15 October 2021
Cuando hace 50 años un agricultor se acercaba a una oficina de Cajamar solicitando financiación para su proyecto agrícola, uno de los principales criterios de decisión era el papel que jugaba la mujer en la explotación.
Si a la oficina venía tanto el hombre como la mujer, y esta tenía un peso muy importante en la gestión y en la toma de decisiones, había muchas más probabilidades de que el préstamo fuese amortizado correctamente.
Los resultados cosechados por nuestra entidad, a lo largo de todo el tiempo transcurrido, han mostrado que no estábamos equivocados.
La mujer siempre ha tenido un papel muy relevante en la actividad agraria. Por un lado ha contribuido a la realización de las labores cotidianas. Pero su papel ha sido incluso más decisivo en la toma de decisiones que iban a condicionar el desarrollo de la empresa familiar
Pioneras, gestoras y expertas
En algunos casos, ha sido la impulsora y animadora de las inversiones que permitían aumentar la base territorial o incorporar nuevas tecnologías que hiciesen más productiva la explotación. En otros casos, ha impuesto la prudencia evitando apuestas demasiado arriesgadas que podían poner en peligro la continuidad de la actividad.
Este papel muchas veces ha sido interno, en el seno de la unidad familiar, sin que se haya visto reflejado ni en las estadísticas oficiales ni en las distintas estructuras organizativas que conforman el sector agroalimentario; principalmente en los órganos de decisión de las cooperativas y empresas privadas de transformación y comercialización o en las organizaciones profesionales agrarias.
Pero esto está empezando a cambiar.
Un liderazgo a imitar
En estos 25 años el cambio de la agricultura española ha sido espectacular y para muchas producciones somos una gran potencia mundial. Como es el caso del olivar, el viñedo, el porcino, los cítricos, las hortalizas, las frutas, etc.
Y, sin lugar a dudas, la contribución de la mujer, tanto desde el ámbito de la propiedad de las explotaciones, de los órganos de decisiones y labores ejecutivas de las empresas agroalimentarias, desde el científico y el asesoramiento técnico ha sido fundamental.
Según las estadísticas oficiales, en el año 1997 solo el 16 % de los jefes de explotación agraria eran mujeres. Actualmente, este porcentaje supera el 30 %
En este sentido hay que destacar el importante papel que se ha venido realizando desde el Ministerio de Agricultura, con la puesta en marcha de distintas iniciativas que dan visibilidad al trabajo que están realizando grandes profesionales del sector agroalimentario.
Y muy especialmente con los Premios de Excelencia a la Innovación de Mujeres Rurales, que se vienen celebrando desde el año 2010, y que ayer mismo celebraba su gala de entrega de la edición 2021.
Al final todos nos sentimos movidos a imitar a personas de referencia que han conseguido grandes logros y a los que nos gustaría emular. Y al mismo tiempo, esas personas que se convierten en referentes se sienten cada día más capaces de abordar nuevos retos.
Los desafíos que tenemos por delante son muy importantes y pasan por la contribución a conseguir un planeta más sostenible, por incorporar más valor a nuestras producciones agrarias, por facilitar el relevo generacional, por dar respuesta a las cambiantes demandas de los consumidores, por generar nuevas tecnologías y por la incorporación de la digitalización como herramienta que nos va a permitir alcanzar muchos de los objetivos anteriores.
Por todo ello, desde Cajamar queremos contribuir en dar a conocer proyectos e iniciativas que están siendo lideradas por mujeres. Y para ello vamos a crear una sección en Plataforma Tierra donde los iremos recogiendo.
Vuestra ayuda para ir alimentando esta sección será de enorme utilidad
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