11 September 2023
La campaña de naranja y mandarina ha destacado por el buen comportamiento de las cotizaciones en origen, derivado de una caída de la producción.
Esta ha tenido lugar como consecuencia de una climatología atípica que ha afectado a gran parte de la producción de frutas y hortalizas del país: elevadas temperaturas del verano-otoño y las lluvias y bajada de temperaturas en primavera.
La menor producción y la contracción del consumo ha llevado a un resultado ajustado de campaña a pesar del incremento de los precios
Sin embargo, la evolución de la situación económica tras la guerra de Ucrania y la elevada inflación mantenida en el tiempo, junto con la menor oferta disponible, ha llevado a la contracción del consumo y por tanto, de las exportaciones españolas y de las importaciones europeas durante la campaña. Esto ha llevado a un resultado económico ajustado para esta campaña.
A continuación se detalla lo más destacado del balance de 2022/23, para naranja y mandarina:
Naranja
Caída de la oferta europea de naranja
La oferta mundial de naranja ha disminuido un -5,2 % hasta las 47,8 millones de toneladas respecto al año pasado debido a los descensos experimentados en EEUU, la Unión Europea y Turquía.
En concreto, la producción en la UE alcanzó los 5,8 millones de toneladas (-13 %), mientras que en en el conjunto de países extra UE fue de 41,9 millones de toneladas (-4,1 %):
- La producción estadounidense ha sido la más baja de los últimos 56 años, condicionada por problemas de greening o HLB y el efecto del paso de huracanes en la zona de Florida.
- En el caso de Turquía, han sido las heladas en el momento de la floración las responsables de la merma productiva.
- La reducción en la UE se ha debido a las condiciones meteorológicas adversas (elevadas temperaturas y sequía) que han tenido lugar en la mayor parte de los principales productores europeos: España, Italia y Portugal.
- Grecia es el único de los grandes productores en Europa que ha aumentado su producción (+9 %) respecto a la campaña anterior, debido a unas buenas condiciones de cultivo para el conjunto de las variedades cultivadas.
La menor oferta en el mercado europeo, tanto española como de otros orígenes competidores han favorecido la evolución de las cotizaciones
La producción de naranja en España finalmente ha sido la campaña más corta de los últimos diez años, con un -19,9 % respecto a la campaña 2021/22 y un total de 2.868,3 miles de toneladas según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (mayo 2023).
En la anterior edición de este informe ya se indicaban los principales motivos de este descenso, que ha sido el más acusado del conjunto de los cítricos:
- Problemas de floración y cuajado de frutos por las elevadas precipitaciones primaverales
- Dificultades en la producción por la sequía y las elevadas temperaturas del periodo estival
Andalucía es la región con un mayor aumento de la superficie de cultivo en estas cinco últimas campañas (+7,4 %), pero también la que ha presentado un mayor descenso productivo en 2022/23.
Esta región ha sido de las más afectadas por las altas temperaturas y la sequía, que ha sufrido incluso restricciones en el suministro de agua de riego. Asimismo, 2021/22 fue un año de carga, lo que también ha influido negativamente en la cosecha de 2022/23 (-26,2 %).
La producción española cae un -19,9 % y se convierte en la más corta de los últimos 10 años
En el resto de regiones productoras también se han reducido los volúmenes de recolección: en la Comunitat Valenciana el retroceso ha sido del -12 % y en la Región de Murcia del -19,7 %.
Considerable aumento de los precios de naranja
La menor oferta española y de los principales competidores europeos ha causado un incremento de las cotizaciones en origen, cuyo precio medio de campaña hasta mayo ha sido de 31,2 €/kg, lo que representa un +82 % más que en 2021/22. En el caso de la naranja salustiana, el crecimiento experimentado ha sido inferior, del 33,4 %.
En el comportamiento de los precios podemos diferenciar tres fases determinadas:
- Inicio de campaña: cotizaciones favorables a partir de octubre cuando España entró en plena producción debido al retraso en el inicio de campaña. La reducción de la entrada de naranja sudafricana en los meses anteriores por problemas de transporte y la entrada en vigor del tratamiento en frío) permitió agotar los stocks de naranja procedentes del hemisferio sur en el mercado europeo y favoreció las ventas del producto español.
- Desde noviembre a enero: cuando la naranja española ha estado prácticamente sola en el mercado. A partir de noviembre se han alcanzado cotizaciones semejantes a los máximos registrados en los últimos cinco años, superándolos a partir del mes de diciembre.
- A partir de enero: los precios se han comportado bien, pero se han mantenido en la línea de campañas anteriores, debido a la mayor entrada de naranja procedente de Grecia y Egipto, destacando el aumento de los envíos egipcios en el primer trimestre de 2023, favorecidos por una buena cosecha y la devaluación de la libra en Egipto que ha mejorado su competitividad en los mercados internacionales.
El comportamiento de las importaciones de la UE+Reino Unido de países como Sudáfrica o Egipto, ponen de manifiesto una competencia creciente en nuestro principal mercado, así como la sensibilidad del sector a las variaciones de oferta.
En esta campaña la repercusión sobre los precios ha sido positiva por la menor producción nacional. Sin embargo, en el futuro pueden darse situaciones de sobreoferta como en 2021/22 que hagan caer los precios en un contexto de normalidad productiva en España.
En el futuro pueden darse situaciones de sobreoferta que hagan caer los precios en un contexto de normalidad productiva en España
De hecho, se espera que la oferta española de naranjas aumente en los próximos años debido a la tendencia creciente de la superficie cultivada que está teniendo lugar desde 2018/19, aumentando su potencial productivo hasta superar los 4,3 millones de toneladas.
Tendencia descendente del consumo de naranja
La menor cantidad de producto disponible y el aumento de los precios han contraído el consumo en España y en Europa.
En España, este descenso se ha materializado, según los datos del Panel de Consumo Alimentario, en una reducción de las cantidades de naranja adquiridas en los hogares del -10,1 %, agudizando la tendencia descendente del mismo de los últimos años y que ha continuado tras la pandemia.
Así, el consumo de naranja per cápita ha ido cayendo hasta bajar un -37 % en 2022 respecto a 2010.
La menor producción y menor poder adquisitivo del consumidor debilita el consumo en los hogares españoles, y mantiene la tendencia descendente de los últimos años
Retroceso en los mercados internacionales
Esta reducción de la oferta y consumo ha tenido su reflejo en las importaciones realizadas esta campaña por la UE+Reino Unido que han disminuido un -7,3 % en volumen, pero que han aumentado un +8,2 % en valor.
La mayor producción en Grecia y Egipto, ya comentada, junto con el descenso de las cantidades en España, han facilitado la entrada en el mercado europeo de naranja procedente de estos orígenes.
Las cantidades enviadas por Sudáfrica se han mantenido estables en parte por el menor volumen comercializado al inicio de la campaña. De cara a 2022/23, se espera que la producción sudafricana alcance las 1,6 millones de toneladas debido a unas buenas condiciones de cultivo y el incremento de superficie.
Sin embargo, las importaciones podrían verse afectadas por los elevados costes marítimos y los problemas de las infraestructuras públicas y suministro eléctrico.
Respecto al comercio exterior, las exportaciones hasta mayo han retrocedido un -17,4 % en volumen. Sin embargo, se han mantenido costantes en valor por el incremento de los precios (+21 %) con un incremento del importe de las ventas desde diciembre hasta marzo.
El valor de las exportaciones a Alemania y Francia, principales destinos, ha aumentado a pesar del descenso de los volúmenes
Según países, ha tenido lugar una reducción generalizada en volumen para los principales destinos, siendo especialmente acusada en el caso de Italia y Reino Unido. En el mercado británico han caído las importaciones totales de naranja en estos meses (septiembre-mayo), siendo España el proveedor que más ha disminuido sus volúmenes, seguido de Egipto.
Las ventas españolas en valor han presentado un resultado positivo en Alemania y Francia, los dos países con mayor peso en el total comercializado.
Todo lo anterior nos lleva a afirmar, que el resultado de la campaña de naranja ha sido ajustado, aunque mejor de lo esperado tras el primer tramo de la campaña, ya que las cifras económicas de exportación finalmente se han mantenido por el aumento de los precios medios de exportación.
Mandarina
Menor producción en España
La producción mundial de mandarina ha sido ligeramente superior a lo esperado al inicio del periodo productivo, aunque menor respecto a la campaña anterior. Así, la oferta global en 2022/23 se ha reducido un -2,4 % respecto a 2021/22 con un total 36,9 millones de toneladas, según las últimas estimaciones del USDA (julio 2023).
Este descenso se debe a la menor cosecha en las principales zonas productoras, siendo la evolución de los volúmenes más negativa en Europa (-3,9 %) que en los países extracomunitarios (-2,3 %). No obstante, el comportamiento según países ha sido dispar. En aquellos más representativos fuera de la UE:
- China: se han cumplido las primeras estimaciones con un total de 26,5 millones de toneladas (-2,0 %) por un descenso en los rendimientos.
- Turquía: la producción de mandarina turca se prevé más elevada que la campaña anterior con un total de 1,9 millones de toneladas (+2,8 %) frente a las 1,5 millones inicialmente previstas por las heladas que tuvieron lugar en el periodo de floración.
- Marruecos: la cosecha marroquí también ha sido algo superior a los primeros aforos, con un total de 927.000 toneladas. No obstante, este volumen ha supuesto un descenso del -32 % respecto a la campaña anterior por el estrés termico, la sequía y la reducción de la superficie cosechada.
- Sudáfrica: ha mejorado sus cifras de producción alcanzando una cosecha récord de 680.000 toneladas por la disponibilidad de agua suficiente en las principales áreas de producción y la entrada en producción de nuevas plantaciones.
Aunque el USDA ha revisado al alza las previsiones iniciales, la reducción de la oferta ha sido considerable en algunos países como España y Marruecos
La producción en la UE se ha estimado en un total de 3 millones de toneladas. Esta disminución se ha debido principalmente al descenso de la cosecha española por las elevadas temperaturas y dificultades para el riego, que se ha materializado en 1,9 millones de toneladas y un -11,8 % respecto a la campaña anterior.
Por el contrario, la producción italiana se ha mantenido estable, mientras que la griega ha mejorado (28 %) por unas condiciones de cultivo favorables, recuperándose así de la baja cosecha de 2021/22.
La caída de la producción española de mandarina, como en el conjunto de los cítricos, se ha debido a unas condiciones meteorológicas adversas durante el periodo productivo. Inicialmente, las lluvias en primavera dificultaron la floración y el cuajado de los frutos. Posteriormente las altas temperaturas durante el verano y la sequía afectaron negativamente a la producción.
Las cotizaciones de mandarina se disparan en enero
Como resultado de esta menor oferta, los precios en origen se han visto favorecidos hasta alcanzar un precio medio de campaña para 2022/23 de 64,18 €/100 kg, lo que representa un 37,5 % más que en la campaña anterior.
El precio medio de las variedades con royalty o de club ha sido mayor ha sido más elevado, por ser un producto más valorado en el mercado.
No obstante, es destacable el incremento experimentado por la cotización media de Nadorcott, que ha supuesto un 61,2% más que en 2021/22.
La menor disponibilidad de producto, la bajada de las temperaturas y la entrada en el mercado de las variedades con royalty, disparan las cotizaciones desde enero
Los precios medios han presentado una tendencia al alza a partir de octubre, cuando la producción nacional lidera el mercado. Este aumento se ha acentuado a mediados de enero por la menor disponibilidad de producto, la bajada de las temperaturas y la entrada en el mercado de las variedades con royalty.
Disminución del consumo de mandarina
La menor oferta junto con la situación económica y los elevados precios han provocado una contracción del consumo global y europeo. El USDA ha estimado (julio de 2023) estos descensos en un -3,3 % y -3,7 %, respectivamente, lo que representa una reducción mayor a las previsiones iniciales.
En España, el consumo en los hogares ha caído un -9,1 % en volumen respecto a la campaña anterior (septiembre-abril) lo que supone dos campañas consecutivas con una reducción de las compras domésticas.
En valor, estas han aumentado del 6,7 % respecto a la campaña anterior, poniendo de manifiesto el mayor desembolso realizado por los consumidores (septiembre-abril).
Aunque la tendencia de consumo de mandarina es más estable que la de naranja, en ambos casos es necesario establecer medidas para fomentar el consumo
Las cifras negativas del consumo de mandarina en España en las dos últimas campañas se deben principalmente a las situación de producción y contexto económico, ya que su tendencia es mucho más estable que la de naranja.
No obstante, en ambos casos es necesario establecer medidas para fomentar el consumo, especialmente en nuestro país donde los datos muestran un deterioro mayor.
Contracción de las exportaciones y del mercado europeo
El mercado europeo de la mandarina se ha contraído con intensidad en volumen respecto a la campaña anterior, un -16,2 %, si bien en valor se han mantenido constante. Gran parte se debe al retroceso de España, habitual líder en el mercado durante los meses analizados.
El retroceso de los envíos españoles y marroquíes al mercado europeo se deben a una reducción de su producción
Además de la reducción de los envíos españoles, destaca el retroceso de los procedentes de Marruecos, que también ha presentado una acusada reducción de su producción.
De los principales suministradores, solo Grecia, Italia e Israel han mejorado sus cifras en volumen y valor respecto a 2021/22 debido a una mayor disponibilidad de producto y menor presión en el mercado por el resto de proveedores.
El buen comportamiento de la mandarina israelí se ha debido a que la meteorología ha facilitado una campaña abundante y de calidad, con una mayor oferta de la variedad Orri, muy bien recibida en el mercado y principal cítrico exportado por Israel.
La escasez de producto en el mercado europeo y la mayor oferta de mandarina Orri en Israel ha favorecido las importaciones de este país
Respecto a las importaciones de la UE de Sudáfrica, estas han disminuido respecto a la campaña anterior, aunque las del Reino Unido se han mantenido estables. Esto ha sido debido a las dificultades comerciales que ha tenido este proveedor: problemas internos en los puertos y el suministro eléctrico, así como el incremento de los costes.
Sin embargo, los volúmenes totales (septiembre-abril) han sido un 36,3 % superiores al promedio de las 5 últimas. Asimismo, la evolución de la producción y exportación de mandarina sudafricana se espera que aumente en los proximos años por el aumento de la superficie cultivada, incrementando la presión en el mercado al inicio del periodo productivo español.
En cuanto a la evolución de las exportaciones españolas, se han reducido un -18,2 % en volumen y un -0,5 % en valor (septiembre-mayo), con un total de 1,1 millones de toneladas y 2,3 millones de euros.
La campaña de mandarina en nuestro país ha sido más corta de lo habitual, lo que ha quedado reflejado en que las ventas han presentado descensos más significativos en volumen y valor al inicio y final del periodo productivo.
En esta campaña el descenso ha sido generalizado para los principales destinos de exportación, destacando el retroceso en volumen y valor experimentado en las operaciones realizadas con Italia y Polonia. En ambos casos, la contracción de las cantidades comercializadas han sido tan acusadas que no han podido compensarse vía precio.
Los datos analizados muestran un resultado de campaña para mandarina positivo, aunque más ajustado de lo esperado dado el comportamiento de los precios. La disminución de la producción y su influencia en el comercio exterior, junto con el contexto inflacionario actual ha terminado por erosionar la rentabilidad.
Conclusiones
El resultado de la campaña de naranja y mandarina ha sido más negativo de lo que cabría esperar por el comportamiento de los precios.
Aunque los precios aumentaron, este incremento no logró contrarrestar la disminución en la producción y el consumo. Esta situación se vio agravada por un contexto desfavorable marcado por la inflación y la disminución del poder adquisitivo.
A pesar de estas dificultades, el balance de la campaña muestra una situación relativamente más positiva para la mandarina en comparación con la naranja. Esto se debe en parte al punto de partida del periodo 2021/22, que resultó ser más favorable para este tipo de cítrico.
En 2022/23, la reducción de la oferta de naranja (-19,9 %) y mandarina (-11,8 %) ha favorecido los precios en origen durante todo el periodo, presentando valores medios superiores a la campaña 2021/22 en un 82 % en naranja y en un 37,5 % en mandarina.
Sin embargo, esta menor producción ha afectado negativamente a los niveles disponibles de producto para el consumo y la comercialización, que ha sido más acentuada por la ya mencionada situación económica derivada de la guerra en Ucrania y la inflación.
Así, el consumo en los hogares españoles ha descendido desde septiembre hasta abril un -10,1 % en naranja y un -9,1 % en mandarina. Tampoco han ayudado las elevadas temperaturas otoñales, ya que suele asociarse el consumo de cítricos con el frío por sus características saludables y alto contenido en vitamina C.
No obstante, hay que señalar que la caída del consumo no es solo fruto de la coyuntura actual, sino una cuestión más estructural, especialmente en el caso de la naranja, tal y como muestra la evolución de su consumo per cápita que ha caído un -37 % desde 2010 hasta 2022.
En Europa el descenso en las cantidades consumidas se ha materializado en un -8 % en naranja y en un -3,7 % en mandarina.
Esta contracción del consumo junto con la menor producción se ha dejado notar en los mercados internacionales, con retrocesos en volumen tanto de las exportaciones españolas como de las importaciones de los países de la UE+ Reino Unido.
Las exportaciones en valor hasta mayo han presentado un importe similar al presentado en 2021/22, lo que supone una lectura diferente para los dos productos: más negativo en naranja, ya que en la campaña anterior sufrió un descenso por segundo año consecutivo, y más positivo en mandarina, cuyo importe mantuvo una tendencia ascendente.
Por otra parte, a la menor cantidad de producto y la ralentización de la demanda hay que sumar unos costes de producción que se han mantenido elevados, por encima de los niveles prepandemia, a pesar de que han ido disminuyendo desde principios de año.
Todo ello ha provocado una cierta erosión de la rentabilidad en 2022/23, pero que se mantiene en el tiempo en el caso de la naranja, muy sensible a la oferta disponible en el mercado.
Asimismo, la tendencia creciente de la superficie en España y en otros países competidores aumentará el potencial productivo nacional e internacional, lo que puede afectar negativamente a su valor.
De hecho, en 2021/22 la naranja presentó los precios más bajos de los últimos cinco años sin llegar al máximo productivo. Esto tuvo lugar por el aumento de la oferta nacional y de otros orígenes competidores en deteminados momentos de la campaña que el mercado no pudo absorber de la forma deseada.
Si bien es cierto que 2022/23 ha sido la primera campaña tras la aprobación del tratamiento en frío de la falsa polilla, y que esto dificultó las importaciones de este cítrico a la UE en las semanas posteriores, los datos de comercio muestran que esta medida no va a traer grandes cambios en los volúmenes de entrada al mercado europeo de los países afectados. No obstante, es una medida muy positiva para el sector en cuanto a cuestiones fitosanitarias.
Por tanto, es necesario crear estrategias que permitan la diferenciación de los cítricos españoles en el mercado y el incremento del valor añadido, ya que la presión creciente en el mercado va a continuar y es inevitable.
Estas han de estar basadas en la calidad y en la garantía de consumo de un cultivo llevado a cabo con los estándares europeos de sostenibilidad, así como en una mayor organización de la producción que evite la sobreoferta de nuestro producto. También en la búsqueda de nuevas alternativas en la industria, y en la promoción y fomento de consumo en fresco.
Todo ello con el objetivo de mantener y fortalecer el liderazgo de España en el mercado y así aumentar la rentabilidad del campo y de las empresas del sector.