08 November 2022
El pastoreo tiene su principal reto en que haya un relevo generacional, que depende de que sea “un trabajo rentable y digno, que permita a los jóvenes desarrollarse como personas y como profesionales en su vida”, afirma la coordinadora de Formación en la Escuela de Pastores del País Vasco, Ane Miren Garciandia.
Garciandia asistía los pasados días 3 y 4 de noviembre a la Jornada de Escuelas de Pastores que se celebró en el pequeño municipio riojano de Brieva de Cameros, con la participación de 12 escuelas de pastores de La Rioja, País Vasco, Canarias, Extremadura, Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Asturias, Cantabria y Aragón.
“Lo que necesitamos para que la actividad siga es que haya relevo, pero, para que haya un relevo, tienen que cumplirse una serie de condiciones", aseguraba horas antes del inicio de la Jornada a EFE Agro.
Entre esas condiciones está que "los jóvenes quieran y puedan seguir con esta forma de vida, que es más o menos sacrificada, pero que si te gusta y estás dispuesto, necesitas unas bases territoriales”.
Destaca que, “de forma histórica, la mujer ha sido una pieza muy importante en el pastoreo”, al menos, en el País Vasco, cuya escuela, sin embargo, “tiene siempre el reto pendiente de contar con más alumnas que alumnos”.
En esta situación, “muchas veces, también entra el tema de la conciliación y que las mujeres asumen otras responsabilidades de las que parece que están más libres los hombres, y ahí tenemos que hacer cambios”, defiende.
Oficio digno y no denostado
Otro reto del pastoreo, recalca, es “conseguir que sea un oficio sostenible, digno y no denostado, como ha sido durante muchos años", y que "se reconozca el trabajo que hacen los pastores a nivel de productores de alimentos sanos y seguros, y como gestores del medio ambiente”.
Garciandia explica que la Escuela de Pastores del País Vasco, localizada en Guipúzcoa, celebra este año su vigésimo sexta edición, en la que “se busca, sobre todo, implementar ese relevo generacional, basándose en una formación teórico-práctica y en crear redes entre los jóvenes que quieren vivir de este sector”.
Las escuelas de pastores “tienen que estar unidas a unas redes de base de los pastores de la zona" y que "las condiciones entre unas escuelas y otras son diferentes porque las circunstancias van a ser diferentes y los sistemas productivos y las formas de hacer también son diferentes”.
Resalta que en la Escuela de Pastores del País Vasco se busca enseñar “todo lo que es el ciclo productivo, la alimentación, reproducción y demás, y también se incide mucho en el marketing y en la transformación láctea”.
Sobre las principales diferencias que existen entre el pastoreo que se practicaba al inicio de esta escuela vasca, hace 26 años, y cómo se realiza en la actualidad, señala que “ha habido introducciones a nivel de instalaciones”.
"Los ordeños han pasado de ser manuales a ser mecánicos y antes, quizás, se hacían menores cantidades de queso, ahora se hacen más y, sobre todo, se tienen que comercializar, y ahí sí que ha habido un cambio importante para buscar nichos”, concluye.