05 April 2024
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tiene entre sus funciones la de informar, asistir y asesorar en materia de ciencia y tecnología a entidades públicas y privadas.
Enmarcado en esta función, el recién publicado informe 'Nutrición Sostenible y Saludable', de la colección Ciencia para las Políticas Públicas, se presenta como un documento dirigido a administraciones y a la sociedad en general, que explica el reto de instaurar de forma global una nutrición y consumo de alimentos responsable, trabajando para reducir el riesgo de malnutrición, agravado por las crisis ambientales y geopolíticas y, por ende, la inflación y el desabastecimiento de alimentos que provocan.
Acceso al informe 'Nutrición Sostenible y Saludable' desde la imagen
https://transparencia.gob.es/transparencia/transparencia_Home/index/MasInformacion/Informes-de-interes/Salud/NutricionSostenibleSaludable.html
Por último, recoge además algunas de las líneas de innovación más destacadas del organismo para resolver los retos planteados.
Además del derecho fundamental a garantizar una salud adecuada, en primer lugar, este documento define qué es la malnutrición, entendida como condición que resulta de una dieta desequilibrada en la que se carece de ciertos nutrientes, se tienen otros en exceso (por un consumo excesivo) o no se consumen en las proporciones correctas.
También explica el concepto de desnutrición, en su caso entendida por la forma de malnutrición en la que existe un consumo deficitario de alimentos y no se ingieren todos los nutrientes (macro- y micronutrientes) que son aconsejables.
Cabe destacar que la malnutrición afecta a la población mundial más allá del impacto y repercusión mediática del término hambre, puesto que “profundas consecuencias en la salud y el bienestar de las personas, en su desarrollo físico y cognitivo, y en sus medios de subsistencia. Pero, además, sus graves repercusiones sociales, económicas y para la salud en todas sus formas se transmiten de una generación a otra”.
Una vez contextualizados ambos conceptos básicos, el estudio desarrollado por el CSIC analiza la inseguridad alimentaria, y cómo el objetivo número 2 planteado por la Agenda 20230 de las Naciones Unidas, hambre cero, garantizando alimentos sanos y nutritivos para todos, está actualmente lejos de cumplirse.
Según el estudio Global Nutrition Report, al menos 57 de los 129 países analizados presentan altos niveles tanto de desnutrición (retraso de crecimiento y anemia) como obesidad y sobrepeso.
Las estimaciones actuales indican que el 8,9 % de la población mundial padece hambre. Si continúan las tendencias recientes, el número de personas afectadas por esta crisis superará los 840 millones de personas para 2030.
El 8,9 % de la población mundial padece hambre
Ligado a la malnutrición, el informe explica el concepto de inseguridad alimentaria, entendido como el estado que sufren las personas que no pueden mantener una vida saludable debido a la ingesta de una dieta inadecuada.
Conceptos
- Desnutrición: carencia de calorías o de uno o más nutrientes esenciales.
- Malnutrición: defecto o exceso de ciertos nutrientes que provoca efectos negativos en la salud y el desarrollo.
- Seguridad alimentaria: se da cuando el conjunto de personas tiene acceso en todo momento a alimentos suficientes, seguros y nutritivos.
- Pobreza alimentaria: situación que no permite una alimentación suficiente, segura y saludable.
- Falta de equidad alimentaria: ausencia de existencias alimentarias que respondan a las necesidades nutricionales, diversidad, cultura y preferencias alimentarias.
“Es aquí donde los modelos productivos sostenibles son fundamentales para erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición, así como garantizar la seguridad alimentaria”, esgrimen los autores del informe.
La situación actual no es la mejor a escala global para paliar el derecho a una alimentación en cantidad y calidad, puesto que en el último año y medio se ha producido el mayor incremento de los precios de consumo de los alimentos desde hace décadas.
Además, la tasa de inflación interanual de los alimentos, bebidas y tabaco alcanzaba un valor del 13,8 % en diciembre de 2022 en la zona euro y del 14,7 % en España, medida en términos del índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que conjuga y compara los índices nacionales de los países.
Consumo de alimentos: enfermedades derivadas de la dieta
‘Nutrición sostenible y saludable’ del CSIC expone la alta incidencia que tiene la alimentación en cierto tipo de enfermedades que están íntimamente ligadas. De hecho, las dietas pobres en nutrientes y las enfermedades que dificultan la absorción de vitaminas y minerales son responsables de una de cada tres muertes infantiles en el mundo.
A su vez, el sistema alimentario tiene un alto impacto sobre la carga de las denominadas enfermedades no transmisibles (ENT), aparejadas al consumo de alimentos, que son aquellas que pueden prevenirse. Y lo tiene, otras cosas, por su contribución al cambio climático, la contaminación del aire, los riesgos laborales y la exposición a sustancias químicas que pueden ser nocivas para la salud.
Gráfico. ¿Cómo mejorar la salud alimentaria?
Además de los factores mencionados sobre la cadena alimentaria, una dieta poco saludable también es uno de los principales elementos de riesgo de incidencia de las ENT.
Enfermedades relacionadas con la dieta y el estado de nutrición
- Enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial.
- Accidentes cardiovasculares, ictus.
- Obesidad, diabetes tipo 2, dislipemias.
- Anemia ferropénica, perniciosa, etc.
- Infecciones orales e intestinales, estreñimiento, síndrome del intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
- Alergias e intolerancias alimentarias..
- Enfermedades respiratorias crónicas.
- Trastornos del comportamiento alimentario
- Deterioro cognitivo.
- Cáncer, influencia a nivel preventivo y durante los tratamientos farmacológicos.
La única solución para prevenir estas afecciones es llevar una dieta saludable, cuyas características deben ser:
- La base principal de las comidas diarias de la dieta mediterránea son los cereales y una variedad de frutas y verduras.
- El pescado, la carne blanca y los huevos son las principales fuentes de proteínas; la carne roja y las carnes procesadas se consumen con menos frecuencia. Las legumbres son, también, una fuente preferente de proteínas vegetales.
- El aceite de oliva es la principal fuente de lípidos de la dieta y se complementa con aceitunas, frutos secos y semillas.
- Se recomienda consumir productos lácteos a diario con moderación para obtener calcio, necesario para la salud ósea y cardiaca.
- El agua (entre 1,5 y 2 litros al día) se recomienda como principal fuente de hidratación.
- El vino y otras bebidas alcohólicas fermentadas, acompañando las comidas, se aconseja consumirlos con moderación.
Contribución de la ciencia en evitar la desnutrición y malnutrición
La ciencia tiene como objetivo esclarecer la estrecha relación entre la alimentación y la prevención y el riesgo para desarrollar enfermedades crónicas caracterizadas por una elevada morbimortalidad.
En este sentido, los grupos del CSIC, mediante la ciencia básica y la aplicada, contribuyen como un referente nacional e internacional en temas relacionados con la alimentación, la salud y la nutrición personalizada.
El estudio expone los trabajos de investigación que desarrolla la institución para investigar sobre los mecanismos que llevan al desarrollo de estas enfermedades con el objetivo de llevar a la clínica el desarrollo de medidas preventivas basadas en la dieta y en el estilo de vida que potencien la salud y el envejecimiento saludable de la población.
Conclusiones y recomendaciones
El estudio ‘Nutrición Sostenible y Saludable’ concluye con una serie de conclusiones y recomendaciones por parte de los autores, donde destaca la investigación aplicada para plantear una alimentación que evite la malnutrición, favorezca un buen estado de salud y disminuya el riesgo de enfermedades asociadas a la dieta; además de incidir en que la producción de alimentos debe ser sostenible y considerar los aspectos éticos, de justicia social y morales que contribuyan a facilitar el acceso de alimentos saludables a toda la población.