24 February 2023
Importancia mundial
El cultivo del pistacho ha experimentado un importante crecimiento, aumentando la producción en más de 251.000 toneladas durante los últimos 5 años, hasta alcanzar las 825.599 toneladas en la campaña 2021/22.
EEUU es el principal productor mundial con el 63 % del total, seguido por Irán, Turquía y Siria
En cuanto al consumo, existen 4 grandes consumidores: EEUU, China, UE y Turquía, englobando entre ellos el 70 % de la demanda mundial.
Además, hay que significar el auge que muestra Egipto, donde hace 5 campañas el consumo era casi inexistente, y en la actualidad es superior a 22.000 toneladas.
Distribución del cultivo en España
La superficie en España ha mostrado una tendencia creciente durante los últimos años, hasta llegar a las 61.231 ha en 2021.
No obstante, para 2022 la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (ESYRCE) hace una estimación provisional de 66.466 ha, de las que el 50 % aproximadamente son plantaciones en régimen de agricultura ecológica, poniendo de manifiesto la importancia de este manejo sostenible.
El 68 % del cultivo se desarrolla en régimen de secano
En el siguiente mapa se muestran las provincias españolas donde el cultivo está presente, apreciándose una gran concentración en Castilla-La Mancha, que aglutina en 2021 el 75 % del total de la superficie.
Balanza comercial nacional
El incremento de la demanda interna durante los últimos años ha propiciado el importante incremento de las importaciones, para poder dar respuesta a las necesidades del mercado.
La producción interna también se ha visto incrementada en los últimos años, si bien hay que tener en cuenta que una gran parte de las plantaciones aún no están en plena producción.
Nuestras exportaciones se dirigen principalmente a países europeos
En el año 2022 tan solo hay datos disponibles hasta el mes de noviembre, y tanto el volumen de las importaciones como el de las exportaciones mostraban valores similares a los de los últimos años.
Un cultivo con lenta entrada en producción, pero rentable
En los últimos años, la mayor parte de plantaciones que se están llevando a cabo en nuestro país son plantaciones intensivas (300-500 árboles/ha) en régimen de secano, riego deficitario (con dotaciones de riego < 1.500 m³/ha-año) y regadío (> 1.500 m³/ha-año).
A continuación, se muestran algunos factores determinantes en la productividad de estos cultivos, habiendo tenido en cuenta el precio medio del pistacho en cáscara durante los últimos cinco años, según Lonja de Reus, que es de 4,74 €/kg.
Los datos mostrados en la tabla anterior son valores promedio obtenidos de consultas realizadas a empresas del sector, así como de estudios y proyectos de inversión analizados durante los últimos años.
Por este motivo, dependiendo de las condiciones particulares de cada parcela, estos podrán variar significativamente.
Para la obtención del EBITDA se han tenido en cuenta los ingresos generados durante los primeros quince años, así como los gastos anuales (fertilizantes, fitosanitarios, mano de obra, energía, gastos varios, etc.) durante ese periodo. No se han considerado posibles subvenciones o ayudas PAC que se puedan percibir.
El motivo de obtener periodos de retorno de la inversión superiores a doce años se debe fundamentalmente al largo periodo improductivo inicial, obteniéndose el pleno rendimiento sobre el año 10 aproximadamente, dependiendo de las condiciones climáticas de la zona, manejo del cultivo, elección de patrón y variedad que mejor se adapte, etc.
Por tanto, queda patente que en los tres tipos se obtienen retornos de la inversión en plazos acordes. Y teniendo en cuenta que se trata de un cultivo que puede presentar una vida útil prolongada gracias a un manejo adecuado, se traduce en que las tres tipologías de plantaciones presentan unas rentabilidades interesantes.
Como se puede observar, el modelo intensivo en regadío, a pesar de requerir una mayor inversión, sería el que mejor margen obtendría, obteniendo un menor periodo de retorno de la inversión.
Para ver cómo repercutiría un descenso del precio del pistacho en su cuenta de resultados, realizando un análisis de sensibilidad en el que solo se modifica esta variable, se aprecia que incluso bajando el precio a 3,9 €/kg, seguiría teniendo un periodo de retorno de la inversión inferior a 15 años.
Las nuevas plantaciones auguran un futuro prometedor
La variedad Kerman es la más implantada en España, siendo la que mayores horas frío precisa. Además, también se están plantando otras variedades como Larnaka o Sirora, variedades más tempranas y con menores necesidades de frío, dependiendo de las características y condiciones climáticas de la zona en cuestión donde se vaya a realizar la plantación.
Cada vez es más usual utilizar en las nuevas plantaciones plantones ya injertados con cierto desarrollo, ya que, aunque sean bastante más caros, permiten adelantar las primeras cosechas.
El significativo aumento de superficie que ha experimentado este cultivo durante los últimos años se refleja en que el 67 % se consideran plantaciones jóvenes, y el 15 % aún están en su primer año. Por tanto, durante los próximos años el volumen cosechado se multiplicará de forma considerable, una vez todas estas plantaciones alcancen su plenitud.
Al igual que en el resto de los frutos secos, en los últimos años predominan las plantaciones en fincas de grandes dimensiones, con objeto de poder optimizar los insumos gracias a economías de escala y maximizar sus beneficios.
De esta manera se ha conseguido ampliar el tamaño medio, desde las 2,45 ha/explotación en el año 1999 hasta alcanzar las 11,38 ha/explotación en 2020, según datos del INE.
Antes de llevar a cabo una nueva plantación es primordial realizar un enfoque empresarial de la inversión prevista, contactar con posibles empresas comercializadoras y contar con el asesoramiento técnico adecuado que permita maximizar el rendimiento productivo.
La considerable superficie dedicada al cultivo de pistacho ecológico es una apuesta por buscar un valor añadido, empleando técnicas orientadas a obtener un alimento saludable cada vez más demandado por los consumidores.
En España el Centro de Investigación Agroambiental ‘El Chaparrillo’, adscrito al Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), lleva bastantes años elaborando proyectos, ensayos e investigaciones sobre este cultivo, aportando grandes soluciones técnicas al mismo.
Desde Cajamar estamos contribuyendo a la expansión de este cultivo en el territorio nacional, y continuaremos fomentando el desarrollo sostenible del mismo, tanto con apoyo financiero mediante productos especializados y soluciones de negocio personalizadas, como poniendo a disposición del sector todo nuestro conocimiento agroalimentario