14 April 2023
La carne de laboratorio, también llamada carne artificial, cultivada, sintética o ‘in vitro’ se presenta como una alternativa a la proteína animal y una solución a los problemas de abastecimiento de alimentos y la contaminación derivada de la ganadería.
Para el año 2050 se espera que la población mundial aumente hasta alcanzar los 9.770 millones de personas, lo que se traduce en más necesidad de alimentos, pero también, más desechos. Según la organización Global Footprint Network, para atender esa demanda, la producción de alimentos tendría que aumentar entre un 50 % y un 60 % mientras se enfrenta a la progresiva degradación del medioambiente.
Para poder abastecer a esta creciente demanda es necesario asegurar la sostenibilidad en la producción con procesos eficientes y el uso de nuevas fuentes de proteínas alternativas más respetuosas con el medioambiente y en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030.
Es aquí donde entra en juego el sector de la carne de laboratorio, que el pasado mes de noviembre dio un paso de gigante con la aprobación para el consumo y comercialización del pollo cultivado creado por Upside Foods por parte de la Agencia de los Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA).
Una vez el Departamento de Agricultura (USDA) dé su visto bueno, la empresa tendrá vía libre para enviar su producto a restaurantes y supermercados.
¿Qué es la carne de laboratorio?
La carne de laboratorio hace referencia a la carne producida en un laboratorio de manera artificial a través de técnicas de ingeniería celular y biotecnología, en lugar de obtenerla de animales criados y sacrificados para consumo humano.
No se debe confundir la carne de laboratorio con la carne de origen vegetal, pues la carne de laboratorio o ‘in vitro’ se genera a partir de células de animales cultivadas en un ambiente controlado, para que las células se multipliquen y formen tejidos musculares similares a los de los animales. Para que lo hagan de la forma correcta se añaden otros componentes, como mioglobina, tejido conectivo o grasa.
Aunque es ahora cuando más se está hablando de ella, esta lleva años siendo investigada por numerosas empresas en todo el mundo, siendo en 2013 cuando se consiguió generar la primera hamburguesa de laboratorio.
¿Cómo se hace la carne de laboratorio?
A diferencia de los productos sustitutivos de la carne de origen vegetal, los cuales se obtienen a partir de semillas, cereales, hortalizas o legumbres, la carne cultivada se produce a partir de células madre extraídas mediante una biopsia, sin necesidad de sacrificar al animal.
El proceso puede variar dependiendo de la técnica específica utilizada, pero en general, el proceso de producción de carne de laboratorio implica los siguientes pasos:
- Obtención de células: se toman células animales, generalmente musculares, de un animal vivo a través de una biopsia, o de un animal muerto en un matadero.
- Cultivo de células: las células se colocan en un medio de cultivo en el laboratorio, que contiene nutrientes y factores encargados de estimular su crecimiento y multiplicación.
- Formación de tejido muscular: las células se cultivan en un biorreactor, donde se les proporcionan las condiciones necesarias para que se formen en tejido muscular.
- Maduración del tejido muscular: el tejido muscular se somete a un proceso de maduración, donde se le aplica un estímulo eléctrico para ayudar a que se contraiga y se fortalezca, de manera similar a como ocurre en el proceso natural de crecimiento muscular.
- Procesamiento de la carne: Una vez que el tejido muscular ha alcanzado un tamaño y una textura adecuados, se puede procesar y transformar en productos alimenticios, como hamburguesas, salchichas, filetes, etc.
¿Qué ventajas tiene la carne de laboratorio?
La carne de laboratorio o carne cultivada se produce a partir de células animales obtenidas sin necesidad de criar y sacrificar animales. Por tanto, algunas de las ventajas que nos ofrece esta carne son:
- Reducción del impacto ambiental: la producción de carne de laboratorio podría tener un menor impacto ambiental que la producción de carne convencional, ya que no se necesitan grandes áreas de tierra para la cría de animales, no se generan tantas emisiones de gases de efecto invernadero y no se utilizan grandes cantidades de agua y alimentos para la cría de dichos animales.
- Mejora del bienestar animal: la producción de carne de laboratorio no implica la cría y el sacrificio de animales, lo que podría mejorar el bienestar animal al reducir la cantidad de animales que son criados y sacrificados para el consumo humano. Además, la técnica de extracción celular empleada es mínima y no invasiva.
- Posibilidad de producir carne más saludable: la carne de laboratorio se puede producir sin el uso de antibióticos, hormonas o pesticidas, lo que podría resultar en carne más saludable y segura para el consumo humano que la carne tradicional, además de contribuir a la reducción de la resistencia a dichos antibióticos.
- Potencial para satisfacer la demanda creciente de carne: la población mundial está creciendo, lo que está generando una mayor demanda de carne. La producción de carne de laboratorio podría ayudar a satisfacer esta demanda de forma más sostenible sin tener que recurrir a la cría intensiva de animales.
- Potencial para reducir la transmisión de enfermedades zoonóticas: la producción de carne de laboratorio podría reducir el riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas, que son enfermedades que se transmiten de animales a humanos, como la gripe aviar, salmonella, E. coli o la enfermedad de las vacas locas.
¿Qué desventajas tiene la carne de laboratorio?
- Coste y escalada: actualmente, la producción de carne de laboratorio es costosa debido al alto coste de los medios de cultivo, biorreactores y otros equipos necesarios para la producción. Esto limita su accesibilidad a los consumidores y a las empresas que podrían producirla en masa. Hace falta desarrollar plantas industriales capaces de conseguir cantidades que permitan una producción masiva que la haga rentable y asequible.
- Sabor y textura: aunque las empresas han trabajado para mejorar la textura y el sabor de la carne cultivada, todavía hay un camino por recorrer para que sea lo suficientemente parecida a la carne convencional.
- Valores nutritivos: el contenido nutricional de la carne sintética tampoco puede conocerse completamente por el momento. A diferencia de la carne convencional, que puede contener una variedad de nutrientes, como proteínas, hierro y zinc, la carne de laboratorio puede carecer de algunos de estos nutrientes importantes. Para ello, es necesario reproducir el tejido muscular y el adiposo, además de añadir algunos ingredientes saborizantes y texturizantes.
- Regulaciones: al ser algo novedoso, la carne cultivada todavía no está regulada en todos los países, y los requisitos regulatorios pueden variar entre países y regiones. Por lo tanto, es posible que haya desafíos regulatorios para llevar la carne cultivada al mercado a gran escala.
- Tecnología en desarrollo: la producción de carne cultivada todavía está en una etapa temprana de desarrollo y se están investigando nuevas técnicas y procesos para mejorar la eficiencia, la calidad y la seguridad de la producción.
- Impacto en la industria ganadera: la producción masiva de carne cultivada podría tener un impacto negativo en la industria ganadera convencional, lo que podría generar resistencia y oposición de algunos grupos de interés.
Es relevante tener en cuenta que, a medida que se desarrollen nuevas tecnologías y se resuelvan estas limitaciones, es posible que algunas de estas desventajas se reduzcan o desaparezcan por completo.
¿Qué dicen las previsiones de futuro sobre la carne cultivada?
−Mercado en auge
Para 2050, la FAO señala un aumento del consumo de carne de casi el 73 %.
La consultora McKinsey pronostica que la carne cultivada llegue a vender 25.000 millones de dólares para 2030. El BCG prevé que en caso de que la cuota del mercado mundial de estas proteínas alternativas sea del 11 %, la facturación durante 2035 alcanzaría los 290.000 millones de dólares. Además, según el BCG, se podrían ahorrar emisiones de CO₂ a la atmósfera valoradas en hasta 484.000 millones de dólares.
La carne a partir de células madre es un sector avanza deprisa, y antes de 2025, podríamos verla en nuestros supermercado. En EEUU ya se ha aprobado el consumo de carne de pollo cultivada en laboratorio, un hecho que abre la veda a futuras innovaciones. Se espera que próximamente otras empresas que también desarrollan carne de laboratorio puedan obtener el certificado para vender sus productos. Es un gran paso para este sector, ya que hasta hace poco solo Singapur e Israel la habían autorizado.
−El 63 % de los consumidores la probaría
Son varios los estudios que analizan la aceptación del consumidor de este tipo de productos. Según los resultados del último informe 'Percepción del consumidor sobre la carne cultivada’, elaborado por el instituto tecnológico Ainia y financiado por la Consellería de Innovación de la Generalitat Valenciana, el 63 % de los consumidores probaría la carne cultivada en laboratorio y cerca del 46 % la compraría.
El perfil del potencial consumidor de carne artificial tiene hábitos de alimentación saludables y pertenece mayoritariamente a la Generación Z
Este informe también nos dice que el bienestar animal, la preocupación por el medioambiente y, en último lugar, la curiosidad son los principales motivos para consumirla.
Entre las principales barreras que citan las personas encuestadas encontramos el precio elevado, falta de información y la desconfianza. Sin embargo, el 78 % de los encuestados afirma que complementaría su consumo de carne tradicional con carne cultivada o carne vegetal para cubrir las necesidades proteicas de su dieta.
¿Qué empresas trabajan en la creación de carne de laboratorio?
De acuerdo con Good Food Institute, hay alrededor de 152 empresas de carne cultivada que operan en 29 países. Algunos ejemplos destacados de estas empresas son:
- Upside Foods: antes conocida como Memphis Meat, con sede en California, es una de las empresas pioneras en el desarrollo de carne cultivada. Ha creado productos como albóndigas, pato y pollo cultivados en laboratorio, obtenido este último el “visto bueno” en seguridad de un producto cell-based por la FDA.
- BioTech Foods: empresa española, que sitúa a nuestro país como el tercer país europeo en la apuesta por la carne cultivada. Está enfocada en la producción de carne cultivada de alta calidad y sabor. Pretende conseguir escalar la producción de carne cultivada a nivel industrial.
- Mosa Meat: empresa holandesa que fue de las más pioneras y que ha logrado crear la primera hamburguesa de carne cultivada en laboratorio. Actualmente, están trabajando en el desarrollo de productos de carne de res cultivados.
- Aleph Farms: startup israelí que ha generado filetes de carne de res cultivada con tecnología 3D de bioimpresión y están trabajando en productos como hamburguesas y albóndigas.
- Beliver Meat: antes llamada Future Meat es una de las mayores empresas de carne cultivad, también de Israel, trabaja en la producción de carne de res, pollo y cerdo cultivada en laboratorio.
- Eat Just: Con su filial Good Meat, de origen estadounidense, fue la primera compañía en el mundo con permiso para comercializar el pollo cultivado en Singapur en 2020.
La alimentación del futuro
Como ya hemos visto, la alimentación del futuro probablemente se centrará en la sostenibilidad, la salud y la tecnología. Sin embargo, la carne cultivada o de laboratorio no es la única tendencia que viene a revolucionar la industria agroalimentaria. Existen otras fuentes alternativas de proteínas como las microalgas, los hongos o los insectos, cada vez con más presencia y mayor volumen de negocio.
Otra tendencia en auge es el plant-based, que constituye un estilo de alimentación basado en productos de origen vegetal como frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos, etc.
La carne tampoco es el único alimento que se está desarrollando de forma artificial en laboratorio. Recientemente, empresas y ‘startups’ como Blue Nalu o Foresa han trabajado en la elaboración de pescado y productos marinos con técnicas de cultivo celular o ‘cell-based’.
Por el momento, solo EEUU y Singapur han dado luz verde a la carne cultivada, pero se espera que Europa lo haga pronto. La agencias reguladoras, los avances tecnológicos y la predisposición de los consumidores son los factores que determinarán cuando estos productos llegaran a nuestra mesa. Y tú, ¿estarías dispuesto a probar la carne de laboratorio?