15 November 2020
Las granjas porcinas: referentes en bienestar animal, productividad, sanidad y profesionalidad
Siempre me ha gustado decir que el futuro de las explotaciones porcinas es ya un presente. Esta afirmación es, por sí, retórica y absurda en su planteamiento, pero refleja la distancia que existe entre lo que se cree que es una granja de cerdos y la realidad que podemos ver en las explotaciones modernas actuales.
Para muchos, incluidos gran parte de los consumidores, los criaderos de cerdos son sitios insalubres y carentes de tecnología. Los que estamos en el sector sabemos que esto no es cierto y que una gran parte de las granjas son referentes en los ámbitos de bienestar animal, productividad, sanidad y profesionalidad.
También es cierto que el ganadero siempre tiene que equilibrar las dos partes de la balanza:
- Por un lado, los requerimientos que exige el consumidor y la propia producción ganadera
- Por otro, la rentabilidad para que su empresa siga funcionando.
Y precisamente en este balanceo puede ayudar la tecnología.
Los retos: bienestar, sostenibilidad y nuevas herramientas tecnológicas
Por otra parte, soy consciente que existen una serie de retos que tenemos que superar como son:
- El saber comunicar a las nuevas generaciones el grado de bienestar animal con el que actualmente criamos a los animales y, en medida de lo posible, mejorarlo en base a conocimientos científicos
- Saber reutilizar las deyecciones de una forma circular acercando la sostenibilidad a la producción
- O por último, crear un nuevo medio para preservar la sanidad de la carne sin basarnos en una terapia antibiótica
Creo que en todo esto la tecnología nos puede ayudar.
Otro apartado en que también son efectivas las nuevas herramientas tecnológicas es todo lo referente al análisis de datos, gestión eficiente, alertas e incluso la anticipación a los hechos mediante predicciones.
Los programas informáticos de gestión, la interrelación entre bases de datos de orígenes diferentes (Data Warehouse/Data Lake) y utilidades inteligentes de negocio (BI) o, incluso, la emergente inteligencia artificial y el Machine Learning están invadiendo progresivamente el ADN de la producción animal.
De hecho, no son supuestas realidades que se utilizan para impresionar a la audiencia en una charla, sino que ya forman parte de la vida de un granjero, aunque en muchos casos lo desconozcan.
Tres máximas que me repito a menudo son:
- “Lo más difícil es simplificar un proceso complejo”
- “La informática sirve cuando es invisible”
- “Sólo es avance tecnológico cuando genera nuevos retos”
La primera me obliga a invertir en la robustez, la segunda en la practicidad y, la tercera, en la utilidad. Y robustez, practicidad y utilidad es precisamente lo que el sector ganadero demanda de la tecnología.
Las nuevas herramientas tecnológicas es todo lo referente al análisis de datos, gestión eficiente, alertas e incluso la anticipación a los hechos mediante predicciones
Los desarrollos de OPPgroup
Así pues, y hablando de realidades, en OPPgroup hemos desarrollado todo un sistema escalable para la producción en granjas tecnológicas.
- Por una parte, una estructura informática de almacenamiento y análisis de datos que parte desde la granja con una batería de programas y utilidades de recogida de los datos, tanto productivos, reproductivos, ambientales, de consumo y de tratamientos; y termina en una supraestructura en la nube que nos permite cruzar esta misma información con otras provenientes de distintos orígenes relacionados directa o indirectamente con el sector porcino.
Y en esta supraestructura es dónde entran en juego las herramientas inteligentes que he nombrado antes y que permiten cruzar datos estructurados entre sí o con otros no estructurados.
Por ejemplo:
La mortalidad de cerdos en una transición con las condiciones climáticas externas e internas, más los tratamientos realizados, más el cambio de pienso si lo hubiera habido y más el consumo de agua.
Además, podemos añadir datos no estructurados como, registro de incidencias, fotografías y grabaciones de las cámaras
Y para determinar más exactamente la causa, también se puede comparar con los registros de las explotaciones cercanas si disponen de esta información
- Por otra parte, la tecnología mecánica y electrónica, como estaciones de alimentación electrónica para gestaciones y lactaciones grupales, sistemas individuales de alimentación en maternidad, mecanismos de climatización, dispensadores automáticos de tratamientos no antibióticos, micronutrición personalizada por individuo y estado, smartphones para la toma de datos, identificación individual por chips RFID o código QR, sistemas de control del consumo en cebo, cámaras de estimación del peso del animal y sensores de clima son algunas de las herramientas físicas que utilizamos. Herramientas que nos facilitan y automatizan el trabajo además de ser la fuente de recogida eficiente y cómoda de la información en la granja.
A nivel de campo, toda esta tecnología representa que los flujos de información entre los distintos sistemas de la explotación (programa de gestión, estaciones de alimentación, control de curvas de alimentación, programación de trabajos a realizar, etc.) se encarga, en nuestro caso, la madre de la granja, que es nuestra plataforma de integración de sistemas llamada Farm’s Mother.
En el día a día de una explotación, el ganadero tiene que recoger los datos de los movimientos de los animales (cubriciones, partos, etc.) mediante un smartphone con o sin chip electrónico, revisar las alertas diarias (animales que no han comido, incidencias de temperatura, de consumo de agua, fallos en la inseminación, etc.) pero no de preocuparse por gestionar la información entre los distintos sistemas instalados.
Ejemplos de tecnologías en granjas
Farm’s Mother es una plataforma inteligente que hace el trabajo de sincronizar toda la tecnología de la granja con el objetivo de que un dato se entre una sola vez y sobre este dato se apliquen los trabajos pertinentes.
Como ejemplo, un ganadero ve una cerda delgada o el mismo software le indica una alerta sobre este animal, este profesional puede dar la orden directamente al smartphone (Farm’s Mother mobile) que le suministre a ese animal una curva más generosa durante un tiempo determinado.
Una vez terminado este periodo, a este ganadero se le informará para que acepte o prorrogue el tratamiento nutricional. Todo el manejo de la comida que se le tiene que dar a ese animal durante los días que dure el tratamiento lo hace esta plataforma, dando las órdenes pertinentes a las máquinas de alimentación y supervisando, además, si se está comiendo toda la ración e informado de ello.
Otro ejemplo que puedo citar es el uso de los verracos como detectores del celo en las hembras. Esto que es una práctica habitual, deja de serlo cuando el verraco está en una cuadra que comunica con las cerdas mediante ventanas que tienen una antena detectora del chip RFID que llevan en la oreja.
En el caso que una hembra visite al macho más de 500 segundos al día, nos indica que esta cerda estará en celo con un porcentaje de acierto superior al 95-98%. Una vez se cumple esta condición, el sistema separará a la cerda cuando vaya a comer. De este modo, el ganadero la tendrá seleccionada en el pasillo para que pueda confirmar su estado.
También, y siguiendo con las cerdas jóvenes, el suministro durante 18 días del progestágeno para sincronizar la aparición del celo puede hacerse mediante las mismas estaciones de alimentación ahorrando, de esta manera, tiempo de trabajador.
Pero lo que creo más interesante es el control que tenemos sobre el consumo de pienso. En las granjas tecnológicas lo podemos programar para cada animal individualmente adaptando la ingesta diaria a su condición corporal y momento del ciclo productivo en que se encuentre.
La utilización de la micronutrición permite la incorporación de nutrientes esenciales (aminoácidos, vitaminas etc.) en función de la situación fisiológica del animal, utilizando microtolvas en las estaciones de alimentación. Equipos como el Spotmix permiten el control de esa alimentación de precisión tanto para las cerdas en la etapa de lactación como para los lechones durante la fase de transición.
La tecnología en los cebaderos
Personal laboral en granja de cerdos
Por otra parte, también es cierto que, aunque se disponen de tecnología para la alimentación en granjas de cebo, sigue siendo la asignatura pendiente de la producción porcina. Es paradójico que la fase en la que se tendría que recuperar el dinero invertido en fases anteriores, sea la que menos control tiene. La razón es evidente, es cuestión de costes.
Pero para esto también estamos trabajando en mecanismos accesibles que optimizan la ingesta de proteína según el momento de crecimiento del animal. En cualquier caso, es uno de los retos tecnológicos con más futuro que preveo.
Y, por último, lo referente a la inteligencia artificial. Nosotros estamos trabajando un par de proyectos usando esta tecnología con resultados muy prometedores, aunque debo ser sincero, es un trayecto no carente de dificultades.
En mi opinión, la primera piedra en el camino que te encuentras es el definir muy claramente cuáles son las utilidades que buscas o qué preguntas quieres responder. Muy importante ser realista y precisos en este punto. La segunda, es estar seguros de que disponemos de los datos o imágenes suficientes y de calidad (Data set) para empezar a elaborar el algoritmo. Si no es así, debemos reformular el anterior punto. La tercera y probablemente menos relevante, realizar un óptimo algoritmo. Y, por último, tener tiempo, datos y dinero para que este vaya aprendiendo (Machine Learning o Deep Learnig) hasta que nos merezca confianza.
Una cosa tengo clara, si se salvan estos impedimentos, el resultado vale la pena y este sí es el futuro presente.
Sólo una idea más a favor de la tecnología en granja. Como sabemos todos, existe una corriente creciente, especialmente en las nuevas generaciones, contra la crianza industrial de animales para el consumo. En este tema creo que la solución pasa por la argumentación y la constatación. La primera basada en la ciencia y la segunda utilizando datos obtenidos mediante la tecnología. Dicen que sin datos no hay conocimiento, pues pongámoslos encima la mesa y avancemos en el conocimiento y el entendimiento.
Ya que tenemos muchas bocas que alimentar, hagámoslo entre todos de una forma respetuosa con los animales, con el medioambiente y con las mismas personas.