/Innovación/Tecnología
6 min

Las necesidades de innovación en el sector de los cereales en los próximos años

12 February 2021
Mejora de Cultivos y Herramientas
Sostenibilidad
El sector agroalimentario necesita cada vez más adecuarse a las nuevas necesidades de un consumidor que demanda alimentos saludables, sostenibles y nutritivos
campo de trigo y cereales

12 February 2021

La Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC) es una asociación sin ánimo de lucro cuya principal finalidad es la promoción, estudio y apoyo de todas aquellas actividades de investigación científica y técnica sobre los cereales, pseudocereales y leguminosas, y sus derivados.

En la AETC participamos e impulsamos actividades de interés para los operadores de la cadena de valor de los cereales, organizando jornadas y cursos que puedan constituir una ayuda técnica y formativa para nuestros asociados, otros científicos y técnicos e instituciones afines. En definitiva, nos dirigimos a todas las personas interesadas en la cadena de valor.

La innovación es un objetivo fundamental para la AETC

Como venimos observando en los últimos años, el sector agroalimentario necesita cada vez más adecuarse a las nuevas necesidades de un consumidor que demanda alimentos saludables, sostenibles y nutritivos y que busca una dieta equilibrada, sana y personalizada.

Por su parte, la población mundial está aumentando de manera exponencial y las empresas alimentarias deben estar preparadas para afrontar este reto sin agotar los recursos naturales.

Este panorama actual nos lleva a poner en valor la importancia de la innovación, de los avances en I+D+i, sin dejar nunca de lado la sostenibilidad; ya que la sociedad actual demanda productos locales, responsables con el medio ambiente y preocupados por el medio rural.

Debemos saber valorar el conocimiento de los profesionales en I+D+i, entender que una persona que investiga es esencial para nuestro negocio y no ver su trabajo como un coste, sino como una inversión. Es decir, cultura de empresa.

En el sector cerealista se investigan nuevas variedades, mejoras en las semillas y avances en la protección de los cultivos contra agentes patógenos. Todo se une a las nuevas tecnologías y a la inteligencia artificial, de la cual nos beneficiamos para aumentar el rendimiento y la optimización de nuestros cultivos junto con la agricultura de precisión y así poder abastecer a toda la población de forma sostenible.

Debemos saber valorar el conocimiento de los profesionales en I+D+i, no ver su trabajo como un coste, sino como una inversión. Cultura de empresa

El Grupo Operativo Innovatrigo: un impulso a la innovación en productividad y sostenibilidad

De este modo, la AETC, junto con otras empresas miembro y colaboradoras, puso en marcha el Grupo Operativo Innovatrigo, de ámbito supraautonómico, con el fin de fomentar la adopción de una serie de innovaciones en el manejo del suelo y productos agroquímicos, así como la inclusión de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), que permitan llevar a cabo una producción de trigo sostenible, económica y medioambientalmente en España. Colaborando a asegurar el relevo generacional tan necesario en este sector y a crear una serie de industria subsidiaria basada en las nuevas tecnologías.

El 1 de septiembre de 2020 finalizó la ejecución del grupo operativo, consiguiendo no solo mejorar la rentabilidad económica de este cultivo, sino también su sostenibilidad ambiental y adaptación frente al cambio climático.

Agricultor de cereales con una tablet en la mano, digitalización del sector
Las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial son herramientas para la mejora sostenible de nuestros cultivos

Se ha demostrado cómo a través de la implantación de buenas prácticas agrícolas (BPAs) en el cultivo de trigo, se pueden mejorar e incrementar las producciones, reduciendo al mismo tiempo los costes de cultivo y en consecuencia aumentando el beneficio bruto para los agricultores.

Además, las emisiones de carbono se redujeron un 22,5 %, resultados que también han permitido desarrollar un protocolo de certificación de trigo bajo en emisiones, que ayuda a mejorar el posicionamiento de los productos de aquellos agricultores que llevan a cabo estas buenas prácticas.

La valorización de subproductos: una herramienta frente al desperdicio alimentario

No debemos olvidar que vivimos en una época marcada por el cambio climático, que también afecta directamente a los cultivos. Las empresas abogan por la lucha contra este, siendo un agente importante en su desarrollo y en su paliación. Uno de los puntos que se viene debatiendo en los últimos años es el de la pérdida de alimentos, o como mundialmente se denomina, desperdicio alimentario.

Las causas que provocan el desperdicio acontecen en todas las etapas de la cadena de valor de suministro de alimentos, desde la producción, pasando por la distribución y la venta, hasta el consumo final en los hogares. Así, todo el sector alimentario debe trabajar para reducir esta pérdida infinita de recursos, y la innovación es la única herramienta que tenemos en nuestra mano para frenar esta situación.

Mediante nuevas tecnologías y técnicas, podemos mejorar las estrategias que la industria ya aplica actualmente, pero que no tienen el alcance que necesitamos para detener el desperdicio alimentario.

En este sentido, uno de los aspectos en los que se debe trabajar es en la valorización de los subproductos, sustancias resultantes de un proceso de producción que podemos reutilizar dándole una segunda oportunidad en un nuevo proceso.

Los beneficios que se obtienen con la elaboración de subproductos son múltiples: - Económicos, ya que pueden contribuir en gran medida a los ingresos de la empresa. - Nutricionales, al aprovecharse sus proteínas y los minerales. - Generadores de nuevos empleos para expertos capacitados. - Mejora de los cultivos y sus rendimientos. - Reducción del impacto ambiental y del gasto en la gestión de estos recursos al darles un segundo uso.

Lo más normal es destinar estos subproductos al consumo animal, pero la salida más inteligente no es otra que invertir en innovación y tecnología para desarrollar nuevas líneas de investigación que sean más rentables y beneficiosas para la empresa, el consumidor y el planeta.

Arroz roto y molido sobre cucharas de madera
La valorización de los subproductos de los cereales supone darles una segunda oportunidad

La comercialización también es objetivo de la innovación

Además, no debemos olvidar las innovaciones en comercialización, que implican la búsqueda de nuevos mercados sin cambiar nuestro fin último. Estas nuevas tecnologías ofrecen diferentes oportunidades y abren nuevos caminos de comercialización que no se han explorado hasta ahora.

La formación, otro elemento clave para la innovación

Tras un año de grandes cambios para el sector cerealista y todas las industrias en general, la AETC quiere comenzar con el desarrollo de un plan de formación para el sector, con el objetivo de ofrecer a las empresas asociadas la posibilidad de impartir cursos de formación en distintos ámbitos y centrados en la mejora de la competitividad.

Además, como cada año, continuaremos con nuestras jornadas técnicas. Un encuentro de referencia para el sector cerealista, que congrega anualmente a más de 250 profesionales de la cadena de valor y que, si todo va bien y la situación mejora, esperamos poder celebrar en Zamora en 2021. Por otro lado, seguiremos organizando y celebrando jornadas en colaboración con las empresas asociadas, con la finalidad de dar respuesta a las necesidades del sector desde un enfoque técnico y práctico.

Por último, en cuanto a la I+D+i, esperamos que las propuestas de los grupos operativos supraautonómicos y autonómicos que hemos presentado este año sean aprobadas. Además, estamos trabajando en la presentación de un proyecto LIFE. En este sentido, y con la experiencia que hemos adquirido con Innovatrigo, continuaremos buscando nuevos grupos y proyectos en los que la AETC pueda aportar su conocimiento y apoyo.

Te puede interesar

Tableta de chocolate. Fuente: The Macao News

Científicos suizos desarrollan una nueva receta de uno de los alimentos más populares del mundo, utilizando un edulcorante elaborado con cáscaras de mazorcas de cacao en lugar de azúcar