Hace algunos años, la ONU ya advertía sobre el agotamiento de los recursos pesqueros para el año 2050. En la actualidad, según la FAO, alrededor del 34,2 % de las poblaciones de peces están sobreexplotadas, es decir, que están siendo pescadas a un ritmo más rápido de lo que pueden reproducirse.

Muchos de los recursos pesqueros más valiosos y populares, como el atún, el salmón o el bacalao, están siendo sobreexplotados y sus poblaciones están disminuyendo considerablemente. Esto se debe a varios factores, entre los que se encuentran la sobrepesca, la contaminación del agua y el cambio climático.

En este contexto, la acuicultura se perfila como una práctica tan valiosa como necesaria, a niveles que van desde la nutrición hasta la conservación medioambiental. Además, está considerado como el sector de producción de alimentos de más rápido crecimiento en el mundo

Hoy en día se cultivan más de 600 especies, y según la FAO el 52 % del pescado que se destina a consumo humano procede de la acuicultura. De ahí que esta institución destaque cómo será la acuicultura la que determine el futuro de los alimentos acuáticos.

Infografía: La acuicultura representa la mitad del suministro mundial de pescado | Statista

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Se estima que la producción total de animales acuáticos llegue a los 202 millones de toneladas en 2030, sobre todo por el crecimiento sostenido de la acuicultura que se espera alcance en 2027 los 100 millones de toneladas y los 106 millones en 2030.

Por su parte, España es el país de la Unión Europea con mayor cosecha de acuicultura (25,3 %) y el primer productor de pescado del continente, según el último informe de APROMAR.

¿Qué es la acuicultura?

La acuicultura se define como la técnica de dirigir y fomentar la cría de organismos acuáticos, como peces, mariscos, moluscos y plantas en ambientes controlados. Es una forma de producción de alimentos que se lleva a cabo en estanques, jaulas flotantes, tanques, sistemas cerrados y otros medios artificiales. Se ha utilizado durante siglos en todo el mundo, pero ha experimentado un gran avance en las últimas décadas gracias a la tecnología y los métodos de producción avanzados.

La acuicultura se usa para cultivar especies tanto de agua dulce como salada, y se presenta como una alternativa más sostenible a la pesca de captura. Es una industria importante en todo el mundo y se utiliza tanto para la producción de alimentos como para la conservación de especies en peligro de extinción. Además, la acuicultura también produce productos no alimentarios como perlas, combustibles, piensos o medicamentos.

Acuicultura frente a piscicultura

A menudo se suelen confundir, pues la acuicultura y la piscicultura son dos términos relacionados con la producción de organismos acuáticos, pero existen algunas diferencias importantes entre ellos.

La acuicultura es un término más amplio, que incluye la cría de organismos acuáticos como peces, mariscos, moluscos, plantas acuáticas y otros organismos en ambientes controlados.

Por otro lado, la piscicultura es una forma específica de acuicultura que se centra exclusivamente en la cría de peces en ambientes controlados.

Mientras que la piscicultura se enfoca en la cría de peces para fines comerciales, la acuicultura puede incluir la cría de una amplia variedad de especies acuáticas para la producción de alimentos, la conservación de especies en peligro de extinción y otros propósitos.

La acuicultura en España

La acuicultura en España es una actividad económica de gran relevancia que contribuye al suministro de proteína animal y genera empleo en muchas regiones costeras del país. Además, España es el principal productor de acuicultura de la UE (23 % del total) y el primer productor de pescado en general, con una producción anual de alrededor de 300.000 toneladas.

Este sector en España se ha desarrollado en los últimos años de manera significativa. La producción se ha triplicado en los últimos 15 años y se espera que esta tendencia continúe en los próximos años.

En 2022, la acuicultura se consolidó en el país gracias al aumento de la demanda nacional e internacional, el compromiso del sector con la sostenibilidad y los avances tecnológicos como la acuicultura en circuito cerrado.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el cultivo de peces genera en España 18.000 puestos de trabajo directos y 40.000 indirectos, en un total de 5.075 establecimientos acuícolas

En nuestro país, la acuicultura es un sector altamente regulado, que está sometido a rigurosos controles de calidad y sanidad. Existen numerosos programas de certificación y etiquetado, como el sello de calidad ‘Label Rouge’, el sello de calidad ecológica de la Unión Europea y el programa de certificación del Aquaculture Stewardship Council (ASC), que garantizan la calidad y la sostenibilidad de los productos acuícolas españoles.

¿Qué tipo de especies se cultivan en acuicultura en España?

En España, se cultivan diferentes tipos de peces, crustáceos y algas en la acuicultura, algunos de ellos son:

Peces: los peces más cultivados son dorada, lubina, trucha, lenguado, corvina, salmón, rodaballo, trucha y atún rojo.
Crustáceos: camarón, bogavante y langosta son los más cultivados, sobre todo en costas de Andalucía y Murcia, seguidos de langostinos, gambas, y cigalas.
Moluscos: podemos destacar el mejillón, sobre todo en las regiones de Galicia y el Cantábrico. Le siguen las ostras, almejas (fina, japonesa y rubia) y vieras cultivadas en las costas mediterránea y atlántica, destacando Galicia.
Algas: se cultivan microalgas, destinadas a la nutrición humana, alimentación animal (incluyendo la propia acuicultura), biocombustibles y cosmética, y en menor medida macroalgas destinadas al consumo y a la producción de fertilizantes.

Ventajas y desventajas de la acuicultura

La acuicultura presenta una serie de pros y contras, que pueden variar dependiendo del tipo, la especie cultivada, el método de producción y la región en la que se lleva a cabo.

Ventajas de la acuicultura:

Aumento de la oferta de alimentos: la acuicultura tiene ventajas frente a la pesca tradicional, la agricultura y la ganadería a la hora de aumentar la producción de alimentos por su menor demanda de tierra cultivable, menor emisiones de C0₂y uso más eficiente y sostenible de los recursos.
Reducción de la presión sobre las poblaciones de peces silvestres: ayuda a reducir la sobrepesca y la presión sobre las poblaciones de peces silvestres.
Valor nutricional: puede haber diferencias de composición, pero tanto el pescado de acuicultura como el de extracción son igualmente saludables, aportando los mismos ácidos grasos Omega 3, proteínas, minerales y vitaminas.
Control de la calidad: la acuicultura permite un mayor control de la calidad de los productos, ya que los animales se crían en un ambiente controlado, donde se controlan factores como la alimentación, la calidad del agua y las condiciones de crecimiento.
Fomenta la investigación y la innovación: al ser una industria en constante evolución, fomenta la investigación y la innovación en áreas como genética, alimentación y tecnología de producción sostenible. La acuicultura tiene una estrecha colaboración con una amplia red de centros de I+D+i y Universidades.

Desventajas de la acuicultura:

Impacto ambiental: puede tener un impacto negativo en el medioambiente si no se maneja adecuadamente, pues se corren riesgos en cuanto a la contaminación del agua, la introducción de especies invasoras o la disminución de la biodiversidad.
Riesgos para la salud: el uso inadecuado de antibióticos y productos químicos para tratar enfermedades y mejorar el crecimiento de los peces cultivados puede tener consecuencias para la salud humana, como el aumento de la resistencia a los antibióticos.
Problemas de bienestar animal: la acuicultura puede presentar desafíos en términos de bienestar animal, como la alta concentración de peces en jaulas o espacios cerrados con falta de espacio para nadar.
Transmisión de enfermedades: al igual que en cualquier sistema de cría intensiva, los organismos acuáticos en los sistemas de acuicultura están en riesgo de enfermedades y plagas que se propagan rápidamente debido a la mezcla de especies y las condiciones de alta densidad.

Es importante destacar que muchos de estos problemas pueden ser abordados y mitigados a través de prácticas responsables y sostenibles de acuicultura, por ejemplo, a través de la regulación adecuada, la implementación de tecnologías y técnicas mejoradas, y el monitoreo y evaluación continuos.

Sostenibilidad e innovación en la acuicultura

En términos de sostenibilidad, el sector acuícola en España se encuentra en una etapa de transición hacia prácticas más sostenibles. En los últimos años, se ha puesto un mayor énfasis en la gestión sostenible de los recursos y la reducción del impacto ambiental de la producción.

Una de las prácticas de producción responsables es la selección cuidadosa de las especies cultivadas, así como la ubicación de las instalaciones, para evitar el uso de especies invasoras que puedan dañar los ecosistemas acuáticos locales.

Como hemos mencionado, también existen programas de certificación y etiquetado como el sello de calidad ecológica de la UE y el programa de certificación del Aquaculture Stewardship Council (ASC), que ayudan a implementar prácticas sostenibles de producción y mejoran la transparencia en la cadena de suministro de la acuicultura.

Tecnología e innovación en la acuicultura

La acuicultura española también enfrenta desafíos, como el aumento del coste de producción, la competencia de los productos acuícolas de otros países y los potenciales impactos ambientales. Estos desafíos pretenden abordarse desde la innovación y tecnología, con el objetivo de conseguir una acuicultura más sostenible. Estas son algunas de esas tecnologías e innovaciones más destacadas:

Sistemas de recirculación de agua: permiten reciclar y reutilizar el agua en los sistemas de cultivo acuícola, que incluyen filtración y tratamiento del agua, reduciendo la cantidad de agua necesaria para la producción y minimizando el impacto ambiental.
Acuaponía: técnica que combina la acuicultura con la agricultura. En un sistema acuapónico, los desechos orgánicos de las especies acuícolas se utilizan como alimento para las plantas, que a su vez purifican el agua. De esta forma, se crea un sistema cerrado que permite la producción sostenible de plantas y peces en un solo lugar.
Monitoreo y control: La sensorización es una tecnología que mide y monitorea en tiempo real variables como la temperatura, la salinidad, el pH y el oxígeno del agua, permitiendo una gestión más eficiente y mejorando la salud de las especies.
Alimentación y nutrición: La innovación ha permitido la producción de alimentos para peces que son más eficientes y sostenibles, como las dietas con proteínas alternativas a base de plantas o insectos. Además, se están usando tecnologías para desarrollar alimentos con nutrientes específicos que mejoran la salud y el crecimiento.
Uso de tecnologías de cultivo en mar abierto: Estas tecnologías permiten el cultivo de especies en su ambiente natural, lo que reduce la necesidad de intervenciones artificiales y mejora la calidad de los productos.
Uso de la biotecnología: sirve para el desarrollo de nuevas especies y para la mejora genética de las especies cultivadas. Permite la selección de características deseables de las especies, como el crecimiento, la resistencia a enfermedades y la calidad de la carne.

Empresas y ‘startups’ españolas de acuicultura sostenible

Las startups y empresas relacionadas con acuicultura están emergiendo como un sector en rápido crecimiento. Estas empresas se centran en la utilización de tecnologías innovadoras y sostenibles que consigan abordar los desafíos de la acuicultura y mejorar su eficiencia y rentabilidad. Algunos ejemplos son:

Ecoalga: esta startup andaluza se centra en el cultivo de microalgas para su utilización en la acuicultura y otros sectores. Ecoalga ha desarrollado un sistema de cultivo innovador que utiliza la luz natural y puede producir microalgas de alta calidad de manera sostenible.
Aquapioneers: se dedica a la producción de verduras y hortalizas en sistemas hidropónicos sostenibles que utilizan agua y nutrientes procedentes de la acuicultura.
Acuinuga: esta empresa se dedica a la producción y comercialización de peces y mariscos de acuicultura, con una fuerte orientación hacia la sostenibilidad y la innovación, incluyendo sistemas de recirculación de agua y sistemas de alimentación automatizados.
Caviar Riofrío: esta empresa española se dedica a la producción de caviar de alta calidad, usando técnicas de acuicultura sostenible y respetuosas con el medioambiente, como la utilización de agua de manantial y la alimentación natural de los peces.
Veta la Palma: con una granja situada en el Parque Nacional de Doñana, se centra principalmente en la producción de lubina y dorada sostenible y ha sido reconocida por sus prácticas innovadoras y respetuosas con el medioambiente con diferentes premios.

A nivel mundial existen una larga lista de startups e innovaciones en acuicultura como Aquabonty (dedicada a la cría de salmón transgénico que crece en la mitad de tiempo), Aquabyte (sistemas de monitoreo e IA para análisis de datos), Seafood Barter (plataforma de e-commerce que conecta a productores acuícolas con compradores en todo el mundo), BlueNalu (cultivo de especies a partir de células de laboratorio), etc.

En resumen, la acuicultura es un sector con un gran crecimiento y una pieza clave en la conservación de los medios acuáticos y en la alimentación del futuro a nivel mundial, de cara a garantizar la seguridad alimentaria de una población en constante crecimiento. Aunque enfrenta diferentes desafíos son muchos los avances en innovaciones que se están desarrollando para conseguir una acuicultura más eficiente y sostenible.

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