07 November 2024
La agricultura es la base de la producción de alimentos en el mundo y una de las actividades más antiguas y fundamentales para la supervivencia humana.
A medida que la población global crece, la demanda de alimentos, fibras y biocombustibles también aumenta, haciendo que la agricultura sea más vital que nunca.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el 38 % de la superficie terrestre del planeta se utiliza para fines agrícolas.
Este sector, en constante evolución, juega un papel clave en el desarrollo económico, la seguridad alimentaria y la preservación del medio ambiente.
Con el paso del tiempo están evolucionando en diversos tipos y métodos que varían según las necesidades, los recursos disponibles y las condiciones geográficas de cada zona. Estos tipos de agricultura no solo aseguran el suministro de alimentos, sino que también reflejan la relación entre los seres humanos y el entorno natural.
El 38 % de la superficie terrestre del planeta se utiliza para fines agrícolas
Definición de agricultura
La agricultura se define como el conjunto de técnicas orientadas a cultivar la tierra para obtener productos vegetales, principalmente alimentos. Aunque también se emplea para conseguir otras materias primas como fibras o medicinas.
Implica el manejo de recursos naturales como el suelo, el agua y la biodiversidad para producir alimentos y otros productos de origen vegetal de manera sostenible o intensiva.
Además, la agricultura incluye técnicas y procesos como la siembra, el riego, la fertilización, el control de plagas y la cosecha con el fin de maximizar la producción y calidad de los cultivos.
Principales tipos de agricultura
Alrededor del mundo existen diferentes tipos de agricultura, los cuáles se han ido adaptando a las condiciones geográficas, sociales y económicas de cada zona.
Además dependiendo del enfoque, también se puede clasificar dentro de un tipo u otro.
Veamos algunos de los principales tipos y sus clasificaciones:
– Agricultura según el tipo de explotación
- Agricultura intensiva: busca maximizar la producción en una superficie relativamente pequeña mediante el uso intensivo de recursos externos como insumos, fertilizantes, maquinaria y riego controlado. En ella también destaca el uso de tecnología, buscando obtener grandes volúmenes de producción en menos tiempo y espacio. Se asocia comúnmente con zonas de alta densidad poblacional y mercados con alta demanda.
- Agricultura extensiva: es lo contrario a la anterior. Se realiza en grandes superficies de terreno con bajos niveles de insumos por unidad de área, dependiendo más del clima y las condiciones naturales. Se practica específicamente en áreas con baja densidad de población o donde la tierra es abundante y los recursos tecnológicos o financieros son limitados.
– Agricultura según el objetivo de producción
- Agricultura de subsistencia: está orientada principalmente al autoconsumo, lo que significa que la mayor parte o la totalidad de la producción se destina a alimentar a la familia o la comunidad que la cultiva. sin buscar excedentes para el mercado.
- Agricultura comercial: orientada a la producción a gran escala para la venta en mercados locales o internacionales, con cultivos específicos de alto valor comercial como cereales, frutas, verduras, etc. Puede abarcar una gama más amplia de métodos de producción, desde la intensiva con alta tecnología hasta métodos más sostenibles
- Agricultura industrial: implica la producción masiva de productos agrícolas con fines industriales, como el algodón, la caña de azúcar o el aceite de palma. Se diferencia de la anterior en que la producción es a una escala mayor, con uso de tecnología y con un uso alto de recursos.
– Agricultura según la técnica de riego
- Agricultura de secano: se realiza en áreas con cultivos que dependen exclusivamente de la lluvia para el riego, sin aplicación de riego artificial. En esta agricultura, se deben seleccionar cultivos y prácticas agrícolas que maximicen el uso del agua de lluvia y minimicen la pérdida de humedad en los suelos, como cereales, olivos, girasoles, etc.
- Agricultura de regadío: se practica en zonas donde se emplean sistemas de riego artificiales para garantizar la producción. Tiene un coste mayor con infraestructuras más complejas, pero sigue siendo muy rentable para los agricultores por la flexibilidad para cultivar diferentes cultivos, incluidas hortalizas, frutas y cereales de alto valor comercial.
– Agricultura según el método de cultivo
- Agricultura tradicional: utiliza métodos antiguos y naturales de cultivo, como la rotación de cultivos, el uso de abonos naturales y la mano de obra humana. Suele ser a pequeña escala y su nivel de tecnificación es bajo
- Agricultura moderna: emplea tecnología avanzada, maquinaria y fertilizantes químicos con un enfoque en la producción a gran escala.
- Agricultura orgánica o ecológica: se basa en prácticas ecológicas y sostenibles, evitando el uso de fertilizantes y pesticidas químicos.
- Agricultura de precisión: la agricultura de precisión utiliza tecnologías como GPS, drones y sensores para optimizar los insumos y mejorar la eficiencia.
Además, con el tiempo y la búsqueda de sostenibilidad en el sector agrícola, han ido surgiendo y expandiéndose diferentes tipos de agricultura y técnicas agrícolas como la agroecología y la agricultura regenerativa, que promueven sistemas más equilibrados con el medio ambiente.
La hidroponía y aeroponía revolucionan la producción sin suelo y la biodinámica, que incorpora principios espirituales, busca un equilibrio natural más profundo.
Factores que influyen en el tipo de agricultura
El tipo de agricultura que se practica en una región está influenciado por una variedad de factores, que incluyen tanto aspectos naturales como económicos, sociales y tecnológicos.
- Factores climáticos: aspectos como la temperatura, la frecuencia de precipitaciones (que determinara las necesidades de riego), la humedad del ambiente o el viento, son cruciales a la hora de decidir qué cultivos plantar. Por ejemplo, cultivos como el maíz o el arroz requiere climas cálidos, mientras que el trigo prospera en climas más frescos.
- Tipos de suelo: la fertilidad es un factor crucial. Suelos ricos en nutrientes soportan una agricultura más intensiva y diversa, mientras que suelos menos fértiles pueden necesitar el uso de fertilizantes o técnicas especiales para ser productivos. El pH del suelo también es determinante, ya que algunos cultivos requieren condiciones específicas de acidez o alcalinidad
- Disponibilidad de agua: la proximidad a fuentes naturales de agua, como ríos, lagos o acuíferos; puede facilitar la irrigación y permitir una mayor diversidad de cultivos y prácticas agrícolas. Especialmente en zonas áridas donde la implementación de sistemas de riego es vital.
- Factores culturales y sociales: tradiciones y costumbres pueden dictar el tipo de cultivos plantados, el uso de la tierra y las técnicas agrícolas usadas. El tamaño de las explotaciones agrícolas afecta el enfoque de la agricultura. Además, el acceso a la educación y capacitación agrícola puede impulsar la adopción de nuevas tecnologías y métodos.
- Factores económicos: el acceso a mercados, tanto locales como internacionales, puede favorecer la agricultura comercial sobre la de subsistencia. Por otro lado, el coste de insumos, como fertilizantes, pesticidas, semillas y maquinaria, son cruciales y pueden influir en la viabilidad de ciertos tipos de agricultura.
- Mano de obra: en áreas con baja densidad de población, puede ser más factible adoptar prácticas agrícolas mecanizadas o extensivas. En contraste, las regiones con abundante mano de obra pueden inclinarse hacia métodos más intensivos.
¿Qué tipo de agricultura se practica más en cada parte del mundo?
La agricultura mundial varía considerablemente de un continente a otro influenciada por los factores anteriores.
– Asia y Pacífico
En Asia, por ejemplo, la agricultura tiende a ser intensiva, especialmente en países como China e India, donde la densidad de población es alta y el espacio agrícola es limitado.
En estas regiones, el cultivo de regadío, especialmente de arroz, es predominante debido a la adaptabilidad del cultivo a condiciones de humedad y su capacidad para alimentar a grandes poblaciones. Además, técnicas como el cultivo en terrazas son comunes en áreas montañosas para maximizar el uso del espacio.
En países más desarrollados, como Japón y Corea del Sur, se ha impulsado una agricultura moderna y ecológica.
– América del Norte
En América del Norte, especialmente en los Estados Unidos y Canadá, predomina la agricultura extensiva y mecanizada, favorecida por vastas áreas de tierra arable y una infraestructura avanzada que facilita la producción y distribución de cultivos como el maíz, el trigo y la soja. Esta región se caracteriza por su alta productividad y orientación hacia el mercado de exportación.
Además, hay una creciente tendencia hacia la agricultura ecológica y sostenible en respuesta a la demanda del mercado. Los sistemas de regadío intensivos son comunes en las zonas áridas, como California, donde se cultivan frutas y hortalizas.
– América Latina
La agricultura extensiva predomina en países como Brasil y Argentina, donde se cultivan monocultivos a gran escala (soja, maíz, trigo). Por otro lado, la agricultura intensiva se encuentra en zonas especializadas, como en plantaciones de café, caña de azúcar y frutas tropicales, caso de países como Colombia y Costa Rica.
– África
África, por su parte, enfrenta desafíos únicos debido a variaciones climáticas extremas y recursos hídricos limitados. La agricultura en este continente a menudo se centra en la subsistencia y la resistencia a la sequía, con cultivos predominantes como el mijo y el sorgo en regiones áridas, mientras que en áreas más húmedas se cultivan tubérculos como la yuca y el ñame.
– Europa
Presenta una mezcla de agricultura intensiva en países occidentales y centralizados, con un enfoque significativo en cultivos como el trigo o la remolacha azucarera, mientras que en los países de Europa del Este todavía se pueden encontrar prácticas agrícolas más tradicionales debido a diferencias en el desarrollo económico y la disponibilidad de tecnología. La agricultura extensiva se ve más en áreas menos desarrolladas o en cultivos específicos como el olivar y los viñedos, donde se cultivan productos en grandes áreas con menos insumos tecnológicos.
Qué tipo de agricultura se practica más en España
España es un país agrícola con más de 23 millones de hectáreas dedicadas al cultivo, referente en Europa en la producción de frutas, verduras y hortalizas.
En España el tipo de agricultura que más predomina es la de secano. Cultivos como cereales y vid, predominan en gran parte del interior, especialmente en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón.
España es referente europeo en la producción de frutas, verduras y hortalizas
Los olivares destacan en Andalucía, principalmente en Jaén y Córdoba, mientras que los frutales se encuentran en la costa mediterránea y el Valle del Ebro.
Los viñedos son importantes en Castilla-La Mancha y La Rioja. Los arrozales se localizan en Valencia y el delta del Ebro. Además, en algunas áreas hay una mezcla de cultivos.
El regadío también es un tipo de agricultura muy relevante en España. Aunque solo ocupa el 23 % de la superficie agrícola, genera el 65 % de la producción total, conviertiendo al país en la segunda potencia agrícola de Europa.
Los regadíos, que incluyen hortalizas y maíz, se concentran en el Levante (Valencia, Murcia), el valle del Ebro y Andalucía.
Cuáles son los principales cultivos en el mundo
A escala global, los principales tipos de cultivos están dominados por productos esenciales para la alimentación humana y animal, así como para la industria.
Estos pueden variar según la región, el clima y la demanda, pero en términos de producción global, los más importantes son los cereales, las frutas y las verduras.
- Cereales: los tipos más populares son el arroz, el trigo, el maíz, la cebada y la avena. En 2020, la caña de azúcar, el maíz, el trigo y el arroz representaron alrededor del 50 % de la producción agrícola mundial.
- Legumbres: los principales incluyen soja, lentejas, frijoles y garbanzos.
- Raíces y Tubérculos: los más cultivados son la papa, la yuca y la batata.
- Oleaginosos: los más comunes son girasol, palma de aceite, canola y cacahuetes.
- Frutales: destacan el plátano, los cítricos, las manzanas y las uvas.
- Industriales: Industriales: incluyen algodón, caña de azúcar, café y cacao.
- Hortalizas: las más cultivadas son tomate, cebolla, ajo, pepino, pimientos y zanahorias.
- Cultivos Forrajeros: los más usados para el ganado son alfalfa, sorgo y maíz forrajero.
En términos de producción y consumo, podemos decir que el ranking de los principales cultivos del mundo está liderado por: caña de azúcar, maíz, trigo, arroz, soja y cebada.
En 2020, la caña de azúcar, el maíz, el trigo y el arroz representaron alrededor del 50 % de la producción
Distribución de los principales cultivos en el mundo
Según datos de FAO y un artículo publicado por Export News las principales potencias agrícolas del mundo en 2023 y 2024 están lideradas por China, India, Estados Unidos, Brasil y Rusia, con una producción proyectada de más de 3,8 billones de dólares.
La potencia asiática es el mayor productor de arroz, trigo, papas, lechuga, bananas, manzanas, uvas y varios otros vegetales y frutas.
Por su parte, la India se está proyectando como el segundo mayor productor. Paralelamente, Estados Unidos es el principal productor de maíz y soja, además de tener grandes cultivos de trigo.
Si nos centramos en los principales cultivos a escala mundial descritos anteriormente, podemos ver como varía su distribución geográfica en términos de producción:
- Caña de azúcar: según los últimos datos, Brasil fue el principal productor de caña de azúcar en todo el mundo. En concreto, el país sudamericano produjo más de 720 millones de toneladas. Seguido de India y China.
- Maíz: América del Norte (principalmente Estados Unidos) es el mayor productor de maíz del mundo, seguido por regiones de América del Sur, como Brasil y Argentina. En tercer lugar se encuentran China y otras partes de Asia, pero en menor medida.
- Trigo: China ha sido el mayor productor de trigo del mundo en 2023, con una producción de 136,6 millones de toneladas, seguido de países como India, Rusia, Estados Unidos y Francia. Este cultivo se distribuye ampliamente en regiones templadas, particularmente en Europa, América del Norte y Asia.
- Arroz: el arroz es predominante en Asia, con China, India y Bangladés como los mayores productores. Aunque también cabe destacar su cultivo en algunas partes de América Latina y África.
- Soja: La soja es cultivada principalmente en EE. UU., Brasil y Argentina. También es importante en China, India y algunas zonas de Paraguay y Uruguay. Sin embargo, el principal productor de soja es Brasil con una producción de 121 millones de toneladas en 2022.
- Cebada: el cultivo de cebada es común en climas templados, predominando en regiones de Europa como Rusia, Alemania o Francia, en América del Norte (EE.UU y Canadá) y en Australia. Rusia se posiciona como el principal productos a escala mundial, sin embargo es Australia el principal exportador de cebada del mundo.
En conclusión, la agricultura no solo es el motor esencial para alimentar al mundo, sino que también refleja la relación dinámica entre los humanos y su entorno.
La variedad de métodos agrícolas, desde la intensiva hasta la ecológica, responde a las necesidades específicas de cada región, dando lugar a diferentes tipos y enfoques de agricultura, haciendo que en cada parte del mundo tienda a predominar un tipo de cultivo u otro.