15 January 2024
La simplicidad del concepto de sostenibilidad lleva a atacar desmesuradamente a la agricultura bajo invernadero de la provincia de Almería.
A lo largo de las últimas semanas no he parado de leer noticias o mensajes en redes sociales contra la sostenibilidad de la agricultura bajo invernadero de Almería. Esto puede ser un comportamiento normal, especialmente cuando estos ataques provienen de su principal competidor en Europa: la agricultura protegida del noroeste de Europa. Sin embargo, en este caso, los ataques vienen de compatriotas.
Lo primero que llama mi atención de los mensajes que he leído es que no se comprende el concepto de sostenibilidad, ni por parte de la población especializada ni por la no especializada. En muchos casos obvian las componentes socioeconómicas de este parámetro, ya que la sostenibilidad es un parámetro multidimensional que abarca aspectos económicos, sociales y medioambientales.
Lo segundo es que se ignoran muchas de las innovaciones en materia de sostenibilidad medioambiental que se encuentran ya implementadas y que permiten mejorar la gestión de la rentabilidad ecológica de los sistemas agrícolas. Esto sucede con frecuencia cuando se habla del Modelo Almería.
No quiero ser ingenuo, en la agricultura protegida de Almería se generan y seguirán generándose impactos negativos de carácter medioambiental debido al desarrollo normal de la actividad, al igual que en cualquier otra. También puede haber impactos derivados de prácticas incorrectas realizadas por una minoría de productores. Estas prácticas son sancionadas por la Administración, pero en algunos casos no se castigan debido a la dificultad para identificar a estos "agricultores malos". Por tanto, es necesario mejorar los procedimientos de identificación, lo cual se realiza continuamente.
Por eso, me siento en la necesidad de recordar algunas cifras o técnicas de producción que indican o sugieren la sostenibilidad del Modelo Almería. Además, es importante seguir trabajando en algunas líneas principales para mejorar la rentabilidad económica, social y medioambiental de este sistema de producción.
No debemos olvidar que se deben aplicar medidas correctivas en algunos aspectos para seguir progresando. Sin embargo, tampoco debemos castigar un modelo de cultivo que genera una gran cantidad de productos hortofrutícolas y contribuye a la soberanía y seguridad alimentaria de la Unión Europea.
Sostén hortofrutícola europeo
Casi el 7 % de los productos hortofrutícolas de la Unión Europea provienen de Almería, lo que implica una producción de hortalizas mayor que la de 22 Estados miembros de la Unión Europea. Esta cifra incluye tanto los productos obtenidos al aire libre como los cultivados bajo invernadero, siendo este último sistema el más utilizado.
La agricultura bajo invernadero de Almería es un pilar de la soberanía y seguridad agroalimentaria hortofrutícola de la Unión Europea
¿Aumento de agroquímicos?
La agricultura bajo invernadero en la provincia de Almería se caracteriza por un uso intensivo de insumos de producción, lo cual es innegable.
Para la producción de hortofrutícolas almerienses se requiere una mayor cantidad de fertilizantes, fitosanitarios, agua y energía. Sin embargo, también se generan más alimentos por unidad de superficie.
Por ejemplo, según la Junta de Andalucía, en Almería se consumieron más de 157.000 toneladas de fertilizantes y casi 9.000 toneladas de fitosanitarios, considerando todos los agroquímicos consumidos por los subsectores agrícolas de Almería, pero donde su sistema bajo invernadero provoca el consumo mayoritario de estos.
En Almería se consumieron casi 160.000 t de fertilizantes y 9.000 de fitosanitarios
La evolución del consumo de agroquímicos muestra una demanda variable, con tendencias alcistas y bajistas. Estas cifras pueden estar influenciadas por diversos factores que afectan a los cultivos, como la aparición de enfermedades que aumentan la demanda de fitosanitarios o el propio encarecimiento de las materias primas.
El consumo de agroquímicos es irregular a lo largo del tiempo
Sin embargo, surge la pregunta de si la expansión de la superficie de invernaderos coincide con el aumento del consumo de agroquímicos.
Para responder a esta pregunta, se presenta la siguiente figura que muestra la variación porcentual del consumo de agroquímicos y la superficie invernada en Almería. El periodo de referencia abarca desde 2002 hasta 2006 y se toma como promedio de los parámetros.
Los datos obtenidos son sorprendentes, sin duda. Durante el periodo 2017-2021, la superficie de invernaderos ha aumentado más del 20 % en comparación con el periodo 2002-2006. Sin embargo, el consumo de fertilizantes se ha mantenido prácticamente constante, mientras que el de fitosanitarios ha experimentado un crecimiento cercano al 10 %.
Por lo tanto, este incremento en la superficie de invernaderos no ha llevado a un aumento en la demanda de agroquímicos como sería de esperar.
El aumento de invernaderos en Almería no ha desencadenado un incremento del consumo de agroquímicos
La explicación de estos datos es sencilla. La normativa y la actitud innovadora de los agricultores en Almería han permitido mantener el consumo de recursos en niveles globales. Por un lado, se han prohibido ciertos insumos y, por otro lado, se ha adoptado el uso de técnicas sostenibles por parte de los agricultores almerienses. Muchos de ellos ya empleaban estas técnicas incluso antes de que se prohibiera el uso de los insumos.
Sanidad verde
En los últimos años de la primera década del siglo XXI, la agricultura protegida en Almería experimentó una revolución con la implementación del control biológico. Esta técnica se basa en el uso beneficioso de parásitos, patógenos y depredadores para controlar las plagas y los daños que estas causan.
El desarrollo y adaptación de estas técnicas al Modelo Almería comenzó a finales del siglo XX, y fueron gradualmente adoptadas en las explotaciones agrícolas. Sin embargo, a partir de la campaña 2008/2009, hubo una implantación masiva en los campos almerienses debido a la prohibición del consumo de ciertos productos fitosanitarios.
Los agricultores almerienses utilizan una gran cantidad de técnicas de producción sostenibles
Kopert España (26/08/2020): "Control biológico de trips en pimiento: caso real en un invernadero de El Ejido (Almería)".
También es importante destacar el amplio uso de otras técnicas no químicas para el control de patógenos que han estado en uso durante décadas.
Un ejemplo de esto es el uso de injertos para conferir resistencia a enfermedades del suelo que afectan a las plantas.
Además, se utilizan técnicas como la solarización o biosolarización para desinfectar el suelo. Estas técnicas implican el uso de la energía solar capturada a través de películas de plástico, ya sea por sí sola o combinada con el metabolismo de los organismos, para inactivar térmicamente a los patógenos.
En 2013, casi el 50 % de los productores utilizaban la solarización como método principal de desinfección. Es importante destacar que a partir de esa fecha se han prohibido diferentes sustancias químicas utilizadas por los agricultores de Almería, lo que habrá llevado a una mayor expansión del uso de estas técnicas.
También es relevante mencionar la expansión reciente en el uso de preparados de origen biológico y otros bioproductos en la agricultura protegida.
El boom ecológico
Las estrategias comunicadas por la Unión Europea en materia de sostenibilidad medioambiental indican que la producción ecológica es fundamental para lograr un desarrollo sostenible en la producción de alimentos.
El Reglamento de Producción Ecológica de la Unión Europea establece las técnicas de producción permitidas para obtener alimentos de manera sostenible. En este reglamento se prohíbe el uso de insumos de origen sintético y se promueve el aumento de la biodiversidad en los sistemas de producción agrícola, así como la búsqueda de la independencia productiva. Además, se implementan los principios de la economía circular, un sistema de producción y consumo promovido por la Unión Europea para lograr un territorio medioambientalmente neutro.
Aunque se suele considerar que la agricultura bajo invernadero de Almería se basa en métodos convencionales, es importante destacar que la agricultura ecológica certificada europea está presente en 4.382 hectáreas de invernaderos, lo que representa más del 10% de su superficie.
La agricultura ecológica se encuentra implantada en más del 10 % de los invernaderos de Almería
No debemos olvidarnos de la producción integrada
También se utiliza de forma extensiva la Producción Integrada en la agricultura protegida almeriense. Más de 9.600 hectáreas de invernadero implementan estas formas de producción.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Producción Integrada se define como "los sistemas agrícolas que aprovechan al máximo los recursos y mecanismos de producción naturales, garantizando a largo plazo una agricultura sostenible. En ella se utilizan métodos biológicos y químicos de control, así como otras técnicas que concilian las demandas de la sociedad, la protección del medioambiente y la productividad agrícola. También se incluyen las operaciones relacionadas con la manipulación, envasado, procesamiento y etiquetado de productos vegetales en el sistema".
Consumo de energía
A la producción bajo invernadero se le suele atribuir una elevada huella energética debido al uso intensivo de insumos productivos como fertilizantes, fitosanitarios y plásticos, así como a las acciones de control climático y la distribución de los alimentos.
En algunos sistemas de cultivo, el mayor gasto de energía ocurre antes de la obtención de los alimentos, en la fabricación de insumos como los fertilizantes.
En el caso de la agricultura protegida en Almería, el clima favorable del área resulta en una menor huella energética en comparación con la producción bajo invernadero en el noroeste de Europa. Según el Grupo EIP-AGRI, la agricultura protegida en la provincia de Almería consume un 45% menos de energía que la agricultura invernada en los Países Bajos.
Otros estudios también reportan consumos similares en periodos anuales.
La agricultura bajo invernadero de Almería tiene una menor huella energética que otros sistemas de cultivo protegidos
Es cierto que, si realizamos la comparativa con el rendimiento energético obtenido por un sistema tradicional, obtendríamos un aumento. Sin embargo, es importante recordar que la agricultura protegida de Almería logra producir una mayor cantidad de alimentos por unidad de superficie en comparación con estos sistemas.
Huella hídrica
La sequía que ha padecido y sigue afectando a España ha llevado a popularizar la gestión del agua. Es innegable que la mayoría de los recursos hídricos del país se destinan a satisfacer las necesidades alimentarias tanto de la población española como internacional debido a las exportaciones agroalimentarias.
En Almería se presenta un clima árido con escasas precipitaciones. Además, los cultivos hortícolas protegidos demandan una gran cantidad de agua. Por ejemplo, el cultivo de tomate en ciclo largo consume alrededor de 6.000 metros cúbicos de agua al año. Otros cultivos, como el pimiento, requieren aproximadamente 7.500 metros cúbicos al año, mientras que el pepino utiliza unos 7.000 metros cúbicos anuales.
Además, en muchas zonas agrícolas del territorio se ha apostado por fuentes alternativas de agua desde hace varias décadas, como el agua desalada y el agua reciclada.
Adicionalmente, en las ordenanzas municipales de muchos municipios almerienses se requiere a los productores recolectar el agua de lluvia y almacenarla en las balsas de sus explotaciones o de las comunidades de regantes correspondientes. De esta manera, se aprovecha al máximo cada gota de agua disponible.
Gestión de residuos
La gestión adecuada de los residuos agrícolas ha sido uno de los principales problemas de la agricultura en Almería. A finales del siglo XX, se enfrentó a una crisis sanitaria debido al inadecuado tratamiento de estos desechos.
Sin embargo, las entidades público-privadas tomaron medidas y lograron mejorar significativamente la situación en el campo almeriense. Ello trajo el desarrollo de un gran entramado de plantas de gestión de residuos. Todo ello para hacer frente a casi 2 millones de toneladas anuales de biomasa agrícola y a casi 45.000 toneladas de plásticos, los cuales se gestionan casi en su totalidad.
A pesar de los avances, aún persisten algunos problemas en este ámbito. La propia Administración nacional considera que estos problemas son estructurales en la agricultura y la ganadería de España.
La solución radica en la implementación de estrategias basadas en la economía circular.
Por ejemplo, el aprovechamiento de los residuos agrícolas de los invernaderos como abono convierte estos desechos en recursos y, además, permite reducir hasta un 100 % el uso de fertilizantes inorgánicos sin afectar la productividad de los cultivos.
La vertiente socioeconómica
La agricultura bajo invernadero en Almería se destaca por ser más rentable que otros sistemas agrícolas en España. Sin embargo, es importante señalar que en los últimos años ha habido un estancamiento en los precios de origen y un aumento de los costos de producción, lo que ha llevado a una disminución en los beneficios económicos. Aunque en las últimas dos campañas parece que ha mejorado levemente la situación.
A pesar de esto, la contribución al Valor Agregado Bruto (VAB) de la provincia es indiscutible. Casi dos de cada diez euros generados en la provincia dependen directamente de la agricultura.
Si observamos los datos de ocupados agrícolas en Almería, la dedicación agrícola ocupa más de 52.000 personas. Lo que se traduce en más del 17 % de los ocupados.
La agricultura bajo invernadero de Almería genera una gran cantidad de riqueza y empleo para los habitantes
También debemos tener en cuenta la riqueza y las oportunidades laborales generadas por la industria agroindustrial asociada, así como los negocios que dependen indirectamente de la agricultura.
Almería: La despensa de Europa BASF Agricultural Solutions (25/07/2023): "Almería: La despensa de Europa".
Tampoco podemos pasar por alto la importancia de las exportaciones agroalimentarias hortofrutícolas en el comercio exterior provincial. Tres de cada cuatro euros exportados en la provincia de Almería provienen de su agricultura bajo invernadero.
Por lo tanto, la agricultura bajo invernadero depende de Almería debido a sus condiciones edafoclimáticas, pero a su vez, la provincia de Almería depende de la agricultura bajo invernadero para mantener su progreso económico.
La agricultura bajo invernadero necesita de Almería y Almería necesita de la agricultura bajo invernadero
No debemos olvidar que antes del desarrollo de la agricultura protegida, la provincia de Almería era un territorio subdesarrollado con un flujo migratorio negativo debido a la falta de oportunidades.
Seguro que la mayoría de los almerienses tienen a algún padre o madre, abuelo o abuela o bisabuelo o bisabuela que emigraron a otras partes del mundo en busca de mejores condiciones, pero pudieron regresar gracias a las oportunidades que creó la agricultura y su clúster asociado.
La agricultura bajo invernadero de Almería sostiene al equilibrio territorial de la provincia
El camino a seguir
Voy a terminar esta reflexión tal y como la comencé: es necesario implementar nuevas medidas para continuar mejorando la triple vertiente de la sostenibilidad. Sin embargo, esto no significa que se deban realizar ataques desmedidos e injustificados sobre la agricultura protegida almeriense.
En este artículo, hemos identificado un consumo elevado de agroquímicos, agua y energía en comparación con otros sistemas intensivos, pero también hemos destacado las mejoras que se están llevando a cabo para reducir este consumo.
También es importante recordar que la agricultura almeriense logra una mayor productividad en comparación con la agricultura al aire libre, lo que reduce su huella medioambiental por producto.
La producción agrícola de Almería juega un papel crucial en la soberanía y seguridad alimentaria de la Unión Europea en lo que respecta a los productos hortofrutícolas, así como en el equilibrio territorial de la provincia de Almería, ya que sus parámetros socioeconómicos dependen en gran medida de este sistema económico.
Las estrategias para expandir la triple vertiente del sistema agrícola protegido almeriense implican aumentar la adopción de tecnologías que reduzcan su huella medioambiental.
Por un lado, es importante que estos enfoques innovadores cumplan con los principios de la economía circular, promoviendo la reducción de insumos a través del aprovechamiento de subproductos de la propia agricultura almeriense o de otros sistemas agrícolas.
Se ha demostrado que la biomasa agrícola puede fertilizar cultivos de tomate con la misma eficacia que los abonos de síntesis a través de un procedimiento normalizado ya descrito. Además, se debe fomentar la sustitución de los plásticos petroquímicos por alternativas biodegradables o compostables.
Sin embargo, es importante tener cuidado, ya que no todos los insumos utilizados en la agricultura almeriense y fabricados con plástico tienen estas alternativas disponibles. Por lo tanto, es crucial apoyar el desarrollo de nuevos materiales.
Cuaderno Agrario (26/12/2022): "Control biológico y digital de Plagas en Almería".
Por otro lado, es necesario aumentar la adopción de nuevas tecnologías digitales, como la sensórica y el internet de las cosas, que pueden ayudar a los agricultores almerienses a realizar una mejor gestión de los insumos. Esto no solo mejorará la rentabilidad económica, social y medioambiental del modelo, sino que también contribuirá a la expansión de esta triple vertiente de sostenibilidad.
La economía circular y la digitalización son las principales vías para mejorar la sostenibilidad de la agricultura bajo invernadero de Almería
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