El vino de alta gama en España. En el camino de la excelencia

España cuenta con numerosos vinos, bodegas y territorios vitivinícolas de alta gama. A pesar de ello, la presencia española en la alta gama vitivinícola mundial es relativamente reducida. 

La imagen del vino español en los mercados mundiales está muy influida por los vinos de gamas medias y bajas y por los graneles. El sector necesita hace un gran esfuerzo de marketing y comunicación para dar a conocer sus vinos de mayor prestigio.

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Durante el siglo XIX, y una buena parte del siglo XX, los vinos de alta gama en España fueron pocos y estuvieron muy orientados por las inversiones externas y la demanda de los mercados inglés y francés. 

En la actualidad, la alta gama vitivinícola española ha crecido y está presente tanto en el mercado interior como en el exterior, y la mayor parte de los proyectos son nacionales.

Su estructura es heterogénea, ya que en ella conviven bodegas clásicas y modernas. Aunque son muchas las que ofertan vinos de alta gama como tarjeta de presentación o para cubrir todos los segmentos del mercado, las más emblemáticas son aquellas especializadas en este tipo de vinos. 

Territorialmente, se encuentran repartidas en numerosas zonas de producción, pero hay una mayor densidad en las denominaciones de origen de Rioja, Ribera del Duero y Priorat. 

Además de dar a conocer la realidad de la alta gama vitivinícola española, nuestro país necesita promover más proyectos orientados a la búsqueda de la excelencia. 

Para ello cuenta con terroirs magníficos, excelentes técnicos, buenas instalaciones, herramientas de diferenciación y emprendedores deseosos de producir vinos únicos, aclamados por los expertos y de elevados precios. 

Los aficionados, por su parte, eligen los vinos que mejor se adaptan a sus gustos y posibilidades en cada ocasión, pero cuando pueden aprecian “darse un lujo” catando vinos famosos y cotizados. 

El sector vitivinícola español es consciente de este doble reto, que aparece como objetivo en numerosas  estrategias públicas y privadas. Sin embargo, todos los esfuerzos son pocos ante la necesidad de aumentar su prestigio y elevar los precios medios tanto del vino como de la uva. Este libro supone una aportación a este desafío. 

Con la participación de un elevado número de expertos nacionales e internacionales, se realiza un análisis detallado de la alta gama vitivinícola española y se estudian los factores asociados a la excelencia en el mundo del vino.

Todos los países productores están buscando posicionarse en este segmento de mercado, ya que son conscientes de los beneficios que se derivan para el sector y las zonas productoras. 

El líder mundial, Francia, procura no perder su ventaja y busca nuevas formas de seguir siendo la referencia internacional. Países como Italia han dado un gran salto, y España está en el buen camino, pero tiene que avanzar más rápido. 

Las nuevas pautas de consumo no auguran un incremento global de la demanda. El crecimiento en los mercados se va a producir hacia los vinos que mejor conecten con los gustos de los nuevos consumidores y los de mayor calidad. 

La competencia es encarnizada. La alta gama no se improvisa. Detrás de todos los casos de éxito hay una larga historia de producción, una cultura y un rico patrimonio vitivinícola, una visión y un compromiso reflejado en criterios exigentes y líderes carismáticos. 

La alta gama vitivinícola es una combinación irrepetible de activos tangibles e intangibles de alto valor. A la solidez de vinos redondos y elegantes hay que añadir una excelente comunicación, y todo ello debe transmitir la magia del glamur, la ilusión de la exclusividad y el espíritu creativo del arte. 

España está en el camino, y nosotros esperamos que este libro sea fuente de inspiración para acelerar este proceso.