05 August 2024
El mercado de aceite de oliva ha estado marcado por la reducción de la oferta durante dos campañas consecutivas. Esta caída de la producción se ha debido a la influencia de unas condiciones meteorológicas adversas, elevadas temperaturas y una situación de sequía prolongada.
La menor oferta ha presionado el mercado dando lugar a un aumento significativo de los precios hasta niveles nunca vistos, y a una contracción del consumo y del volumen exportado. No obstante, en las últimas semanas, las cotizaciones han comenzado a moderarse ante las positivas previsiones de cosecha para 2024/25, como se verá más adelante en este informe.
En el mismo se analiza la evolución de los principales indicadores del mercado en 2023/24, así como las perspectivas para 2024/25.
Resumen
La oferta global en 2023/24 ha sido muy limitada por segundo año consecutivo con un total de 2,9 millones de toneladas. En lo que respecta a nuestro país la producción se ha saldado con una producción superior a la esperada con un total de 851.000 toneladas, lo que presenta un 27,9 % por encima de la campaña anterior pero un -34,6 % por debajo de la media de los últimos 10 años.
A pesar de la mejora de la cosecha en relación a las primeras estimaciones, la oferta total española (producción + existencias) ha sido inferior a la de 2022/23 (1,1 millones de toneladas), por el bajo nivel de stocks iniciales. Actualmente las existencias se sitúan un -9,1 % por debajo del mismo mes de 2023 con un total de 414.900 toneladas.
La comercialización ha mejorado esta campaña respecto a al anterior, con un incremento del volumen total comercializado del 7 % respecto a 2022/23. El mercado interno ha crecido en mayor proporción (+17,6 %) debido a lo arraigado de su consumo en la cultura española.
Las exportaciones también han aumentado en volumen (2 %), destacando los avances en Italia, EEUU y Francia. No obstante, hay que señalar que, aunque en estos meses hemos mantenido la cuota de mercado en el mercado estadounidense, Italia y Túnez han avanzado posiciones en el mercado.
En valor las exportaciones han alcanzado los 4.044,9 millones de euros, lo que representa un 66,5 % más que en 2022/23 hasta mayo, compensando el menor volumen comercializado.
Este incremento del valor de las exportaciones ha estado influido por las tensiones en el mercado generadas por el bajo nivel de oferta que ha mantenido en los precios con registros históricamente elevados durante la mayor parte de la campaña hasta junio.
El precio medio de campaña hasta AOVE hasta el 22 de julio ha sido 830,5 €/100 kg, lo que representa cerca de un 50 % más que la media de la campaña anterior. En general, los precios medios hasta dicha fecha para las diferentes categorías de aceite de oliva se han situado por encima de los de 2022/23 en un 45 % o más.
Respecto a las primeras previsiones de 2024/25, la producción mundial se espera que también se recupere hasta los 2,9 millones de toneladas, con un incremento de los principales productores salvo Italia y Túnez.
Asimismo, en España las lluvias de primavera y la vecería del cultivo apuntan a una recuperación de la producción con unas expectativas que rondan los 1,2-1,3 millones de toneladas a expensas de lo que ocurra en verano y primavera que podría hacer revisar a la baja estas estimaciones. Estas previsiones son todavía muy tempranas y puede haber variaciones en los próximos meses por lo que habrá que esperar a los aforos oficiales en España y Europa para ver si estas cifras se materializan.
De momento, la consecuencia de esta previsión de mayor cosecha es una tendencia a la baja de las cotizaciones. Si el mercado se mantiene como hasta el mes de junio, es posible que veamos un repunte de los precios, no obstante, puede que se ralentice lo que mantendría a la baja las cotizaciones.
En cualquier caso, las previsiones de cara a la próxima campaña apuntan a un mayor equilibrio de la oferta y la demanda, y una consecuente relajación del precio de venta en almazara.
Contracción de la oferta global
En la campaña 2023/24, la producción mundial de aceite de oliva ha registrado una disminución del 3,9 %, situándose en un total de 2,35 millones de toneladas.
Según zonas, la cosecha de los países extracomunitarios ha sido inferior a las previsiones iniciales con un total de 880.000 toneladas, lo que supone un descenso del 16,6 %. Este se ha debido fundamentalmente a la caída experimentada por Turquía, del -50 %. No obstante, la producción marroquí también ha sido inferior a su potencial debido a las elevadas temperaturas y a la sequía.
De los principales productores fuera de la Unión, solo Túnez ha mejorado sus cifras respecto a 2022/23, situando el Departamento de Agricultura de EEUU su producción en las 200 mil toneladas (+11,1 %). Como se indicó en un informe anterior sobre este sector publicado en Plataforma Tierra, la cosecha tunecina ha aumentado por el efecto beneficiosos de las precipitaciones en determinados momentos del ciclo productivo y por encontrarse en un año de carga.
La producción global se mantiene por debajo de su potencial productivo a pesar del aumento de la oferta europea
Respecto a la producción europea, esta ha aumentado un 8,5 % debido a la mejor cosecha de países como España, Portugal e Italia. Europa ha alcanzado los 1,51 millones de toneladas; sin embargo, esta cifra aún se encuentra por debajo del promedio de los últimos cinco años, con una reducción del 23,8 %.
En el entorno comunitario, la mayor caída productiva ha tenido lugar en Grecia (-55,1 %) por motivos meteorológicos, fitosanitarios y por encontrarse en un año de descarga.
Mayor producción de la esperada en España
La producción de aceite ha sido algo mayor de lo que indicaban las primeras estimaciones. Así a junio de 2024, se han obtenido 851.000 toneladas, lo que representa un 11,2 % por encima de las previsiones iniciales y un 27,9 % por encima de la campaña anterior, aunque se trata de una cifra muy inferior al potencial productivo del sector español.
De hecho, se trata de la segunda campaña con menor producción de la última década. Esta disminución de los rendimientos se ha debido a los efectos de la sequía y a las elevadas temperaturas sobre la floración, cuajado y engorde de los frutos.
La producción en España ha aumentado un 27,9 % respecto a la campaña 2022/23, pero representa un -34,6 % de la producción media de los últimos 10 años
Según los Avances de Superficies y Producciones del mes de marzo (MAPA), el aumento de la cosecha ha sido generalizado en las principales comunidades autónomas productoras, destacando la evolución en Andalucía (+11 %) dada su representatividad sobre el total, seguido de Cataluña (+107,5 %) a pesar de la sequía, y de Extremadura (+97,5 %), por una climatología más suave y una situación hídrica algo más favorable que otras zonas del territorio nacional.
Escaso volumen de enlace
La menor oferta global hace prever unas existencias mundiales al final del periodo en torno a las 371.000 toneladas (según el USDA), cifra muy inferior a la media de la última década (-41,8 %). El volumen de enlace esperado en Europa es inferior a la media de los últimos 10 años en similar proporción (-42,9 %) con un total de 360.000 toneladas, según la Comisión Europea.
Se espera que el volumen de enlace entre campañas sea inferior al de 2022/23 por el comportamiento del mercado y la menor oferta nacional
En España los volúmenes de enlace se esperan que sean también más reducidos comparados con los de la campaña anterior si el mercado continúa como hasta ahora debido a:
La oferta total española en 2023/24 (producción + existencias) ha sido un -1,9 % inferior a la 2022/23 a pesar de que la producción ha sido superior a lo esperado. En concreto la oferta total española se ha situado en las 1.099.000 toneladas.
Hasta junio de 2024 las cantidades comercializadas (mercado interior + exportación) están siendo mayores a las de 2022/23 (+7 %).
Así, las existencias a junio de 2024 se han situado en las 414.900 toneladas, lo que supone un 9,1 % menos que en el mismo mes de 2023.
Los precios se moderan a partir de primavera
En 2023/24 los precios se han mantenido en unos niveles muy elevados en la línea del último tramo de 2022/23. Así, desde el inicio de este periodo productivo y hasta el 22 de julio de 2024, el precio medio de aceite de oliva se ha situado como mínimo un 45 % por encima de la campaña anterior para las principales categorías, AOVE, AOV y Lampante.
Desde abril se observa una disminución de los precios de aceite de oliva motivada por el efecto positivo que han tenido las lluvias de finales de marzo para los cultivos, que hacen prever una cosecha abundante en 2024/25, cercana a la normalidad.
No obstante, los volúmenes esperados se situarían por debajo del potencial productivo nacional a consecuencia de la situación hídrica, que sigue siendo preocupante a pesar de las precipitaciones que han tenido lugar y dado que hay árboles cultivados en secano dañados por el déficit hídrico.
Los precios se moderan en las últimas semanas por las expectativas de recuperación de la cosecha y la consecuente bajada de precios en 2024/25
Por tanto, de aquí a finales de año podemos encontrarnos con dos escenarios posibles de precios:
En el caso de que se mantenga el ritmo de comercialización es posible que los precios puedan estabilizarse o incluso aumentar en las próximas semanas, antes de la nueva recolección. Esto se produciría porque la disponibilidad de aceite de enlace entre campañas se prevé incluso inferior a la de 2022/23, que ya fue muy limitada, y que el ritmo de comercialización está siendo superior a la campaña anterior.
También puede ocurrir que las empresas envasadoras y comercializadoras intenten dar salida a todo el stock disponible antes de realizar nuevas compras con objeto de alcanzar precios de abastecimiento más bajos en un futuro. En este caso los precios se mantendrían a la baja.
En cualquier caso, las cotizaciones se van a mantener elevadas, en niveles muy superiores a los registrados antes de que comenzara el episodio de sequía.
Debido a las limitaciones de la oferta global, los precios han sido muy elevado en los diferentes países productores. Si comparamos la evolución de los precios en España con los de Grecia e Italia, segundo y tercer productor europeo, se observa que los mayores incrementos han tenido lugar en los precios del aceite griego, aunque en valor absoluto se mantienen por debajo de las cotizaciones italiana y española.
En cualquier caso, las variaciones interanuales se mantienen cercanas o superiores al 50 % en todas las categorías, mostrando el fuerte desajuste existente entre la oferta y la demanda.
Mejoran las cifras de comercialización
Según los boletines de mercado publicados por el Ministerio de Agricultura, el mercado del aceite de oliva ha aumentado un 7 % hasta junio, con una cierta mejoría a partir de enero de 2024.
En este periodo el crecimiento se ha debido fundamentalmente al incremento del volumen comercializado en el mercado interior que ha alcanzado las 310.700 toneladas, lo que representa un aumento del 17,6 % comparado con la campaña 2022/23.
Aunque la comercialización en España pone de manifiesto una cierta inelasticidad de la demanda nacional debido a la arraigada cultura de consumo de aceite de oliva, las ventas nacionales se encuentran por debajo de la media de las cinco últimas campañas (-21,3 %) debido a la escasez de la oferta y al incremento de los precios.
En cuanto a las exportaciones, se ha registrado un ligero crecimiento del 2 % en comparación con la campaña anterior, alcanzando un total de 568.300 toneladas. Asimismo, el volumen comercializado en el mercado exterior también es inferior al promedio de las cinco campañas anteriores (-24,8 %).
Mejora el volumen total de mercado de aceite de oliva respecto a 2022/23 hasta junio, pero es un 23,5 % inferior al promedio de las cinco campañas previas
Sin embargo, la evolución en valor de las exportaciones está teniendo un mejor comportamiento que en años anteriores con un total de 4.044,9 millones de euros hasta mayo y un precio medio de exportación de 805 euros/100 kg, según los datos estadísticos publicados por Datacomex.
A pesar de la evolución positiva del valor de las ventas exteriores, es importante señalar que las fluctuaciones elevadas de oferta dificultan la comercialización y la apertura de nuevos mercados.
Por tanto, es crucial seguir trabajando a todos los niveles para minimizar las oscilaciones de la producción. Esto incluye la continua implementación de prácticas de manejo más eficientes y tecnificadas, así como la puesta en marcha de infraestructuras hidráulicas que permitan mitigar situaciones extremas de sequía en un futuro.
En la distribución de las exportaciones por países y grupos de países se observa que la comercialización exterior ha mejorado principalmente en Europa debido a su proximidad, mientras que el sureste asiático y oriente medio han disminuido las importaciones de aceite de oliva español.
El destino extracomunitario con una evolución más desfavorable ha sido el correspondiente a los países de Oriente Medio, que en su conjunto han disminuido un -56,4 %; seguido de China (-37,3 %) y Japón (-34,2 %). Estos países, aunque con un elevado potencial de comercialización, mantienen una representatividad limitada en el conjunto de los volúmenes exportados.
Entre los principales destinos destaca el aumento experimentado por Italia (15,8 %) a pesar del incremento de su producción nacional. El sector italiano comenzó la campaña con menos compras a España, pero empezó a aumentar su demanda en diciembre y se ha mantenido más elevada que en 2022/23 hasta mayo.
Estas cifras ponen de manifiesto un cierto dinamismo de la demanda italiana, país en el que el consumo interno tiene un acusado componente cultural, como en España, y que está muy bien posicionado en los mercados internacionales.
En cuanto a las exportaciones españolas a EEUU, estas han aumentado un 6,2 % comparado con el mismo periodo de la campaña 2022/23 (octubre-mayo), según Datacomex. Sin embargo, las importaciones totales de EEUU se han reducido en un 3,4 %, según el Departamento de Agricultura de este país.
Los datos publicados por este organismo indican un aumento en la cuota de mercado de Italia y Túnez en el mercado estadounidense, mientras que Turquía y Portugal ha experimentado una disminución de su representatividad.
Italia se está aproximando a una cuota de mercado similar a la de España, que actualmente es el principal proveedor de EEUU. Por otro lado, Túnez ha mejorado su posicionamiento debido a un aumento de su producción, una situación opuesta a la presentada por Turquía y Grecia que han reducido su cosecha en un 50 %.
En el entorno comunitario, el descenso más significativo en las exportaciones ha sido el de Portugal con una caída del 19,6 %, debido fundamentalmente a la tendencia creciente de su producción, que ha alcanzado las 158.000 toneladas en 2023/24.
Respecto al comportamiento de las importaciones, estas han aumentado en un 18,7 % hasta alcanzar las 194.200 toneladas (octubre-junio), pero este volumen sigue siendo insuficiente para compensar la menor producción española y global.
Asimismo, los elevados precios de cotización internacional de este producto han repercutido en un mayor coste de suministro para las empresas que se ha materializado en un total de 1.130,9 millones de euros hasta mayo, un 88 % más que en el mismo periodo de la campaña anterior.
Primeras estimaciones 2024/25
De cara a la próxima campaña se espera una recuperación de la cosecha de aceite de oliva a escala global hasta los 2,9 millones de toneladas según los datos publicados por el USDA, que prevén una recuperación de la producción y consumo global y europeo. No obstante, esta cifra podría ser revisada a la baja en función de las condiciones climáticas durante el verano y el otoño.
Las estimaciones realizadas por este organismo apuntan a un aumento de la producción europea del 20 % con un total de 1,83 millones de toneladas. Sin que se hayan publicado cifras oficiales en los organismos europeos, se habla de un incremento en las cifras de producción en los principales países productores del entorno comunitario:
🇪🇸 España: se prevé una cosecha media que oscilaría entre los 1,2-1,3 millones de toneladas, dependiendo de la disponibilidad de agua y de las condiciones climáticas durante el verano - otoño. De momento, las lluvias caídas en primavera, así como el hecho de encontrarse en un año de carga apuntan a mayores cifras de producción.
🇮🇹 Italia: las primeras estimaciones apuntan a una cosecha media alrededor de las 280.000 toneladas, con un buen comportamiento agronómico en Puglia y Calabria, a pesar de ser un año de descarga por el carácter vecero de este cultivo.
🇬🇷 Grecia: las previsiones de cosecha en este país oscilan entre las 280.000 y las 290.000 toneladas, que supone un gran incremento tras la caída productiva que ha tenido lugar en 2023/24.
🇵🇹 Portugal: se espera una campaña muy abundante, de 200 mil toneladas. Esta cifra es muy cercana a su producción récord de 2021/22. Los volúmenes cosechados en Portugal cada vez se acercan más a los griegos, debido a la apuesta portuguesa por la modernización y tecnificación de este cultivo.
Respecto a la producción extracomunitaria también se espera que tenga una evolución positiva por la mejor floración y cuajado de los frutos que ha tenido lugar. La producción esperada en los principales países productores fuera de la Unión es la siguiente:
🇹🇷 Turquía: según las previsiones del USDA, la producción de aceite turco podría alcanzar las 350.000 toneladas, lo que representa una cosecha elevada cercana al récord de producción más reciente que tuvo lugar en 2019/20, y un 84,2 % superior a la de 2023/24. Sin embargo, otras fuentes apuntan a una cosecha más reducida que oscilaría entre las 250.000-270.000 toneladas.
🇹🇳 Túnez: las previsiones del organismo norteamericano para la producción tunecina son de 180.000 toneladas, lo que supondría un retroceso del 10 % comparado con 2023/24.
🇲🇦 Marruecos: la producción marroquí también se espera que alcance las 180.000 toneladas, lo que representa un 69,8 % más que en esta campaña.
En 2024/25 se espera una mayor producción, lo que permitirá un mayor equilibrio entre oferta y demanda, así como una disminución de los precios
Es necesario incidir que las previsiones actuales son provisionales y que los diferentes organismos oficiales irán ajustando y publicando sus estimaciones, como en el caso de Europa y España.
De la evolución de la producción y del consumo dependerán la conformación de los precios. No obstante, parece haber consenso en el sector sobre un mayor equilibrio entre oferta y demanda y una disminución de los precios en 2024/25.