El cabrito y el pescado, las excepciones al aumento general del gasto en alimentación

Con la inflación, los españoles han gastado más en alimentación y disminuido su volumen de compra, aunque hay excepciones en algunas categorías como el cabrito o el pescado fresco, donde sí se ha ajustado el gasto.

Los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) muestran que el consumo en los hogares descendió el 6,1 % en el último año móvil hasta el pasado abril respecto al periodo comprendido entre mayo de 2021 y abril de 2022, mientras que el gasto se incrementó entonces el 4,5 %.

La subida de los precios de la alimentación explican ese mayor gasto, algo que, sin embargo, no ocurre en unas pocas categorías.

Así, por ejemplo, los hogares destinaron un 22 % menos a la compra de vinos de aguja, seguidos de vinos licorosos (-11 %), carne de conejo (-10 %), marisco (-9,9 %), vinos tranquilos (-9,6 %), carne de ovino-caprino (-6 %) y pescados (-4 %), entre otros productos.

Recortes en casa en favor de la hostelería

El experto de la consultora NielsenIQ Ricardo Alcón señala a Efeagro que el gasto en el canal general de alimentación se elevó un 12 % hasta finales de junio, según las cifras que manejan de la salida de caja de los detallistas.

"El gasto en las carnes estaría por encima en casi doble dígito, salvo en el cordero o el cabrito, donde estaría cayendo", junto a otras bajadas puntuales de frutas como el kiwi o familias de pescado como el gallo o el lenguado, apunta Alcón.

Asegura que todo el pescado fresco presenta un gasto "muy plano" porque ha disminuido bastante el consumo de este producto de precio medio-alto y este es más difícil de comprar, almacenar y refrigerar que el "refugio" que representa el pescado congelado.

En cuanto al vino, los datos de NielsenIQ revelan un crecimiento del gasto doméstico en torno al 1 o 2 %, debido sobre todo a que crece más en la hostelería.

También hay otras bebidas con un comportamiento "plano", si bien habrá que esperar al verano para ver cómo influye la meteorología en su consumo.

La influencia del entorno económico

En junio pasado, la menor subida de los alimentos llevó a la inflación a moderarse al 1,9 % en tasa anual en España, mientras que la inflación subyacente (sin alimentos ni energía) bajó al 5,9 %.

Alcón prevé que los precios de alimentación se moderen en lo que queda de año y "la gran duda es lo que ocurrirá con el volumen", puesto que la demanda de las familias se ha contraído un poco en el último año debido a la inflación y otras presiones de tipo económico como el alza de las hipotecas.

El especialista estima que los aumentos del gasto en alimentación "no serán tan altos" como los que acumulan tanto los frescos como los envasados.

Según un reciente estudio de la consultora Kantar, los consumidores españoles viven al día y, a pesar de la inflación, el 54 % de ellos considera que puede mantener su nivel de consumo, frente al 38 % que dice que es mejor reducirlo y el 8 % que quiere aumentarlo.

No obstante, persisten las reticencias a gastos que impliquen endeudamiento, como el pedir un préstamo para comprar una vivienda.

La directora de Marketing de Kantar Insights España, Teresa de Ledesma, detalla en una nota que "los hogares han aprendido a manejar situaciones económicas complejas" y han ajustado al alza la confianza en la situación económica del país en el segundo trimestre del año, volviendo a niveles de 2008.

El 54 % de los españoles recortó su gasto en alimentación y bebidas en el supermercado en el primer trimestre del año, a diferencia del consumo disparado en bares y restaurantes, según un libro del profesor del IESE José Luis Nueno, encargado por la patronal de gran consumo Aecoc.