09 November 2022
La industria espacial está llamada a revolucionar el sector primario porque el creciente uso de satélites de observación terrestre permite al agricultor manejar mucha información para hacer un trabajo más óptimo, preciso, sostenible y rentable, según la científica española Inmaculada Martínez.
Martínez será la encargada de impartir una conferencia dentro del foro para el impulso de la transformación digital en el sector agroalimentario (Datagri), que se celebra este jueves y viernes en El Ejido (Almería), en el que presentará casos "reales" de tecnologías que ya se venden y que facilitan el trabajo, según ha indicado a EFE Agro.
Es una de las voces autorizadas para hablar de este tema porque es presidenta del Grupo de Expertos y co-presidenta del Comité Ejecutivo del GPAI, que es la agencia multilateral del OCDE y el G7 para la inteligencia artificial y su desarrollo global.
El objetivo de esa agencia es trabajar en distintas líneas, como la agro, para implementar en ellas esta tecnología que permita dar respuesta a los retos venideros, esencialmente una población mundial creciente, con hábitos de consumo que cambian y con unos recursos naturales limitados y afectados por el cambio climático.
La llave que abre la puerta a la solución de estos retos se encuentra en las nuevas tecnologías, especialmente en la Inteligencia Artificial y en los datos por satélite, según Martínez. Un ejemplo, que expondrá en El Ejido, son las aplicaciones para móvil que, usando datos de satélite, son capaces de informar al agricultor en su propio teléfono móvil sobre cuándo y dónde utilizar un determinado pesticida.
Unos mapas de calor generados gracias a la información satelital permiten saber dónde se están dando las temperaturas y otros parámetros idóneos dentro del cultivo para que aparezca, por ejemplo, la mosca del olivo; eso le permite al olivicultor usar la cantidad de pesticida justa en el lugar preciso, ajustando sus gastos económicos y minimizando el impacto medioambiental. Es sólo un caso real pero hay muchos más y especialmente en el sector hortofrutícola, el más volcado dentro del primario con estas tecnologías, según explica.
Se debe a que la materia prima de ese sector es especialmente vulnerable a condiciones ambientales y de suelo que afectan a la maduración y eso es esencial para calcular días de cosecha, de transporte y llegada al lineal en las mejores condiciones. Incluso hay sensores que se pueden meter en las cajas de la fruta e inspeccionan el estado de cada pieza por lo que es una información valiosa para proveedores y centrales de compra a la hora de hacer la compra-venta, según recuerda Martínez.
Optimización, precisión, sostenibilidad y rentabilidad son algunas de las ventajas que ofrecen estas tecnologías, sin olvidar que facilitan y "revalorizan" el trabajo del agricultor. "Me gusta que la tecnología venga a apoyar al agricultor para que se revalorice este trabajo tan importante", asegura Martínez, quien ve "muy importante" que el sector se "modernice" con estas técnicas que les dan "mayor precisión y rendimiento económico porque el campo merece que la gente que lo trabaja pueda vivir de ello".
Esencial es también, según subraya, hacer accesibles económicamente estas tecnologías y para ello pone el foco en el importante papel que tienen las cooperativas agrarias a la hora de adquirirlas y distribuirlas entre sus asociados en función de las necesidades.
Serán algunas de las líneas que desarrolle durante su ponencia en este congreso, Datagri, que es "el mejor en Europa" en su ámbito.
El precio sigue en alza a nivel nacional, impulsado por el menor censo en Europa, alta demanda y tensiones en el mercado ganadero
El valor de las exportaciones agroalimentarias españolas superan los 55.000 millones de euros en lo que llevamos de año
El mercado del vino en 2024-2025 enfrenta desafíos climáticos y económicos, con caída en producción y consumo, pero auge en vinos premium y blancos y mercados clave como EEUU
Los precios de las canales en Europa bajan por débil demanda y equilibrio de márgenes, frente a subidas EEUU y Brasil. España mantiene rentabilidad pese a caídas, apoyada por el consumo interno, aunque las exportaciones a la UE empiezan a disminuir