10 May 2021
Las técnicas de semiprotección que se pueden emplear en cultivos hortofrutícolas, y en particular en hortícolas, se basan principalmente en la utilización de sistemas de acolchado. Generalmente con plásticos opacos, agrotextiles, con la opción de utilizar materiales biodegradables para reducir la presencia de adventicias.
Estos sistemas, pueden mejorar la estructura del suelo, reducen su erosión, al tiempo que permiten un ahorro de agua de riego al disminuir la evaporación del agua en el área de suelo mojada, especialmente en los sistemas de riego localizado.
Técnica del microtúnel con polietileno transparente
Otros sistemas de semiprotección se basan en el empleo de la técnica del microtúnel con polietileno transparente, polipropileno no tejido o incluso malla de hilos de polietileno, aunque también se pueden emplear estos materiales en la modalidad conocida como cubierta flotante, es decir, dejada caer sobre el cultivo.
Estos sistemas de semiforzado pueden utilizarse por separado o la combinación del acolchado con la técnica de microtúnel o cubierta flotante de manera simultánea.
Aportaciones de estos sistemas de semiprotección
Hasta hace poco tiempo se han empleado casi exclusivamente como estrategias de protección climática, para evitar ligeras heladas, efecto del viento, pedriscos y otros siniestros. Pueden ser utilizados bajo invernadero y principalmente en cultivo al aire libre.
En numerosos trabajos desarrollados en el Centro de Experiencias Cajamar (Paiporta, Valencia) también se ha constatado el efecto beneficioso de estos sistemas de semiprotección frente a la entrada de insectos transmisores de virosis, como pulgones, trips y mosca blanca, observando una mayor susceptibilidad de estas infecciones durante las primeras fases de cultivo. En estas experiencias se han apreciado reducciones significativas de la incidencia de virus.
La utilización de estos agrotextiles o láminas plásticas también reducen la incidencia de plagas, como consecuencia del efecto barrera que producen, lo que unido a la puesta a punto de estrategias de suelta de auxiliares para el control biológico durante ese período de cobertura ha resultado también una estrategia muy interesante, experimentando una reducción de los tratamientos fitosanitarios de manera clara.
Con estos resultados se constata que, aunque la plantación de algunos cultivos hortícolas al aire libre, como:
- Sandía
- Melón
- Berenjena
- Pimiento
- Calabacín
- Calabaza, etc.
se efectúe en períodos en los que los riesgos de helada sean mínimos, la utilización de estos sistemas de semiforzado pueden ser una buena estrategia para reducir la incidencia de virus y plagas en general.
Técnica de la cubierta flotante
La técnica de la cubierta flotante también está siendo ampliamente utilizada para asegurar la calidad y desarrollo de cultivos considerados como sensibles a la vernalización, principalmente en la época invernal, en la que existe ese riesgo de acumular frío y provocar lo que conocemos como la subida prematura a flor o espigado, provocando que ese producto no se pueda comercializar.
Algunos cultivos en los que se utiliza dicha técnica de forma generalizada son la col china y el apio, principalmente para recolecciones de final de invierno y principios de primavera, en los que también se ha observado una reducción notable de la incidencia de tip burn o cualquier fisiopatía relacionada con el déficit de transporte del calcio por el floema de la planta hacia las zonas de crecimiento, en condiciones de estrés en la planta.
En nuestras experiencias no solo hemos investigado y constatado el efecto reductor de las alteraciones citadas en el párrafo anterior, sino que también hemos podido evaluar la mejora de la eficiencia en el uso del riego, cuando se utilizan estos sistemas de semiforzado, o bien por separado o combinadas, tanto en horticultura como en fruticultura.
En los últimos trabajos realizados en el Centro de Experiencias de Cajamar hemos observado reducciones del uso de agua por el efecto del acolchado plástico en una plantación de lechuga superior al 25 %. En una experiencia con apio, el ahorro del agua ha sido del 13 % con el uso de acolchado, un 46 % con el empleo de la cubierta flotante y un 52 % de ahorro de agua en la modalidad en la que se combinaron el acolchado y la cubierta flotante, utilizando polipropileno no tejido, cuando se compararon con un testigo en el que no se empleó sistema de semiprotección.
Otras posibilidades y usos de estos sistemas de semiprotección es que pueden servir para soslayar el efecto perjudicial de los pájaros en momentos puntuales, de conejos y roedores, especialmente tras el trasplante del cultivo. También puede mejorar la germinación en algunos cultivos en los que se realiza siembra directa, como es el caso de esta imagen, en la que se observa una siembra de canónigos bajo invernadero y cubierta flotante.
En algunas variedades de clementinas muy cotizadas y sensibles a la presencia de semillas (pinyolá) por polinización cruzada, existen empresas de servicios que cubren los árboles con mallas durante la floración, evitando a los insectos polinizadores, para así conseguir frutos sin semillas.
En otros frutales, también se utilizan las coberturas de malla como prevención frente a siniestros por pedrisco o/y mejora de las condiciones de clima. También hay casos en los que se cubren árboles pequeños de forma individual con polipropileno no tejido para evitar también la incidencia de plagas o transmisión de enfermedades.
Conclusión
En conclusión, los sistemas de semiforzado basados en la utilización de acochados, microtúnel, cubierta flotante y utilización de mallas de diferentes calidades, utilizados de forma adecuada pueden mejorar la eficiencia en el desarrollo de los cultivos, un ahorro en el uso del agua de riego reduce el uso de productos fitosanitarios y en algunos casos garantiza el éxito del cultivo al soslayar problemas de virus y algunas fisiopatías importantes como el tip burn o la subida prematura a flor.