03 February 2021
La digitalización de la industria agroalimentaria está considerada como una prioridad estratégica a corto plazo. Esta digitalización puede materializarse de innumerables formas, pero una de las más generalizadas es a través de los sistemas de gestión y registro de datos de las operaciones culturales realizadas en la explotación.
Estos registros, al margen de ser interesantes o necesarios, son obligatorios. Es necesario registrar datos de los cultivos, superficies, producciones y tratamientos fitosanitarios y si, además, la explotación está en una zona vulnerable a la contaminación por nitratos, que viene a cubrir las principales zonas productoras, es obligatorio llevar un control de las enmiendas orgánicas y fertilizantes utilizados en el cultivo.
Toda esa información se organiza temática y cronológicamente en el cuaderno de campo o cuaderno de explotación. La adaptación digital de este documento es el núcleo de muchas aplicaciones software desarrolladas para este cometido
Pero esa literalidad en la adaptación del contenido ha convertido esas herramientas en engorrosos trámites administrativos para cumplir con la legislación actual, perdiendo la posibilidad de convertirlas en auténticos sistemas de ayuda a la toma de decisiones (SAD).
En una agricultura en donde la mano de obra es un factor crítico de la actividad, con cultivos como el tomate en donde la mano de obra representa el 40 % de los costes directos, el pimiento con el 37 % o la judía verde que alcanza el 60 %, cualquier innovación en esta área es fundamental.
Para convertir una aplicación en un SAD hay que innovar sobre cómo capturar el dato, cómo estructurar y procesar la información e interactuar con la misma, para que la experiencia de usuario se vuelva atractiva y aporte valor al productor
Un joven ingeniero, Ramón González, con una sólida formación en informática y robótica y gran espíritu emprendedor, funda en 2019 Robonity. A continuación presenta su primer producto, Mobibuk, que lejos de ser un robot, se trata de una aplicación software que permite un control de los costes, la planificación de insumos y los recursos humanos, junto con un detector de plagas e incidencias prácticamente en tiempo real.
Para ello, ha diseñado un ecosistema que utiliza como sistemas adquisición de información móviles con capacidad NFC (Near Field Communication) al tiempo que se baliza el espacio de trabajo, invernaderos y líneas de cultivo con etiquetas RFID (Radio Frequency Identification).
Cada operario va equipado con un móvil en el que se especifican las tareas a realizar. En el desempeño de su actividad pasará el móvil por la etiqueta RFID al principio y al final de cada operación. De esta manera existe un registro de la ubicación de los trabajadores y las tareas que están realizando en tiempo real.
Toda esa información es capturada y volcada en la parte cloud de la plataforma en donde se aplican técnicas de big data e inteligencia artificial para analizar la información y obtener informes y gráficas útiles para la toma de decisiones y la planificación.
Toda esa información es accesible desde el tercer módulo, office. Este módulo multiplataforma puede correr en diferentes dispositivos: un pc, una tablet o el propio móvil. Permitirá tener acceso a los informes y gráficas, así como interactuar con los datos y exportar o compartir los mismos.
Por otra parte, aprovechando el equipamiento de la cámara del móvil, la aplicación permite la posibilidad de captar imágenes de plagas, enfermedades o incidencias que se envían a la nube para su análisis por parte del técnico o responsable de la explotación, permitiendo de este modo la detección temprana de focos de plagas o enfermedades, posibilitando una intervención puntual y selectiva para corregir el problema.
Fiel a ese espíritu emprendedor e innovador, la idea de Ramón González es convertir la plataforma en el núcleo de un ecosistema que crecerá con herramientas útiles para el control, la gestión y la planificación de las tareas en la explotación, convirtiéndose en un auténtico SAD.
Por lo pronto, entre las novedades a incorporar figura una estación meteorológica para registrar las condiciones climáticas en la explotación y poder predecir la posibilidad de la aparición de enfermedades y plagas.
En definitiva, nos encontramos ante una solución digital interesante para la gestión y planificación de la explotación, posiblemente más indicada para empresas de cierta dimensión en donde la gestión de la mano de obra puede ser crítica