01 June 2004
El control biológico es el que, junto a otros factores, permite la regulación natural de poblaciones en un determinado ecosistema, y es por ello por lo que retomado y aplicado por el hombre se convirtió en uno de los métodos más antiguos en la protección de los cultivos.
No obstante, su reconocimiento en el mundo científico data de finales del siglo XIX, coincidiendo con el exitoso control de Icerya purchasi (cochinilla acanalada) ejercido por el depredador Rodolia cardinalis, que sentó las bases de la teoría clásica de este tipo de defensa contra plagas.
A pesar de ello, los métodos y programas desarrollados cayeron en desuso, o fueron relegados a un segundo plano en la década de 1940, tras el descubrimiento de los modernos plaguicidas orgánicos de síntesis.
Hoy día vuelve a existir un creciente interés por el control biológico como forma de control de plagas, debido a la ineficiencia de muchos de estos plaguicidas, la aparición de resistencias, y sobre todo a la preocupación creciente de la sociedad por el respeto al medio ambiente, y la seguridad y salud de productores y consumidores.