX en el Instituto de Rodale

Con ella se quería expandir el alcance de la agricultura ecológica, a través de mejorar la fertilidad de los suelos y en virtud de recuperar los ya degradados a partir de aumentar su contenido en materia orgánica y los microrganismos que forman parte de su red trófica. 

Con ello, se mejora también la estructura del sustrato, se alcanza una mejor capacidad de almacenamiento de agua, se incrementa la biodiversidad y se aumenta el contenido de nutrientes.  

Según CREAF, “su objetivo es regenerar, estimular y mantener la fertilidad y biodiversidad de la tierra”

Con este tipo de modelo agrícola no se desea “volver al pasado”, sino que se pretende incorporar toda la innovación generada en torno a la multifuncionalidad del suelo y la nutrición de las especies vegetales para minimizar la huella medioambiental de la agricultura y reparar a los agrosistemas. 

La agricultura regenerativa se enmarca en los principios en la economía circular. El sistema que quiere implementar la Unión Europea en su economía y que se fundamenta en los principios de reducir, reutilizar, reciclar y reparar

 

 

La agricultura regenerativa, según Agricultura Regenerativa Ibérica, se asienta ante todo en los siguientes principios: 

 

Línea clave (Keyline Design)

El protocolo se diseñó en la década de los cincuenta del siglo XX. Con dicha técnica se consigue eliminar la compactación del suelo sin voltear la capa superficial del suelo. Adicionalmente, se puede incorporar al suelo compost, biofertilizantes y semillas. Estas acciones se pueden ejecutar al unísono, en una misma pasada del tractor a través del apero Yeomans.

 

 

Agricultura de carbono (Carbon Farming)

La agricultura de carbono pretende reducir los efectos adversos desencadenados por el cambio climático, a través de la fijación del carbono atmosférico mediante la biomasa generada por los microorganismos y las plantas, las cuales son formas estables y permiten su secuestro del ambiente. 

 

 

Manejo holístico (Holistic Management)

La agricultura regenerativa postula un manejo holístico de las explotaciones agropecuarias u otros recursos silvopastoriles, para expandir las subcomponentes económica, social y medioambiental de la sostenibilidad de los agrosistemas. 

Asimismo, por ejemplo, una pradera gestionada de forma correcta incrementa su productividad en pasto que, a su vez, es capaz de fijar una mayor cantidad de CO2 atmosférico y se enriquece la biodiversidad del agrosistema. 

Para aplicar este enfoque es necesario poseer un plan de acción (por ejemplo, de pastoreo, financiero, etc.) que identifique todos los factores que influyen en el agrosistema y el ecosistema, siendo uno de los ejes centrales las personas y las familias. 

El plan debe permitir hacer frente a todos y cada una de las realidades de la explotación agropecuaria y los imprevistos a los que debe hacer frente. El objetivo del manejo holístico es reparar los pastos a partir de una mejora de la fertilidad del suelo y que estos sirvan de alimento para los animales. 

La transformación digital permite realizar una toma de datos in situ de la explotación agropecuaria y aplicar la medida correctora adecuada a partir de información

 

Granjas polifacéticas (Polyface Farms)

Este sistema de producción de alimentos integra de una manera resiliente, interrelacionada y multifuncional del sistema agrícola, ganadero y silvícola en una misma unidad productiva, a través del mutualismo que se puede generar entre ambas actividades. Dicho sistema se basa en: 

  • Bosque: actúa como una fuente de recursos para las granjas. Los subproductos obtenidos de los bosques se aprovechan en las explotaciones en forma de biochar, BRF, camas de madera o enmiendas orgánicas. 
  • Animales: a través de actividades como, por ejemplo, la gestión del sotobosque o las cubiertas vegetales que pudiesen existir en los cultivos frutales. A su vez, con el estiércol obtenido de los animales, se puede mejorar la fertilidad del suelo. 
  • Cultivos: la gestión de los cultivos puede realizarse de forma sostenible a partir de los subproductos y beneficios obtenidos de los otros dos componentes de las granjas polifacéticas.

 

 

Pastoreo 'Racional Voisin' (PRV)

La técnica de pastoreo PRV es un procedimiento agroecológico amigable con el medioambiente, que permite regenerar a los suelos sin añadir insumos; y que ha demostrado ser de las metodologías más rentables en cuanto a pastoreo se refiere. 

Una de las ideas fundamentales del PRV es trabajar y desarrollar una vida en el suelo que permita una mejora de la salud del agrosistema. Dicho método de pastoreo se fundamenta en las siguientes leyes:

  • Ley del Reposo: el pasto debe tener un periodo de descanso entre cortes sucesivos realizados por el animal para que este crezca de forma vigorosa y no merme su crecimiento.
  • Ley de la Ocupación: los animales deben ser cambiados de parcela antes de que el pasto comience a rebrotar, para no debilitar así a los vegetales.  
  • Ley de los Rendimientos Máximos o Ley de las Categorías: la ración pasto debe ajustarse a partir de las necesidades nutricionales de los animales, ayudando a que estos consuman la mayor cantidad de pasto posible.
  • Ley de los Rendimientos Regulares o Ley de Permanencia: para obtener un rendimiento constante, el animal, no debe permanecer un máximo de tres días en la misma parcela.

 

 

La agricultura regenerativa en España

Agricultura Regenerativa Ibérica ha elaborado un mapa interactivo compuesto por diversas explotaciones agropecuarias que practican agricultura regenerativa. El objetivo es la inclusión de dichas unidades productivas en la clasificación deben cumplir siete criterios básicos

La siguiente imagen muestra la distribución territorial de las granjas. Existen unas 80 unidades productivas que practican agricultura regenerativa en España y Portugal y estas se concentran mayoritariamente en las zonas geográficas de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y el País Vasco.

Distribución territorial de las explotaciones que practican agricultura regenerativa en España 

Mapa agricultura regenerativa

Fuente: Agricultura Regenerativa Ibérica

 

La práctica con mayor frecuencia de ejecución es el aumento del carbono orgánico en el suelo (16,2 %), en virtud de mejorar su fertilidad. Tras esta le sigue el fomento de la economía circular (15,2 %), el pastoreo dirigido (14,7 %) y la producción y el comercio local (11,7 %). En contrapartida, las granjas polifacéticas (4,6 %) y la cromatografía (4,8 %) son las técnicas regenerativas menos usadas

 

 

En cuanto a los subsectores de mayor relevancia en agricultura regenerativa de la península ibérica, destaca el ganado vacuno (17,2 %), los cultivos leñosos (15,7 %), los cultivos hortofrutícolas (13,7 %) y el ganado ovino (11,3 %). En contra posición, el ganado equino (2,5 %) y la apicultura (2,5 %) son los subsectores de menor relevancia en este sistema de producción de alimentos. 

 

Reflexión final 

La producción de alimentos se enfrenta al gran reto de producir más alimentos con menos insumos para hacer frente al reto demográfico que se plantea en las próximas décadas. 

Las técnicas de producción que se han utilizado en los últimos tiempos en agricultura y ganadería han causado graves impactos medioambientales. Por lo que para hacer frente a este reto demográfico es necesario utilizar metodologías de producción sostenibles, como lo es la agricultura regenerativa. 

En este sentido, esta metodología de cultivo que integra los principios de la agroecología y busca realizar una gestión sostenible de los recursos silvopastorales y las explotaciones agropecuarias, integrándolos en un mismo sistema multifuncional e interdependiente que se retroalimentan entre sí, busca de un objetivo común: mejorar la fertilidad del suelo. Además, favorece el aprovechamiento de subproductos generado entre los distintos subsistemas. 

Por ello, a través de este sistema se consiguen enmarcar las producciones de alimentos bajo los principios de la economía circular y reducir la dependencia de agroquímicos, algo que demanda la Unión Europea a través de diversas estrategias que tienen como meta cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. 

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