Nueva Comisión Europea, nuevo comisario, nuevo Parlamento… ¿Y nueva PAC?

Septiembre empieza con varias incógnitas europeas que deberían despejarse antes de fin de año. 

Incógnitas que conciernen también a la evolución 'posible' –dudé si poner 'previsible'– de todas las políticas comunes europeas, y en particular de la más histórica de ellas, la Política Agraria Común (PAC).

No se me da muy bien el mirar a la bola de cristal. Prefiero recuperar primero todo lo que sabemos, que es bastante, para luego intentar opinar con algo de conocimiento.

Diez cosas que sabemos

1. La agricultura acabó siendo un tema importante en la pasada legislatura europea, y seguirá siéndolo en esta. A diferencia de lo que aconteció en el discurso programático de la presidenta Von der Leyen en su primer mandato, ha aparecido como un tema relevante para este segundo.
2. Independientemente de los discursos políticos, el cambio climático ya está haciendo notar sus efectos en el campo europeo y, en primera línea, el campo español. La adaptación al, y la mitigación de dicho cambio climático va a seguir siendo una prioridad política.
3. Después del voluntarismo impulsado –principal pero no exclusivamente– por el entonces vicepresidente Timmermans, la Comisión parece haber aprendido que más vale convencer que imponer, que la necesaria transición agroecológica requiere de la adhesión activa de todos los actores de la cadena alimentaria, de la granja a la mesa.
4. Después de una legislatura en la que la agricultura fue el tema principal de la Agenda Verde de la Comisión, la presidenta ha anunciado que otras políticas, como la energética, la de transporte y la industrial, van a ser objeto de atención preferente.
5. Se acaba de publicar el informe de conclusiones del 'Diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE' iniciado en enero. En él han participado muchos y diversos actores, desde los agricultores a los ecologistas, pasando por la industria, el comercio, los consumidores y el mundo académico. 
6. La presidenta Von der Leyen ha prometido que este informe marcará la hoja de ruta agraria de la próxima Comisión. Tendremos ocasión de analizarlo con detenimiento en próximas píldoras.
7. Aunque la propuesta de distribución de las carteras todavía no se conoce a la hora de escribir este post, se sabe que el Partido Popular Europeo ha solicitado que el próximo comisario de Agricultura sea de esta familia. 
8. En la legislatura que se ha acabado, ni los socialistas ni los populares consideraron prioritaria esta cartera, que recayó en un comisario de ultraderecha polaco. Aislado políticamente, sin confiar en los funcionarios de su Dirección General, sin comprender las responsabilidades que se asumen cuando se integra el Colegio de Comisarios, es una experiencia que no conviene repetir.
9. Parece que el conjunto de la clase política europea se ha convencido que no hay agricultura verde en números rojos. La reforma de la Directiva relativa a las prácticas comerciales desleales en las relaciones entre empresas en la cadena de suministro agrícola y alimentario debería ser una de las prioridades de la próxima Comisión Europea.
10. La Comisión debería presentar un informe de evaluación de la actual normativa antes del mes de noviembre de 2025. El Parlamento Europeo debería presentar un informe sobre dicha normativa antes de esta fecha. 

Los temas pendientes

Dos temas van a ser claves en esta legislatura para la agricultura europea y el medio rural: el debate presupuestario y la coherencia entre las distintas políticas, en particular la agraria y la política comercial.

Actualmente, el presupuesto europeo ejecutado representa algo menos del 1 % del Producto Interior Bruto europeo. Como referencia podemos utilizar la cifra del presupuesto español, que ascendió en el año 2023 el 46,4 % de nuestro PIB. Es decir, Europa es un enano en cuanto a su presupuesto se refiere. 

Los textos jurídicos permiten subir este porcentaje hasta el 1,4 %. Seguiría siendo un enano, pero un 40 % más grande.

La pregunta clave es saber si el aumento de las responsabilidades que se le quiere dar a la Unión Europea (política de defensa, política de emigración, pacto verde europeo…) va a ir correspondido con un aumento del presupuesto.

¿Cómo se van a financiar estas nuevas políticas y ambiciones? ¿Se va a reducir el presupuesto de las actuales grandes políticas europeas? Es decir, en primer lugar de las políticas de cohesión territorial (que tanto ha beneficiado a muchas regiones españolas); la de investigación y, en nuestro caso, la PAC.

La experiencia de las discusiones pasadas sobre las perspectivas financieras y el auge de la extrema derecha antieuropea y del nacionalismo excluyente no conducen a ser excesivamente optimista sobre lo que se van a poder decidir al final los responsables europeos. 

Por esto cobra tanta importancia la mencionada revisión de la Directiva europea y la coherencia entre las distintas políticas europeas, en particular con la política comercial.

Ya hemos analizado la complejidad de esta relación en anteriores píldoras. Pero, por muy difícil que sea, se puede avanzar en este camino. Temas como “una sola salud” (humana, animal y vegetal) y el limitar las distorsiones de competencia entre productos importados y comunitarios, merecen estar alto en la agenda política europea.

Si se puede, se debe.