El comercio exterior andaluz, uno de los más afectados por la sequía
Existe una edición actualizada de este informe. Ver aquí.
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El comercio agroalimentario sigue marcando récords, a pesar de la delicada situación que padece el campo español. Todo ello a consecuencia de la sequía.
El valor de las exportaciones agroalimentarias supera los 46.000 millones de euros durante los ocho primeros meses de 2023, lo que supone un aumento interanual del 4,6 %.
A pesar del buen comportamiento del valor suministrado, el volumen comercializado retrocede hasta las 23 millones de toneladas. Este año hemos dejado de exportar 2,6 millones de toneladas de productos agroalimentarios.
España deja de exportar 2,6 millones de toneladas de productos agroalimentarios
Sin embargo, se ha de tener en cuenta a un enemigo silencioso, a pesa de los “buenos” datos económicos del comercio exterior agroalimentario de España: la inflación.
Según EUROSTAT, los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido uno de los productos más afectados por la subida que ha experimentado el índice de precios al consumo.
Dicho indicador, con base en 2015, supera los 140 puntos en la zona euro y los 137 en España en agosto de 2023 (el valor dado por el INE lo situó en 126 puntos, pero su base está en 2021).
Tanto en la zona euro como en España, la inflación de los alimentos ha crecido 13 puntos entre agosto de 2022 y agosto de 2023.
Todo ello hace que, posiblemente, en el periodo de estudio, las exportaciones agroalimentarias hayan experimentado una leve caída interanual como consecuencia de bajada del volumen exportado y la inflación.
El valor de las importaciones, por su parte, aumentó más de siete puntos porcentuales en los ocho primeros meses del año. Las compras en el exterior superan ya los 35.000 millones de euros.
Sobre todo, hay que destacar el incremento del volumen de alimentos que España ha requerido del exterior, tanto para sostener la demanda realizada por la población, como para mantener los requerimientos de la industria agroalimentaria.
España ha necesitado casi cinco millones de toneladas de alimentos más durante los primeros ocho meses de este año con respecto al anterior. Esto se traduce en un aumento interanual del volumen importando de casi el 17 %, situándolas en más de 34 millones de toneladas.
España importa cinco millones de toneladas de productos agroalimentarios más que el año pasado
Sin duda, tal y como se ha indicado en informes previos, la situación excepcional que padece el campo español no continuará eternamente. En los últimas semanas, a pesar de tener unas temperaturas más elevadas de lo normal, también se han registrado lluvias, que aunque no son suficientes para acabar con la sequía hídrica, sí aliviará en parte la situación del campo.
No obstante, algunas algunas de ellas de carácter han sido torrenciales, por lo que incidirán negativamente sobre el rendimiento de cosecha de ciertos cultivos. Otras lo han hecho de forma adecuada, por lo que la productividad se verá mejorada.
En definitiva, nos enfrentamos a un panorama en el que puede haber una recuperación parcial del mercado exterior, reduciéndose, por tanto, la cantidad de alimentos importada. Por ello, tiene una importancia vital que nuestros operadores agroalimentarios no pierdan su liderazgo en comercio exterior en virtud de terceros países competidores.
Juan Carlos Pérez Mesa, para el caso de las compras de tomate realizadas por Alemania lo ha identificado: “España se mantiene como suministrador relevante, pero ya de segunda línea, en Alemania”.
España no debe perder la posición de liderazgo agroalimentario en el mercado exterior
El saldo comercial del valor se mantiene en positivo, pero retrocede casi cuatro puntos porcentuales hasta agosto de 2023. Se ha quedado cerca de los 11.000 millones de euros.
En cambio, el saldo comercial del volumen es negativo. Casi alcanza las nueve millones de toneladas negativas. Con ello se refleja la dependencia de España del mercado exterior, la cual se agudizó desde 2021. No hemos dependido tanto de los productos agroalimentarios del exterior como ahora.
España, en el tiempo reciente, depende más de sus proveedores agroalimentarios
Las frutas, según su valor, han sido los productos más exportados durante los primeros ocho meses del año. Alcanzan una cotización que supera los 6.900 millones de euros.
Sin embargo, son las carnes las que durante este 2023 experimentan un mayor crecimiento. La diferencia entre ambos productos es de poco más de 100 millones de euros, cuando el año pasado superaba los 600 millones de euros.
La explicación radica en la bajada de los rendimientos que ha sufrido el sector frutícola, reduciendo con ello su oferta al mercado.
Las carnes son uno de los productos que más ascienden su valor en términos absolutos
Durante agosto de 2023, las frutas que experimentaron los mayores aumentos en su cotización en los mercados internacionales fueron las manzanas y los albaricoques, tanto frescos como secos.
En cambio, otras, como las sandías y los melones y las uvas frescas, han reducido en gran medida su venta exterior, en hasta un 40 %.
En cuanto a las carnes, solo la carne de porcino experimenta un incremento del valor exportado (14,4 millones) en agosto de 2023.
Las hortalizas continúan siendo, según su valor, el tercer producto más demandado por los compradores de fuera de España. Tras la parada estacional de los modelos de producción, volverán a ganar terreno en las exportaciones españolas durante el final de año.
En agosto de este año, las patatas (84,1 %) y las cebollas (9,8 %) fueron los productos que más aumentan el valor de su mercado exterior.
Los pescados han sido los productos que más ha demandado España a sus proveedores. Sin embargo, el valor y el volumen de las importaciones descienden siete y cinco puntos porcentuales, respectivamente, debido a la bajada del consumo nacional.
Las importaciones de cereales reducen su tasa de variación interanual en valor durante el mes de agosto, la cifra se reduce hasta el 7,4 %. Sin embargo, la tasa de variación interanual del volumen se sigue mantenido elevada.
En Europa, la campaña del cereal avanza con normalidad, principalmente la cosecha de invierno. Las altas temperaturas estivales han afectado algo a la cosecha de maíz.
No debemos olvidar la delicada situación que padece uno de los principales proveedores de grano de la zona euro, Ucrania. Para hacernos una idea, el puerto de Tarragona ha recibido más de dos millones de toneladas de cereal ucraniano durante lo que llevamos de año.
Hace unas semanas, Ucrania consiguió que la flota rusa desplegada en el Mar Negro retrocediese, lo que permitió la salida de 25 mercantes cargados de cereal.
Sin embargo, hace unos pocos días, ministro de Agricultura de Ucrania, Mikola Solski, solicitó de ayuda para garantizar la seguridad en el suministro de cereal, pues considera que es insuficiente.
Sin duda, la situación de Ucrania va a tener una influencia capital sobre la cotización futura del cereal.
Francia (7.485 millones de euros y 4,4 millones de toneladas), Alemania (5.599 millones de euros y 3,0 millones de toneladas) y Portugal (4.728 millones de euros y 2,8 y 4,4 millones de toneladas) fueron los socios comerciales que lideraron la compra de productos agroalimentarios españoles durante los ocho primeros meses de 2023, si se observa el valor y el volumen comercializado.
En cuanto al tipo de producto, Francia ha incrementado sus compras de carne de porcino y de hortalizas como los pimientos, mientras que Alemania sus adquisiciones de pimientos, albaricoques y cítricos. En cambio, Portugal aumentó las compras de productos lácteos, carne de porcino y frutas.
Sin embargo, si observamos la tasa de variación interanual del valor de los 20 principales destinos, Rumanía, República Checa y Polonia han sido los territorios que más han aumentado su abastecimiento desde España de productos agroalimentarios. Uno de los factores es un aumento de la demanda de carne de porcino. En República Checa y Polonia también ha ascendido también el comercio de frutas y hortalizas.
En el lado opuesto se encuentran Corea del Sur y China. Sus mercados se contraen un más de un 15 %. En ambos territorios desciende la demanda de carne de porcino y aceite de oliva.
Los principales proveedores agroalimentarios de España durante los ocho primeros meses de 2023, si observamos el valor, han sido Francia (4.521 millones de euros), Países Bajos (2.620 millones de euros) y Alemania (2.184 millones de euros).
En cambio, en volumen, los suministradores más importantes cambian parcialmente. Ucrania (5,5 millones de toneladas), Francia (4,7 millones de toneladas) y Brasil (3,7 millones de toneladas) han encabezado este ranking.
La razón del anterior comportamiento radica en el valor de los productos importados.
Mientras que desde Francia, en valor, han destacado las importaciones de cereales y lácteos, desde Países Bajos preponderan las adquisiciones de carne, productos lácteos y aceites, y desde Alemania los productos lácteos y las preparaciones alimenticias.
Por su parte, Ucrania ha destacado como proveedor de cereales, mientras que Brasil lo ha hecho den la soja. Todo ello si observamos el volumen comercializado.
A pesar del liderazgo de estos países en el suministro de productos agroalimentarios a España, no todos han aumentado la cuota de mercado en el periodo de análisis. De hecho, observando la tasa de variación interanual del valor, y, excluyendo a Ucrania por la vuelta de las importaciones tras el inicio de la guerra, solo Países Bajos ha tenido un crecimiento superior al 20 %.
Además, alguno de los proveedores líderes en volumen, como Brasil, han reducido su mercado en casi un 20 %. La explicación reside en una bajada de las importaciones de cereales (más de un 46 %) y de soja (más de 11 %).
Cataluña consolida su posición de liderazgo autonómico en las exportaciones agroalimentarias, superando los 10.000 millones de euros de ingresos hasta agosto.
Solo Melilla, Illes Balears, Principado de Asturias, Canarias y Andalucía no siguen la dinámica nacional y descienden sus exportaciones.
En concreto, el territorio andaluz continúa en segunda posición del ranking de ventas, con un valor que supera los 9.500 millones de euros. La sequía y otros problemas coyunturales que afectan a los subsectores agrícolas y ganaderos han hecho que se dejen de exportar casi 1,1 millones de productos agroalimentarios, reduciendo su cuota de mercado un 20,1 % interanual en volumen. Esta cantidad supone casi la mitad del volumen que ha dejado de suministrar España al exterior.
El volumen que deja de exportar Andalucía supone casi la mitad de la bajada de suministro nacional al exterior en este 2023
Merece la pena hacer una reflexión sobre el actual modelo de desarrollo agrícola y su dependencia del agua. Un recurso que cada vez es más escaso.
En primer lugar, por la propia producción de los cultivos de secano, cuyo rendimiento depende de las precipitaciones.
En segundo lugar, y, principalmente, por los propios cultivos de regadío, donde se realizan aportes hídricos externos.
Por ejemplo, el territorio andaluz es una de las regiones españolas que cuenta con la mayor superficie de regadío, con más de 1,1 millones de hectáreas. Por ello es su bajada de producción.
La tendencia de los últimos años es que los cultivos de regadío han ido incrementando su importancia de manera paulatina.
Los cultivos de regadío incrementan su importancia en la agricultura española
La mala situación climática que ha atravesado España, a causa de la sequía, ha hecho que los recursos hídricos desciendan de manera notoria en todo el país.
Con ello, se ha reducido el rendimiento de cosecha de los cultivos de secano y las concesiones del agua dada a los cultivos de regadío, que han tirado casi por los suelos las producciones de estos cultivos.
La escasez actual del agua y, previsiblemente futura, por las consecuencias del cambio climático, hace que se tengan que tomar serias medidas para solventar las enormes desviaciones dadas en la productividad.
Para ello se ha de impulsar una estrategia de gestión del agua que se encuentre adaptada a las condiciones territoriales de cada comunidad autónoma, en función de la disponibilidad del propio recurso.
Además de fomentar el incremento en el uso de otras fuentes de agua alternativas (aguas regeneradas, desaladas, etc.), que permitan descender la presión ejercida sobre las fuentes de agua tradicionales, junto con la implementación de las tecnologías que mejoren la eficiencia del regadío.
El ranking de las importaciones permanece constante durante los últimos meses. Cataluña lidera la adquisición exterior de productos agroalimentarios. Sin embargo, resalta el incremento de más del 20 % del volumen adquirido por el territorio catalán. Supone un incremento interanual de 2,2 millones de toneladas, de las que 1,9 millones de toneladas son cereales.
La Navarra, Castilla y León, Asturias y Cantabria fueron las autonomías que más aumentaron sus importaciones, con variaciones interanuales de hasta el 67 %. La explicación reside en la mala de los productos agroalimentarios necesarios para alimento animal. Por lo que han necesitado aumentar el suministro externo de estos productos.
Solo Melilla, Galicia y Aragón reducen sus importaciones agroalimentarias en volumen.
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