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Perspectivas y dinámicas del mercado global de oleaginosas para 2024-2025

26 June 2024
Cadena de Valor
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Optimismo moderado para el mercado de oleaginosas, con precios estables por encima de niveles prepandemia, impulsados por mejoras en producción y la reducción de los costes
Un tractor en un campo de girasoles


26 June 2024

Los distintos Organismos internacionales, como el Banco Mundial, la OCDE y el FMI siguen manteniendo un optimismo cauteloso sobre la economía global, destacando una disminución más rápida de la inflación y mercados laborales fuertes, a pesar de los riesgos geopolíticos y desafíos económicos variables por regiones. 

Estas condiciones influyen directamente en el mercado de oleaginosas como la soja y el girasol, cuyos precios se espera que se moderen entre 2024 y 2025 debido a un aumento en la producción y mejores condiciones de suministro. 

Sin embargo, los precios de estos productos probablemente se mantendrán por encima de los niveles prepandemia. La reducción en los costos de los fertilizantes, gracias a la disminución de los precios energéticos y el aumento de la capacidad de producción, debería impulsar la productividad agrícola y, por consiguiente, estabilizar los precios de las oleaginosas en el mercado global.

Situación del mercado internacional

La dinámica del mercado mundial de la soja está determinada principalmente por la producción de los tres líderes globales: Brasil, Estados Unidos y, en menor medida, Argentina. Estos países representan conjuntamente el 80 % de la producción total de esta oleaginosa. 

En particular, Brasil ha experimentado un crecimiento significativo en su superficie cultivada en años recientes, ampliando progresivamente su liderazgo sobre Estados Unidos.

Brasil ha aumentado su superficie de soja en un 24 % en los últimos 5 años, y se espera que esta tendencia al alza continúe. A pesar de las devastadoras inundaciones en el sur del país, su impacto en la cosecha de este año (campaña 23/24 de la gráfica siguiente) fue limitado y se estima solo una disminución del un 6 % y se anticipa un rebote en la producción para la próxima campaña, una vez que el fenómeno de El Niño haya pasado.

Esta caída se ha visto compensada esta primavera por la recuperación de la cosecha en Argentina y por las previsiones en EEUU, donde se prevé un aumento del 4 % en la superficie de soja este año en detrimento del maíz, lo que podría resultar en un incremento del 7 % en la cosecha al final del verano.

 

 

A pesar de la reducción de la cosecha de soja en esta campaña en Brasil, China ha mantenido su política de diversificación de suministros hacia países políticamente más afines, similar a lo que ha hecho con el maíz y la carne. 

Esto se ha traducido en un incremento de las compras de haba de soja de Sudamérica, donde además, el precio de la soja ha sido más bajo que el proveniente del golfo de México durante buena parte de la campaña. 

Es previsible que esta tendencia continúe en el futuro, y que la participación de EEUU en el comercio con China siga disminuyendo debido a las tensiones comerciales entre ambas potencias.

 

 

En relación con el girasol, otra importante oleaginosa, se anticipa que la producción mundial se mantenga estable en comparación con el año anterior. Se espera que el aumento de la producción en la Unión Europea compense la disminución del 3 % que el USDA espera que haya en Ucrania, que ha sido afectada por condiciones climáticas adversas.

 

 

La preocupación por el impacto de eventos climáticos en Brasil impulsó la cotización de la soja durante el segundo trimestre de 2024, lo que permitió reducir un diferencial con el precio de la soja estadounidense que estaba en máximos por estar el hemisferio sur en campaña y por el contexto de fortalecimiento del dólar, que lleva una revalorización de un 11 % frente al real brasileño en el último año. 

Actualmente, los precios han comenzado a corregirse a la baja, debido a las expectativas de una buena cosecha en EEUU y a que los daños fueron limitados en Brasil. 

Además, el diferencial de precios con Ucrania se ha reducido gracias a la normalización del conflicto y la continua exportación de grano desde ese país, aunque las expectativas de mejora en la producción han iniciado una senda bajista en los precios.

La reducción del diferencial de precios entre el girasol ucraniano y el europeo ha sido particularmente marcada, alcanzando mínimos desde la invasión. Esta disminución se debe tanto a factores estacionales como a la expectativa de una mayor escasez debido a la reducción anticipada en la producción de Ucrania.

 

Situación del mercado europeo y español

Para la próxima cosecha se anticipa en España una reducción en la superficie de siembra de cultivos oleaginosos, como el girasol, y de otras leguminosas, debido principalmente al clima, pero también a otros factores como la simplificación de la PAC en el caso de otras leguminosas.

Concretamente, se prevé que la superficie destinada al cultivo de girasol en España disminuya en aproximadamente 1.800 hectáreas, lo que representa apenas un 0,2%, alcanzando un total de 775.000 hectáreas. 

En contraste, la superficie dedicada a otras leguminosas (leguminosas de grano y veza forrajera) podría reducirse en cerca de 39.000 hectáreas, un 5 % menos que el año anterior, cuando la implementación de la nueva PAC impulsó significativamente las siembras. 

De manera provisional, esta superficie se situaría en 705.000 hectáreas. Por otro lado, solo la superficie de alfalfa podría experimentar un aumento del 6 %, es decir, unas 7.600 hectáreas adicionales, favorecida por la recuperación de las reservas hídricas.

 

 

A pesar de la reducción de superficie en España, se espera que una mejora climática en España y Europa (salvo Francia) con respecto al año pasado potencie significativamente los rendimientos del girasol. Según estimaciones de la Comisión Europea, esto podría resultar en un incremento del 1 % en la producción de girasol en España y del 8 % en Europa.

En cuanto a la colza, no se prevé un aumento de producción en Europa debido al descenso de superficie cultivada; sin embargo, en España, el aumento tanto en superficie como en rendimientos podría elevar la producción en un 52 %.

Finalmente, los rendimientos de los cultivos proteicos podrían mejorar tanto en Europa como especialmente en España, donde se espera un crecimiento de más del 100 %. A pesar de una considerable reducción en la superficie cultivada, se anticipa que la producción aumente un 26 %.

 

Comercio exterior de España

El clima adverso y la disponibilidad de materias primas han alterado la composición de las importaciones de los tres principales productos derivados de las oleaginosas

En primer lugar, la escasa producción de girasol y aceite de oliva también ha resultado en un aumento del 53 % en las importaciones de aceite de girasol desde octubre hasta marzo, comparado con el mismo período en la campaña anterior.

En segundo lugar, durante la presente campaña de comercialización, las importaciones de torta de soja, producto en el que Argentina destaca como importante productor, han experimentado una notable reducción. 

Esta situación ha llevado a incrementar las importaciones de habas de soja para satisfacer la creciente demanda de piensos.

 

 

Estos cambios en las importaciones están en gran parte condicionados por la sequía que afectó a Argentina durante la cosecha de 2023, reduciéndola en un 43%. Esto llevó a una notable disminución en las compras de torta de soja durante todo el año 2023. 

Adicionalmente, las menores cosechas en Brasil y el creciente interés de China por la soja brasileña han redirigido nuestras compras de granos de soja hacia EEUU, a pesar del diferencial de precios y la revalorización del dólar.

 

Conclusiones

A pesar del crecimiento económico modesto y los riesgos geopolíticos, el optimismo cauteloso de entidades como el Banco Mundial, la OCDE y el FMI sugiere un escenario favorable para el mercado de oleaginosas como la soja y el girasol. 

Este panorama se ve respaldado por una mejora en las condiciones económicas y una rápida disminución de la inflación, factores clave que impulsan las expectativas positivas. 

A nivel de producción, Brasil, si bien ha aumentado notablemente su superficie cultivada, vio afectada su cosecha por una serie de inundaciones, aunque el aumento en Argentina y EEUU podrían compensar estas pérdidas.

Aunque los precios se han estabilizado, se espera pueden tener cierto margen de bajada en el medio plazo, pero siempre manteniéndose por encima de los niveles prepandemia, debido a la reducción en los costes de los fertilizantes y mejoras en las condiciones de suministro. 

En Europa, la producción de girasol podría ver un incremento gracias a las mejoras climáticas en el sur de Europa, principalmente en España, aunque la situación para la colza y otras leguminosas es menos optimista con reducciones en la superficie de siembra que podrían impactar negativamente la producción total.

En el ámbito del comercio exterior, los cambios en las fuentes de suministro por parte de China y las adaptaciones a los daños climáticos en España reflejan un enfoque proactivo ante la volatilidad del mercado, cambios en las prioridades estratégicas y las necesidades de abastecimiento. 

Se anticipa que los rendimientos y la producción de oleaginosas en España y Europa mejoren en las próximas campañas, aunque los retos climáticos y las políticas agrícolas seguirán siendo factores determinantes.