21 December 2020
En Europa perdura la tendencia bajista de los precios del porcino por la sobreoferta causada por el impacto del coronavirus y la PPA. España sigue esta tendencia y solo la demanda sostenida de China evita una mayor caída de los precios.
Evolución de las cotizaciones en Europa y en los principales productores mundiales
Desde el mes de septiembre la fuerte competencia en los mercados intracomunitarios fuerza los precios a la baja.
- Por un lado, la aparición de la Peste Porcina Africana (PPA) dentro de las fronteras alemanas ha provocado el bloqueo de las exportaciones a países terceros1 (también Polonia y Bélgica tienen obstaculizadas las exportaciones por la misma razón).
Ante esta situación, la estrategia alemana para mantener los precios fue reducir el ritmo de matanza, pero la oferta de cerdos listos para matadero sigue siendo mayor que la demanda y la carne de cerdo que se habría exportado ahora se comercializa en el mercado interno de la Unión Europea.
- Por otro lado, las medidas de seguridad para combatir la pandemia de Covid ralentizan el ritmo de matanza de los principales países productores del norte de Europa, provocando una acumulación de animales vivos con pesos altos que no encuentran salida.
En el caso de Alemania la producción se encuentra limitada por los contagios entre los trabajadores de algunos de sus mataderos más importantes. Y en Dinamarca el cierre de dos plantas de Danish Crown por protección sanitaria también redujo el ritmo de sus exportaciones.
Este freno en la actividad de los mataderos y las plantas de procesado provoca un exceso de oferta que satura el mercado de animales vivos
1Desde la aparición en Alemania de la Peste Porcina Africana(PPA): China, Corea del Sur, Japón, México, Argentina y Taiwán son algunos de los países que han prohibido la importación de productos cárnicos con origen alemán.
Respecto a países terceros, la variación más destacada la encontramos en Brasil. En la primera semana de diciembre el precio es de 1,06€/kg, frente al máximo anual alcanzado a principios de noviembre con 1,50€/kg (superando por primera vez los precios europeos).
La principal explicación de esta subida ha sido el fuerte incremento de las exportaciones hacia China y la diversificación hacia otros mercados como Chile y Colombia.
En EE.UU. se han superado los problemas logísticos causados por el covid durante el verano y han recuperado sus niveles de oferta, manteniéndose el precio estable con ligeras variaciones a la baja, alrededor de 1,03€/kg.
Es interesante destacar que por primera vez los precios del porcino en todos los principales países están muy alineados.
En este artículo analizamos el impacto del COVID tras 8 meses en el sector vacuno
Evolución de las cotizaciones en España
Tras doce semanas de precios estables del porcino vivo a 1,30€/kg, desde octubre el precio fue descendiendo hasta iniciar el mes de diciembre a 1,10€/kg, según reflejan las cifras de referencia de la Lonja de Mercolleida.
Esta tendencia decreciente encaja con la temporalidad del porcino en estas fechas. Pero, además responde a la erosión constante en los precios por la sobreoferta de carne de cerdo en el mercado intercomunitario, siendo las exportaciones las que tiran del mercado.
En lo que respecta a los lechones, actualmente el precio se sitúa en 27,5 €/Unidad. Este repunte en los precios se explica por la preferencia por parte de los cebaderos en la compra de lechones a los proveedores nacionales para poder garantizar la exportación a terceros países.
Evolución de la producción nacional – Por el lado de la oferta
En el caso de España el impacto del covid no ha mermado la capacidad de la cadena de producción de porcino.
Los mataderos y plantas de procesado siguen funcionando y cada semana se superan los niveles de matanza de la semana anterior. Según las estadísticas del MAPA de enero a septiembre se ha incrementado un 5,2 % el número de animales sacrificados respecto al año anterior (lo que representa un aumento de 7,1 % en volumen de carne).
Evolución de la exportación nacional – Por el lado de la demanda
Los grandes volúmenes de exportación, principalmente a China, ofrecen una salida a la producción nacional y suavizan la caída de los precios. Desde enero hasta septiembre se exportaron un total de 2.167miles de toneladas por un valor de 5.490 millones de euros (lo que supone un incremento del 27 % respecto al año anterior). Y del total de las exportaciones el 41,8 % tiene como destino el país asiático.
Este escenario evidencia que el mercado chino es una de las claves de crecimiento del sector porcino español. Y es esta capacidad sostenida de producción y de exportación el valor diferencial que consolida a España en el liderazgo europeo de suministro de porcino al mercado chino.
Las previsiones apuntan a que las importaciones chinas se mantendrán firmes a lo largo del 2021. Sin embargo, la recuperación de la cabaña China evoluciona rápido y las estimaciones del último informe de Rabobank sitúan entre 2024/2025 la recuperación del 95 % del censo chino. Lo que producirá una disminución paulatina en sus importaciones cada año.
Del total de las exportaciones de carne de porcino, el 41,8 % tiene como destino el país asiático
¿Qué podemos esperar a corto plazo?
Por parte de los ganaderos ante el descenso del número de sacrificios por las vacaciones de navidad, las tendencias alcistas de los precios del pienso y las perspectivas de precios bajos cada semana, se busca evitar la bajada de la semana siguiente y tratan de vender todo el ganado que pueden.
Por parte de la industria ante la incertidumbre sobre la duración de las restricciones, se busca evitar el stock y reducen la demanda de pedidos.
En resumen, el efecto covid mantiene la incertidumbre global y tras la detección de la PPA es poco probable que en las negociaciones entre Alemania y China se acepte la regionalización (tampoco lo consiguió Bélgica) por lo que en el corto plazo las exportaciones alemanas no van a encontrar salida a terceros países.
Esta imposibilidad de exportar de algunos países y la acumulación de animales para matadero fomenta que siga aumentando la oferta en el mercado europeo y tensiona los precios a la baja.
Por otro lado, la caída de los precios de los animales vivos va a suponer un cierto alivio para muchas industrias cárnicas, que durante los periodos de altas cotizaciones no pudieron trasladar todo el incremento de costes que estaban sufriendo hacia sus clientes. En la situación actual podrán mejorar sus márgenes y recuperar parte de la rentabilidad perdida.
En definitiva, los efectos de ambas pandemias siguen marcando las agendas del sector porcino y estrangulan el equilibrio de la cadena. Pero, una vez se resuelva la situación de alerta sanitaria es probable que se recuperen los niveles de consumo habituales y se espera que la capacidad de matanza en los países europeos se recupere (al menos para no generar más retrasos).
Esta reactivación aliviaría las ventas tanto de animales vivos como de carne, por lo que, a medio plazo se podría esperar que los precios se mantuviesen bajos, pero sin grandes caídas.
Frente a esta situación, como estrategia sería interesante centrar energías en incorporar todas las medidas de bioseguridad necesarias y mantener las explotaciones libres de PPA y de coronavirus y fortalecer la marca de calidad nacional para posicionar, aprovechar la ventana de oportunidad y garantizar el valor de las exportaciones a China y países asiáticos.