01 June 2023
Cuando pensamos en pesca, a menudo imaginamos barcos modernos equipados con la última tecnología. Sin embargo, no debemos olvidar las artes de pesca tradicionales, tan arraigadas en la cultura y el patrimonio de las comunidades costeras, ya que en España el 71,43 % de la flota se dedica a la pesca artesanal, según datos de MAPA.
Entres los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas encontramos el ODS 14: Vida Submarina, cuyo objetivo es conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
En un contexto donde la sobrepesca, la contaminación excesiva por plásticos y el cambio climático están amenazando la salud de nuestros océanos, los métodos de pesca tradicionales aparecen como un faro de esperanza para alcanzar dicho objetivo, un recordatorio de que hay maneras más sostenibles de interactuar con la naturaleza.
En este artículo hablaremos de las artes de pesca tradicionales, las cuales se han ido transmitiendo de generación en generación y hoy en día se siguen utilizando, y de cómo estas pueden ayudar a mantener los océanos de forma sostenible.
¿Qué es la pesca tradicional o artesanal?
La pesca artesanal, también conocida como pesca responsable, es un método de extracción de peces y otros recursos acuáticos que utiliza métodos tradicionales, generalmente con poco desarrollo tecnológico.
Estos métodos se basan en conocimientos, habilidades y técnicas que han sido transmitidas de generación en generación en comunidades pesqueras locales. Este tipo de pesca normalmente utiliza herramientas y equipos más simples que la pesca industrial, con barcos de entre 12 y 16 metros donde el patrón suele ser también el dueño.
Se practica en bajamar, es decir a no más de 10 millas de distancia de la costa. Por lo general, este tipo de pesca es llevada a cabo por pequeñas familias o pescadores individuales a pequeña escala, con salidas de corta duración y cuyo pescado suele ser para consumo propio o local.
Todo esto hace que las artes de pesca tradicionales se caractericen por tener un menor impacto ambiental en comparación con la pesca industrial.
¿Qué artes tradicionales de pesca existen?
La pesca se puede diferenciar de muchas maneras: según el lugar, el tipo de pescado, la distancia a las costas o los métodos de extracción.
Si atendemos a este último criterio podemos distinguir entre pesca industrial y pesca tradicional.
La pesca tradicional engloba una amplia gama de artes y técnicas, los cuales han sido perfeccionadas a lo largo de generaciones y adaptadas a las características específicas de las diferentes especies y hábitats.
Existen diferentes tipos de artes de pesca artesanal. Su clasificación se puede hacer en base a las técnicas utilizadas en cada una, los instrumentos empleados o según el tipo de especie que capturen.
Algunos métodos de pesca tradicional son:
- Pesca con redes: este método implica el uso de redes tejidas para atrapar peces. Existen diferentes tipos, que se utilizan según la especie de pez y el entorno de pesca.
- Pesca con caña y anzuelo: consiste en el uso de una línea de pesca con un anzuelo en el extremo, a menudo acompañado de un señuelo o cebo. La línea se sujeta a una caña que permite lanzar y recoger esta línea con mayor facilidad.
- Pesca con arpón: es un método antiguo que implica la utilización de un arpón o lanza para capturar peces u otros animales acuáticos.
- Pesca con trampas o nasas: se utilizan diferentes tipos de trampas para capturar a los peces en un espacio cerrado del que no pueden escapar fácilmente.
- Líneas de mano o palangres: en este método, se utiliza una línea simple con un anzuelo en el extremo. En el caso de los palangres, pueden tener cientos o incluso miles de anzuelos.
¿Qué artes de pesca tradicionales se practican en España?
En España, uno de los líderes europeos en producción pesquera, se practican diferentes técnicas de pesca tradicionales que varían según la región.
Algunas de las más comunes son:
- Almadraba: esta es una de las técnicas de pesca más antiguas que existen. Se utiliza principalmente para capturar atún rojo en el sur de España, especialmente en las provincias de Cádiz y Málaga, para la pesca del atún rojo. La almadraba es una red de laberintos que aprovecha la migración del atún para poder atraparlos.
- Nasas: las nasas son trampas de pesca que se utilizan para capturar diferentes variedad de especies, especialmente marisco como cangrejos y langostas, también pulpos y algunas especies de peces. Son técnicas selectivas, especialmente comunes en Galicia.
- Trasmallo: es un arte de pesca, dentro de las artes de enmalle, típico de Galicia. Esta consiste en una red rectangular compuesta por varias capas de malla superpuestas, donde los peces se quedan literalmente enredados. Sirve para pescar diferentes especies, entre las que encontramos la sardina, el rodaballo o el jurel.
- Palangre: es una línea larga de la que dependen diferentes cabos con anzuelos. La línea base puede encontrarse en la superficie, amarrada a flotadores, o bajo el agua. Se utiliza para capturar especies como el pez espada, el atún y los tiburones.
- Corcho: esta es una técnica tradicional que se utiliza en muchas partes de España. Implica el uso de una caña de pescar y un corcho o boya que se hunde cuando un pez muerde el cebo.
- Curricán: se basa en el arrastre de señuelos para capturar los peces. Se utiliza principalmente para capturar especies depredadoras como el atún, el pez espada, el besugo o la dorada.
- Líneas de mano y cebo vivo: las líneas de mano son una forma simple de pesca en la que se utiliza una línea de pesca con un anzuelo que se lanza y se recoge manualmente. La línea de mano consta de un aparejo vertical que actúa como guía y del que cuelgan uno o más sedales con anzuelos y cebos. Su funcionamiento es como el de la caña de pescar tradicional y además ofrece la ventaja de que permite ser selectivos. Muy utilizados en Cantabria y el País Vasco
- Artes de marisqueo: para capturar marisco, los métodos tradicionales son a pie, donde se van buscando los ejemplares por la playa con herramientas simples y en pequeña embarcación con herramientas que mueven levente el fondo marino.
Impacto ambiental de las artes de pesca tradicionales
Nos encontramos en el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030), donde se busca conseguir una pesca responsable, que permita la extracción y a su vez vele por la supervivencia de los caladeros y las poblaciones de especies.
Es aquí donde la pesca artesanal supone una alternativa más sostenible que la pesca industrial a los problemas ambientales de los océanos, como la sobreexplotación y la contaminación.
Algunas de las ventajas de las artes de pesca tradicionales frente a la pesca industrial en materia de sostenibilidad son:
- Selectividad: los métodos de pesca tradicionales tienden a ser más selectivos, lo que significa que se capturan menos especies no objetivo, reduciendo así el daño a las poblaciones marinas, minimizando la captura de especies juveniles o en peligro de extinción.
- Bajo Impacto: a diferencia de la pesca industrial, la pesca tradicional tiene un impacto mucho menor en el hábitat marino. No se utilizan grandes redes de arrastre que destruyen el fondo marino, ni se capturan grandes volúmenes de peces que pueden desequilibrar los ecosistemas. Además consume mucho menos combustible, debido al tamaño y a la profundidad donde se pesca.
- Conocimiento profundo del entorno: los pescadores tradicionales poseen un profundo conocimiento del entorno marino y de sus ciclos. Esto les permite adaptar sus prácticas de pesca para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
- Fomento de la economía local: además, este tipo de pesca también aporta beneficios económicos y sociales. Puede ayudar a mantener las comunidades y culturas locales y ser una fuente importante de empleo en áreas rurales y costeras, sosteniendo comunidades que han dependido del mar durante generaciones.
Hay que señalar que en función de su capacidad para retener peces, estas artes tendrán un mayor o menor impacto para el medio ambiente. Pero en general, la mayoría de las artes de pesca tradicionales se realizan a pequeña escala por lo que su impacto es mínimo.
Sin embargo, es importante reconocer que la pesca, ya sea industrial o tradicional, necesita ser manejada de manera responsable para garantizar la salud de los ecosistemas marinos y la seguridad alimentaria a largo plazo.
Esto incluye, por ejemplo, el respeto a las cuotas de pesca o la protección de los hábitats marinos críticos.
El pasado 2022 fue el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (AIPAA), proclamado por la FAO.
El objetivo era concienciar sobre la importancia de la pesca y la acuicultura artesanales en la seguridad alimentaria y fortalecer la colaboración entre el sector artesanal, el científico y las administraciones, una tríada indispensable si se desea lograr un uso sostenible de los ecosistemas.
Según la FAO, las técnicas tradicionales de pesca unidas a una gestión inteligente de los recursos, por ejemplo el estudio de las poblaciones de especies, el entorno y tasas de regeneración, harían posible pescar más para alimentar a la creciente población mundial reduciendo el impacto ambiental.
El futuro de las artes de pesca tradicionales
Aunque la pesca industrial se ha vuelto dominante, muchas comunidades de todo el mundo siguen practicando y aún dependen de las artes de pesca tradicionales.
En algunos casos, estas prácticas incluso son valoradas como parte del patrimonio cultural.
La preservación de este tipo de pesca implica tanto la conservación de los conocimientos y habilidades como la gestión sostenible de los recursos pesqueros. Por ello, la educación y la concienciación son esenciales en este proceso.
Las artes de pesca tradicionales son más que simples técnicas para capturar peces. Son parte de nuestra historia y cultura, y reflejan nuestra relación con el océano y sus recursos.
Sin embargo esta se enfrenta a su propia desaparición, debido a las restricciones, a la competencia de la pesca industrial y al decreciente legado al que transmitir estos conocimientos.
A medida que navegamos hacia un futuro sostenible, es esencial que recordemos y respetemos estas tradiciones, y que busquemos formas de integrar su sabiduría en nuestras prácticas modernas.
Para ello, es necesario que las políticas y regulaciones se ajusten para proteger y fomentar estas prácticas, en lugar de favorecer la pesca industrial a gran escala.
Se debe seguir trabajando en lograr una pesca sostenible y en mejorar el conocimiento de esta labor, poniendo estas artes y los productos en valor para que sean más apreciadas y demandadas por el consumidor.
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