En Hispatec desarrollamos tecnología para la agricultura, y cuando nos referimos a “tecnología” hablamos de un concepto muy amplio. Hace 35 años comenzamos adaptando programas contables a la casuística del sector y creamos el germen de lo que se convertiría en el ERP más completo a nivel mundial vertical para el sector agroalimentario. Pero hoy el software es el integrador de más y más tecnología, no solo orientada a la gestión, que está revolucionando la producción de alimentos:
Parece que el futuro ha alcanzado a la agricultura, pero los que nos dedicamos al AgTech en realidad sabemos que este sector es uno de los más innovadores desde la invención del arado y la canalización de agua de ríos mesopotámicos.
Desde el momento en el que una semilla es germinada hasta que un consumidor rellena su carrito no hay paso en la red agroalimentaria que no esté registrado, medido y ponderado con el objetivo de aumentar la eficiencia, la sostenibilidad del sistema y la seguridad alimentaria.
De hecho, bajo el principio de vertebrar toda la información a lo largo de la cadena, en 2020 materializamos una nueva empresa del grupo especializada en logística y, en contra de lo que puede parecer al usar ese término no se refiere a vehículos o tecnología de movilidad.
El sector de la agricultura es uno de los más innovadores desde la invención del arado y la canalización de agua de ríos mesopotámicos.
HispatecTrack es una empresa que se encarga de llevar a un nivel superior la monitorización en tiempo real de cargas, prestando un servicio personalizado que ayuda el exportador e importador a que el uso de esta tecnología le sea más sencilla y a tener una mayor visión sobre qué está pasando con su mercancía en cada segundo de su desplazamiento, desde el almacén hasta el destino final.
La tecnología que hay detrás de este principio de monitorización es la suma de varias disciplinas que llevan varios años instaladas entre nosotros pero que, combinándolas de forma adecuada, han generado un servicio con múltiples ventajas.
La primera parte, aunque no la fundamental, se refiere al hardware. Un dispositivo se coloca en la carga a monitorizar. No requiere de instalación ninguna, simplemente se deja en uno de los palets o en algún lugar del interior del medio de transporte. Una vez activado queda registrado en el sistema de seguimiento y a partir de ese momento comienza a registrar los parámetros para los que ha sido programado.
Los sensores son capaces de registrar:
Con el fin de detectar intrusiones, en periodos de tiempos programables, que van desde segundos a minutos. Estos datos son enviados a través de la red móvil a un servidor central que por un lado los almacena y por otro los pone a disposición de los algoritmos y líneas de código destinadas a la monitorización.
Y aquí es donde la parte más importante del proceso digital se da. El continuo de datos está permanentemente sometido a monitorizar para avisar en caso de que alguna de las medidas tomadas se salga del rango previamente decidido por el cliente o los operadores de control.
Si todo va según lo previsto, la función de esta tecnología será la de simplemente controlar posición y tiempos. Pero si alguno de los valores se coloca en posición crítica, en el instante se desencadenaría una serie de acciones encaminadas a la toma de decisiones y al control de la situación.
Lo primero es saber qué está pasando de manera entendible, dónde se da la situación y qué o quién es responsable de lo que esté sucediendo.
Así pues tenemos un mix de tecnologías tanto de hardware como de software que se unen para ofrecer un servicio crítico en el mantenimiento de la seguridad alimentaria y la trazabilidad agrícola. Algunas de ellas son intercambiables, por ejemplo el dispositivo de captura de datos, pero otras son únicas y generadoras de un valor añadido para clientes y empresas.
No obstante este mix de tecnologías por sí mismo ofrece un servicio que no sería excelente de no ser por los especialistas humanos que hay detrás de él y que son los que interpretan la corriente de datos y los ordenan para dar el servicio preciso a cada tipología de cliente.
No solo se trata de hacer un informe exhaustivo, sino de ajustarlo a cómo cada cliente quiere visualizar la información y la manera de usarla en un caso, por ejemplo, de disputa por reclamación de envío. Cada cliente tiene sus propios procedimientos y particularidades y ahí es donde el servicio ofrece su mejor garantía.
Insistimos, no hay dos clientes iguales, aunque sus necesidades sean similares. Por lo que teniendo como misión realizar una captación de datos transversal para todos los productos y casuísticas, HispatecTrack ofrece un reporting adaptado a cada cliente.
Por ejemplo, evitar reclamaciones por el mal manejo de la mercancía en el transporte, tener una garantía total en el mantenimiento de la cadena de frío, seguimiento al segundo de la ruta trazada, y un asesoramiento personalizado las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por el personal especializado de la compañía.
También aumenta las capacidades de una empresa agroalimentaria ofreciendo una mayor capacidad de control de stock, alertas personalizadas, resúmenes diarios y de fin de viaje, una mayor visibilidad de los datos a terceras partes y, además, integrar en su ERP’s y plataformas de gestión toda la información obtenida.
A priori puede parecer que es una tecnología que viene ayudar o complementar un servicio que se hacía antiguamente de forma manual pero no es así. La integración de todos los datos del estado de un producto en movilidad es de un valor esencial para, por ejemplo, realizar una previsión de cultivo y compra que ajuste los tiempos de confección y haga que el producto no pase más tiempo del almacenado.
Y esto no es el futuro, es el presente dentro de una revolución tecnología que apenas ha comenzado, esperándose una aceleración de los ciclos de innovación en varios órdenes de magnitud.
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