10 October 2023
- La agricultura del futuro tiene que asegurar un buen rendimiento para suplir la creciente demanda mundial por alimentos, sin comprometer los recursos disponibles para cultivos futuros.
- La producción agrícola asociada con buenas prácticas ecológicas, optimizando los procesos naturales de renovación y biodiversidad del suelo, puede ser la solución para este desafío.
- La agricultura de conservación se basa esencialmente en la producción, previniendo pérdidas de superficie agraria cultivable, y se presenta como una metodología con potencial de producción sostenible.
En la agricultura de conservación los procesos naturales son potencializados, lo que se refleja en un aporte de insumos externos muy bajos o inexistentes, se integra a otros sistemas producción, aumentando la seguridad alimentaria y la resiliencia de los cultivos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha previsto que hasta 2075 la capa arable que queda en el mundo desaparecerá si no cambiamos el modelo agrícola tradicional, como las prácticas de monocultivo y explotación intensiva del suelo.
Sumado a eso, el crecimiento poblacional demandará un aumento de la producción de alimentos entre un 35 % y un 56 % durante el periodo entre 2010 a 2050.
Iniciativas agrícolas que aseguran la calidad del suelo y la producción de alimentos son imperiosas para la seguranza alimentaria y preservación de la naturaleza
Aumentar el rendimiento de la producción a cualquier coste no debería ser el objetivo principal de los agricultores, porque el aumento de la productividad de los cultivos puede venir asociado al aumento de la biodiversidad, de la estabilidad del suelo para cultivos futuros, a la resistencia a las sequías y un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles.
Es decir, se pueden tener resultados económicamente positivos aplicando técnicas innovadoras que minimizan la erosión, potencializan la oferta y fijación de nutrientes y no comprometen los recursos naturales y el medioambiente.
La agricultura puede pasar de ser un problema a tornarse la solución de los problemas ambientales y de la seguridad alimentaria, que a cada día son más tangibles en la sociedad.
Su incentivo por parte de las administraciones públicas es esencial para diseminar nuevas metodologías agrícolas. No obstante, la concienciación de los pequeños productores es tarea clave para mantener la población rural con expectativas para el futuro y mantener la tradición rural, que está en peligro en muchos países debido al avance de las grandes empresas.
Según datos del Global Economy del 2021, un 19 % del total de la población española se dedica a la producción agrícola. Las crisis financieras mundiales han intensificado el éxodo rural en España, concretamente entre 2008 y 2017 y el descenso de la población rural fue de un 6,8 %, siendo los municipios pequeños los más afectados, lo que favoreció el fenómeno de la ‘España vacía’.
Según la FAO (Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) más del 80 % de los pequeños productores en el mundo son los responsables de la producción de alimentos ofertados en los mercados locales y nacionales, convirtiéndoles en agentes para mantener la seguridad alimentaria.
Por lo tanto, para mantener la población rural en el campo y encargada de alimentar a las personas en los centros urbanos, el enfoque debe centrarse en las políticas de desarrollo rural, que proporcionan rentabilidad económica en consonancia con la preservación ambiental para que la agricultura se pueda sostener como práctica cultural, de subsistencia y sostenible, utilizando técnicas de manejo acordes a las preocupaciones del mundo y riesgos climáticos.
Tendencia de prácticas ambientales sostenibles
La práctica agroecológica considera la agricultura desde una perspectiva social, económica y cultural, primando una producción con buenos rendimientos, sin olvidar los intereses de los actores involucrados en el proceso y el mantenimiento de los recursos naturales a largo plazo.
La demanda por productos ecológicos tiene la proyección de aumentar un 93,8 % en los próximos 5 años en Europa
El consumidor moderno cada vez valora más los productos sostenibles, certificados y con el mínimo de impacto ambiental asociado. De acuerdo con el reporte de Ecovalia, el 68 % de los consumidores compran productos ecológicos porque son más saludables y ayudan a prevenir enfermedades
En España, según datos del MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación), un 10,79 % de la superficie de cultivos agrícolas ya se destina a la producción ecológica.
En 2021 el aumento fue de un 8 % en comparación con el año anterior, siendo ya el porcentaje de la producción ecológica superior a la media de los países europeos.
En superficie, ocupa la segunda posición en Europa, solamente detrás de Francia, además de la sexta posición en el ranking global.
Conservación de los ecosistemas agrícolas
En este sentido, en lo referente a producción de alimentos, la Unión Europea demanda la expansión de la superficie destinada a la certificación de agricultura ecológica.
Las técnicas de producción agrícola sostenibles son cada vez más destacadas.
En este contexto, la agricultura de conservación se ha posicionado como una de las técnicas prometedoras para la producción agrícola sostenible y acorde con 7 de los 17 ODS de la agenda 2030 de las Naciones Unidas.
La agricultura de conservación proporciona diversos beneficios a la producción agrícola, evitando la pérdida de la superficie agraria útil (SAU) y a la vez regenerando las tierras degradadas.
A menudo se defiende como una práctica agrícola sostenible que no solo puede mantener o aumentar la productividad de los cultivos, sino también mejorar el almacenamiento de carbono, la calidad ambiental y los ecosistemas.
A continuación, se detallará los tres principios fundamentales y universales de la agricultura de conservación, aplicable a todos los paisajes agrícolas y que puede ser adaptado para cualquier especificidad local:
- Alteración mecánica mínima del suelo: se refiere al cultivo sin laboreo y a la siembra directa, respetando la mínima perturbación del suelo. Lo que contribuye a evitar los efectos negativos del removimiento y homogenización de las capas naturales del suelo, que desajustan la porosidad natural, la disponibilidad de agua y oxígeno, la capacidad de crecimiento de la raíz y los microorganismos en superficie.
- Cobertura vegetal permanente del suelo: la cobertura mínima es de un 30 %, pudiendo pasar de los 90 % antes de la siembra directa. La cobertura verde se convierte en abono, porque es fuente natural de materia orgánica y minerales para los cultivos de interés comercial, resultando en la disminución del aporte de insumos externos, como fertilizantes y fitosanitarios.
- Diversificación de especies: la agricultura de conservación propone la rotación o la asociación de al menos 3 especies de cultivos diferentes y, al acercarse más a la de los ecosistemas naturales, aumenta la biodiversidad facilitando el aporte beneficioso de los microorganismos y los polinizadores.
Un sistema de producción agrícola basado en la sostenibilidad debe primar por la salud de los suelos para que estos sean más resilientes a los potenciales efectos del cambio climático
Los suelos saludables y estables están compuestos de una reserva progresiva de nutrientes que se consigue gracias a la estructura natural del suelo, la comunidad de microorganismos encargados de la fijación del carbono y el nitrógeno atmosférico y los insectos que en conjunto con los microorganismos crean una red de defensa para los cultivos.
Los efectos positivos no se limitan a la reducción de insumos externos, ya que la cubierta vegetal aporta los nutrientes necesarios al cultivo e impide la aparición de malas hierbas. Esta técnica va más allá, optimizando y respetando el ciclo natural del agua, aprovechando los recursos hídricos provenientes de la lluvia.
La intensidad de la mano de obra requerida se ve reducida entre un 20 % y un 50 %, gracias a la sinergia natural del método, contribuyendo así a la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociada al consumo de combustibles fósiles.
La agricultura de conservación ofrece una serie de ventajas para su aplicación en el plano mundial, regional, local y de la explotación agrícola para los agricultores:
- Sostenibilidad: favorece la diversidad natural de la biota del suelo, la fauna y la flora en los sistemas de producción agrícola, sin perjudicar el rendimiento de la producción en comparación con técnicas convencionales.
- Mejora la biodiversidad: al depender y respetar los procesos biológicos naturales, mejora la biodiversidad del sistema de producción agrícola, creando un ecosistema diverso y resiliente.
- Retención de carbono: al evitar la labranza, el carbono fijado en el suelo no se desprende al aire, al mismo tiempo que propicia la fijación del CO2 libre en la atmosfera, evitando el calentamiento global.
- Ahorro de mano de obra: No labrar la tierra se refleja en un ahorro entre un 30 % y un 40 % en tiempo y mano de obra para los agricultores.
- Suelos más saludables: elevada infiltración de agua, que reduce de manera significativa la escorrentía superficial, la perdida de la disponibilidad de agua al cultivo y la erosión.
- Reduce necesidad de regadío: los recursos hídricos son mejor aprovechados por el cultivo, lo que resulta en una mejor acumulación de agua en manantiales subterráneos y naturales. Todavía no se reconoce el potencial efectivo de una adopción masiva de las técnicas sobre los balances hídricos.
- Integración con otros cultivos: es fácilmente integrado con otros cultivos vegetales o con la ganadería, contribuyendo para la seguridad alimentaria.
- Aumento de los rendimientos: permite un rendimiento comparable al de la agricultura intensiva convencional, aunque de manera sostenible. Además, tiene que enfrentarse con la disminución del rendimiento debido al agotamiento de los nutrientes, problema que puede ser evitado con la adopción de estas prácticas.
- Reducción de costos: este método de producción es especialmente atractivo porque permite una reducción de los costos asociados a la producción, especialmente en lo que se refiere a la cantidad de agua, recursos fósiles y tiempo.
Esta metodología contribuye a la creación de un ecosistema resiliente a los factores climáticos externos, posibilitando cultivos más resilientes a plagas, periodos de sequía y menos dependiente de fertilizantes y fitosanitarios. Además de su potencial en la mitigación del calentamiento global debido a la capacidad tanto de mantener el CO2 fijado en el suelo, así como a la capacidad de fijar el CO2 disponible en el aire.
Casos de Éxito
− INSPIA
INSPIA es un proyecto europeo que busca promover la adopción éste método, ayudando a agricultores en la transición desde el sistema tradicional de producción hacia un modelo de agricultura de conservación asociada a la gestión integrada de plagas. Se ha conseguido con esto aumentar el rendimiento y la calidad de los cultivos.
− Life Agromitiga
Life Agromitiga es un proyecto con financiación europea que cuenta con 35 fincas modelo en países como España, Italia, Grecia y Portugal; en los que se monitorizarán técnicas como la labranza cero y las cubiertas vegetales, así como la cantidad de carbono que produciría cada práctica en el suelo.
Con esto se pretende incluir la práctica en el mercado de carbono para ofrecer un beneficio económico extra a los agricultores debido al potencial de secuestro de carbono que tiene este método.
− Kenia
Se trata de una iniciativa de la FAO donde se han beneficiado de esta técnica un total de 56 agricultores de Kenia. Su adopción ha tenido un profundo impacto social, ambiental y económico para los productores, que relatan un aumento del 400 % en el rendimiento de la producción agrícola local.
Referencias
- Plataforma Tierra: https://www.plataformatierra.es/innovacion/agricultura-ganaderia-ecologico-mundo-foretica/
- Plataforma Tierra: https://www.plataformatierra.es/innovacion/agroecologia-transformando-la-agricultura-hacia-un-futuro-sostenible
- Plataforma Tierra: https://www.plataformatierra.es/innovacion/agricultura-regenerativa-una-forma-sostenible-de-producir-alimentos
- Plataforma Tierra: https://www.plataformatierra.es/innovacion/agricultura-biodinamica-vision-holistica-produccion-sostenible-alimentos
- FAO: https://www.fao.org/conservation-agriculture/overview/what-is-conservation-agriculture/es/
- ECAF: https://ecaf.org/
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