Controversia en la autorización europea de fitosanitarios

A la Comisión Europea le han surgido dudas sobre el actual sistema de control de toxicidad de los agroquímicos. Un reciente estudio, publicado en la revista internacional Environmental Health, ha indicado que diversas empresas especializadas en la producción y comercialización de pesticidas no comunicaron diversos informes sobre la toxicidad cerebral de las moléculas activas.

Los investigadores del trabajo indican que las empresas ocultaron 9 estudios de los 35 realizados durante la fase experimental y de desarrollo de los agroquímicos. 

Hasta tal punto ha llegado el asunto, que Pascal Canfin, jefe de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento, ha propuesto celebrar una audiencia con las empresas acusadas para aclarar la situación, hechos que son negados por las empresas. 

Las empresas niegan que hayan ocultado información a la Comisión Europea

En la conclusión del estudio se establece que “la no divulgación de los estudios DNT a las autoridades de la UE, a pesar de los claros requisitos legales, parece ser un fenómeno recurrente” y “puede introducir un sesgo en la evaluación del riesgo regulatorio”, indicándose que “las reglas deben modificarse para que los estudios futuros sean encargados por las autoridades en lugar de las empresas”. 

Sin duda, las afirmaciones realizadas en el estudio son un jarro de agua fría para la Comisión Europea, pues siempre ha sido un territorio que se ha mostrado proactivo en materia medioambiental y en velar por la seguridad alimentaria de los europeos. Un ejemplo en materia de agroquímicos es la continua restricción de pesticidas que aplica este organismo. 

A lo que habría que sumar que la Unión Europea no tendría, en la actualidad, un procedimiento eficaz para evaluar la reducciones en cuanto al uso y riesgo de pesticidas que plantean en la Estrategia de la Granja a la Mesa si se confirman las acusaciones del indicadas en el artículo publicado en Environmental Health.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la propuesta de los investigadores puede aumentar la carga burocrática y dilatar aun más los procedimientos de autorización de agroquímicos, por lo que puede frenarse la innovación y el servicio de productos a los productores agrícolas para hacer frente a las demandas en materia de sostenibilidad. 

Por lo tanto, el diseño de dicho procedimiento debe llevar ligado un sistema que se asegure el cumplimiento de los tiempos.