01 June 2009
La dinámica económica de los últimos años, en la que el crecimiento se ha basado en el sector de la construcción residencial y la expansión del consumo interno, se ha roto.
Hay que buscar otros puntuales en los que basar el desarrollo a corto y medio plazo. Esto debería implicar importantes cambios de carácter estructural e institucional. En esta coyuntura, el sector agroalimentario puede volver a jugar un papel relevante en el PIB nacional.
En España existe una importante red de producción primaria, complementada con una planta industrial muy amplia.
La presencia territorial en el comportamiento de los consumidores, abren ventanas de oportunidad que pueden ser aprovechadas por las empresas
Cierto es que nuestro sistema agroalimentario adolece de algunas limitaciones que pueden hacer que esas oportunidades se conviertan en impulsos creados de valor, pero si éstas se identifican adecuadamente, se pueden poner en marcha políticas conducentes a limarlas o incluso hacerlas desaparecer.