25 October 2023
- La automatización agrícola puede mejorar la productividad y la eficiencia en la producción de alimentos.
- La adopción de tecnologías de automatización digital puede beneficiar a los grupos desfavorecidos de las regiones en desarrollo y contribuir a crear sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.
- Es necesario establecer políticas que fomenten la adopción de tecnologías de automatización digital en diferentes sistemas de producción agrícola.
- La automatización agrícola puede ayudar a abordar los desafíos globales de seguridad alimentaria y nutrición, pero es importante considerar los impactos sociales, económicos y ambientales de su implementación.
El informe 'El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022' de la FAO (Food and Agriculture Organization), aborda el tema de la automatización en la agricultura y su potencial para transformar los sistemas agroalimentarios.
Con este tipo de documentos, este organismo de las Naciones Unidas tiene como objetivo promover la erradicación del hambre y la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional en todo el mundo.
El informe examina los factores determinantes de la automatización agrícola, incluyendo las tecnologías digitales más recientes, y analiza los argumentos a favor de la adopción de tecnologías de automatización digital en diferentes sistemas de producción agrícola en todo el mundo.
Basándose en 27 estudios de casos, se proponen políticas para que los grupos desfavorecidos de las regiones en desarrollo puedan beneficiarse de la automatización agrícola y contribuir a crear sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.
La automatización en la agricultura puede aliviar la escasez de mano de obra y hacer la producción agrícola más resiliente y sostenible
A pesar de las preocupaciones sobre la pérdida de empleo y la desigualdad, la experiencia pasada sugiere que la innovación y la adopción de tecnologías que permiten ahorrar mano de obra tienden a ser un proceso largo.
Además, la automatización puede impulsar la creación de empleo en otros nodos de los sistemas agroalimentarios, como actividades de suministro de insumos, logística, almacenamiento, elaboración y comercialización.
El informe también destaca la importancia de un enfoque inclusivo en la automatización agrícola, considerando tanto una oportunidad como una responsabilidad de incluir a quienes sufren un mayor grado de vulnerabilidad, exclusión y marginación en los sistemas agroalimentarios.
Entre estos figuran pequeños productores, pastores, pescadores y silvicultores, trabajadores agrícolas asalariados, microempresas y trabajadores informales, personas sin tierra y migrantes.
Por otro lado, la situación actual de la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo es preocupante, con un retroceso en los esfuerzos por acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas.
Las causas de estas tendencias preocupantes incluyen conflictos, fenómenos meteorológicos extremos y perturbaciones económicas.
Además, en 2020, casi 3.100 millones de personas no pudieron permitirse mantener una dieta saludable.
La automatización en la agricultura es una herramienta clave para transformar los sistemas agroalimentarios y abordar los desafíos de la seguridad alimentaria y nutricional en todo el mundo.
La adopción de tecnologías de automatización digital y la implementación de políticas inclusivas pueden contribuir a crear sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes, beneficiando a los grupos desfavorecidos y mejorando la seguridad alimentaria y nutricional a nivel mundial.
Producción agrícola
Aunque el informe ‘El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022’ de la FAO no proporciona información específica sobre la producción agrícola en España, sí podemos analizar el contexto español utilizando datos de FAOSTAT y otras fuentes relacionadas con la FAO.
Según FAOSTAT, España es un importante productor agrícola en Europa y en el resto del mundo y su agricultura se caracteriza por una gran diversidad de cultivos y sistemas de producción, que incluyen cultivos extensivos como cereales, oleaginosas y forrajes, así como cultivos hortícolas, frutales y vitivinícolas.
La geografía española cuenta con una superficie agraria útil de 23 millones de hectáreas, de las cuales, casi 17 millones de hectáreas son de cultivo y del total de la superficie cultivada, el 76 % está dedicada al cultivo de secano y el 24 % al cultivo en regadío.
En 2021, España fue capaz de producir más de 25 millones de toneladas de cereal
A falta de más datos, y para intentar aproximar la realidad en el uso tecnológico dentro del campo español, es posible realizar una comparación con el resto de países líderes a escala mundial con respecto al uso de tractores por cada 1000 hectáreas cultivables (los datos disponibles, proporcionados por el informe, son de 2009 o previos).
De esta forma es posible tener una imagen general de la posición tecnológica de España respecto a los grandes productores globales y europeos.