La impactante imagen de la sequía en España

España, pese a las precipitaciones registradas este año, continúa en estado de alerta por sequía extrema y desertificación. Y es que estas lluvias, aunque ayudan, no sirven para compensar un último año marcado por la escasez de precipitaciones y tampoco para solucionar el problema de la sequía prolongada que padece el territorio.

El anterior año hidrológico (2021-2022) cerró como el tercero más seco de la historia desde que comenzaron los registros en 1960, llegando a cortarse el agua en algunas localidades debido a dicha escasez.

Con el nuevo, el déficit de precipitaciones, con un 29 % menos de lluvia de lo esperado a finales de mayo de 2023, predice una sequía prolongada para España según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Situación actual de la sequía en España

La sequía en España ha sido un problema recurrente durante muchos años. De manera natural, es uno de los países más afectados por la falta de agua debido a su clima mediterráneo y la variabilidad natural de las precipitaciones. 

A esto hay que sumarle el cambio climático, que ha agravado la situación, provocando períodos de sequía más frecuentes y prolongados.

En los últimos años, varias regiones de España han sufrido sequías severas. Entre las zonas más afectadas se encuentran Cataluña y el Sureste de la península, incluyendo las provincias de Murcia, Almería y Alicante, así como las islas Canarias. 

Estas áreas dependen en gran medida del agua para el riego de cultivos agrícolas, la producción de alimentos y el suministro de agua potable para la población.

El año hídrico 2022-2023 empezó mejor por las lluvias de diciembre. Sin embargo, la primavera se ha caracterizado por su escasez de agua y el intenso calor. 

Según la AEMET, España presenta un déficit de precipitación medio del cuatrimestre del 74 %, siendo los primeros meses del año 2023 los más secos de los últimos 40 años, desde 1983

El valor medio nacional de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2022 hasta el 23 de mayo de 2023 rondaba los 371 mm, lo que representa alrededor de un 27 % menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo (508 mm).

Las cantidades acumuladas se encuentran por debajo de sus valores normales en la mayor parte del país, especialmente en el Levante y en la mitad sur, lo que provoca que un 34,8 % del territorio peninsular se encuentre en estado de sequía prolongada.

Por el contrario, en áreas de Galicia, Castilla y León, norte de Extremadura, parte de Baleares y el sur de Tenerife, las precipitaciones superan los valores normales para el periodo 1991-2020.

Este problema no solo afecta a España, sino a toda Europa, donde el 47 % del territorio esta en prealerta y el 17 % en alerta por sequía.

Alerta en Andalucía

En este contexto, la NASA alertaba recientemente del drástico cambio de color de la vegetación en España, especialmente en Andalucía, a través de unas impactantes imágenes tomadas con el satélite Terra hace unos días.

En dichas instantáneas se puede ver claramente como en la región del sur peninsular, la mayor productora de aceite de oliva del mundo, el terreno pasaba del color verde en 2022 a un color marrón en plena primavera de 2023.

Estas anomalías se representan con zonas marrones en el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI). Este índice sirve para evaluar la biomasa verde viva, mide las condiciones de la vegetación, representando la salud de este en función de la cantidad de luz roja e infrarroja que reflejan las hojas. Cuando las hojas están sanas, más verdes, más luz infrarroja reflejan.

Fuente: NASA.

En el mapa superior se indican las zonas donde la vegetación ha sido menos saludable en color marrón para la primavera de 2023. 

Estado de los embalses españoles

La reserva hídrica española se encuentra al 44,7 % de su capacidad total con fecha del 18 de julio de 2023, reflejando así un total de cinco semanas consecutivas de descensos, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Los pantanos españoles disponen de 25.043 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, o lo que es lo mismo, 609 hm³ menos que en la semana anterior (el 1,1 % de la capacidad total actual de los embalses).

Con respecto a 2022, hay 783 hm³ de agua más embalsados en esta semana.

Consecuencias de la sequía en España

Según advierte el Gobierno en su plan Estrategia España 2050: “la España de 2050 será más cálida, árida e imprevisible que la de hoy”. Si no adoptamos medidas urgentes, las sequías afectarán a un 70 % más de nuestro territorio.

En los últimos años, España ha experimentado episodios de sequía prolongada. 

Cabe recordar que la sequía tiene múltiples efectos negativos tanto para las áreas rurales, como para las urbanas. 

Estas sequías prolongadas afectan a:

• Producción agrícola y ganadera: la falta de agua puede llevar a la pérdida de cultivos, la falta de alimento para el ganado y la disminución de la calidad de los alimentos en general.
• Ecosistemas: la tensión hídrica pone en peligro la biodiversidad, afectando a todos los ecosistemas, especialmente a los humedales, ríos y bosques. 
• Incendios e inundaciones: con la sequía aumenta el riesgo de incendios formando un circulo vicioso. A medida que aumentan los incendios, también los gases de efecto invernadero provocan un aumento de la temperatura general y eventos climáticos extremos como olas de calor e inundaciones. 
• Sociedad: la escasez de agua puede generar tensiones entre diferentes usuarios del agua, como agricultores, industrias y comunidades locales. Se calcula que en un futuro hasta 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua y 20.000 podrían morir al año por el aumento de las temperaturas. 
• Energía hidroeléctrica: la sequía reduce los niveles de agua en embalses y ríos, lo que disminuye la capacidad de generación hidroeléctrica. Con menos agua disponible, las centrales hidroeléctricas tienen dificultades para generar la misma cantidad de electricidad que en períodos de condiciones hídricas normales.

Medidas para combatir la sequía en España 

Para hacer frente a la sequía, España ha implementado diversas medidas. Estas incluyen la construcción de infraestructuras hidráulicas, como embalses y canales de riego, para almacenar y distribuir el agua de manera más eficiente. 

Recientemente, se ha aprobado un paquete de medidas urgentes para contrarrestar la sequía por valor de 2.190 millones de euros, apoyando al sector agrícola y ganadero con ayudas directas del Estado que superan los 636 millones de euros e inversiones para construir nuevas infraestructuras hidráulicas.

Se ha puesto foco en la reutilización del agua, cuyo objetivo es pasar del 10 % de volumen de agua reutilizada al 20 % en 2027.

Sin embargo, lo más importante es la conciencia social y la búsqueda de sistemas de producción y usos del agua más sostenibles. 

Para ello es necesario apostar por la innovación y las nuevas tecnologías que permitan desarrollar toda actividad de la manera más eficiente posible.