Seguimos con el 'Farm to Fork': ahora le toca a la ganadería

Cuando en 2019 todas las instituciones europeas, incluidos los Estados miembros, dieron el visto bueno a la Estrategia ‘De la Granja la Mesa’, todos nos asustamos de lo que habían aprobado. Después llegó la pandemia y la guerra de Ucrania, y pensamos que la Comisión se relajaría un poco. Nada más lejos de la realidad.

La velocidad con la que llegan de las propuestas de cambios para toda la cadena alimentaria, y especialmente para agricultores y ganaderos, es vertiginosa. No da tiempo a asimilarlas, como comprobamos la semana pasada hablando del SIEX. Ahora vienen las propuestas de bienestar animal. 

Hace unos días se filtró un borrador de informe de impacto de las propuestas que, en materia de bienestar animal, está preparando la Comisión. Lo han compartido las organizaciones representativas del sector. 

Dicen que alguna unidad de la Comisión estaba bastante molesta con la filtración. Nada comparado con el enfado que tienen todos aquellos productores, y sus representantes, que han conocido las líneas generales de la propuesta. Es cierto que es un borrador que deriva de un documento de trabajo, pero pone en evidencia que todos los temores que provocaron los documentos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) pueden hacerse realidad. 

La propuesta es general, al recoger iniciativas para todos los sectores ganaderos. También apunta a modificaciones legales en toda la cadena, desde las pirámides de genética hasta las granjas, el transporte o los mataderos. 

Las aves, tanto de carne como de puesta, se podrían ver afectadas. Parece que vamos hacia la desaparición total de las jaulas en ponedoras o la prohibición de sacrificio de pollitos machos o la eliminación del corte de picos. 

En el engorde de pollos se promueve mayor espacio por animal y se abre la vía a impulsar la salida al exterior, con la que está cayendo en los últimos meses con la gripe aviar. Y al final, en todos los casos, se quiere cambiar el sistema de aturdimiento en matadero. 

La producción porcina se encamina a una eliminación casi integral de la restricción de movimientos en las cerdas, ampliando las superficies por animal en el engorde y con nuevas restricciones a la castración y al corte de rabos. Llama mucho la atención que quieren prohibir el uso del CO₂ en el aturdimiento en matadero, reconociendo que no hay una tecnología alternativa.

En el resto de las producciones se restringen todas las intervenciones sobre los animales, ampliando los espacios por animal y, en el caso de la producción lechera, obligando a que los animales destetados se mantengan más tiempo en las explotaciones. 

También entran en el ámbito de los perros y gatos, mezclando producciones ganaderas con animales de compañía, lo que nos da una idea de quien impulsa estas normas. 

No se olvidan del transporte, donde quieren modificar la regulación del transporte nacional e internacional, limitando los tiempos y las condiciones, y legislando el marítimo, limitando las salidas de la Unión Europea. Incluso quieren regular el transporte cuando las temperaturas del día superen los 30 º, lo que en nuestras circunstancias da mucho que pensar.

Dejamos los impactos económicos de estas propuestas para otro momento. Porque la Estrategia ‘De la Granja a la Mesa’ no ha acabado… Mucho trabajo para nuestros representantes.